Ian Padrón: "Me muevo por amor y respeto a nuestra Isla, nunca con odio u oportunismo"

"Me encanta el béisbol de Grandes Ligas y sé que es el mejor del mundo, pero yo soy un devoto de la Pelota Cubana; ésa es la que me toca el corazón" confiesa en esta entrevista par CiberCuba

Entrevista CiberCuba de Julita Osendi a Ian Padrón Foto © Facebook/Ian Padron

Este artículo es de hace 6 años

Hace ya unos cuantos años, por el cercano año 2002, tuve la oportunidad de confraternizar con un chico joven y talentoso, Ian, hijo de alguien al que siempre admiré, Juan Padrón, el creador del personaje Elpidio Valdés, mambí intransigente por la libertad de la patria, y a la vez humano, risueño, digno del niño y el adulto más exigentes.

Por ese motivo, al niño muchos lo conocían como el pequeño Elpidio o el mambisito; pero, ese pequeño creció y se ganó con creces que su nombre, Ian Padrón, brillara con luz propia y no por ser hijo de papá.

Conozco a Ian desde hace muchos años. Con él compartí el amor por la pelota, el amor por Industriales, y el amor por tratar de preservar nuestro patrimonio en imágenes de, no solo el deporte de las bolas y los strikes, sino de todo lo que se pudiera salvar en cuanto a deportes se refiere.

¿Siempre te gustó la temática deportiva, por eso el afán de preservar el patrimonio?

“Nosotros salvamos juntos más de 100 cassettes de vídeo sobre el béisbol cubano y otros deportes de las décadas de los 70, 80 y 90. Fueron largas jornadas, días y días transfiriendo imágenes que creíamos perdidas y que nos daba mucha alegría salvar para las nuevas generaciones que no habían visto en acción a grandes peloteros. Tú, entonces, estabas preparando un documental sobre Industriales, y no nos cansábamos de debatir sobre el béisbol.

“Lo recuerdo muy bien. Somos de generaciones distintas y nuestros criterios varias veces diferían, pero siempre había un respeto. No muchos de los establecidos les dan espacio a los principiantes como lo era yo entonces, pero nuestra relación nunca la olvidaré.”

Ian, en aquel entonces un chico menudo, de grandes y expresivos ojos, ademanes fuertes, vigorosos, de esas personas que sabes que lo que quieren en la vida lo logran, pasó a formar parte del reducido grupo de seres humanos que admiro y quiero.

“Nací en Maternidad de Línea, pleno Vedado habanero, el 14 de marzo de 1976. Me he casado dos veces. Desde el 2015 lo estoy con la actriz venezolana Rossana Fernández y tengo cuatro hijos: David de 13 años, Alejandro de 7, ambos del primer matrimonio; Lucía de 2 y Camila que tiene solo 6 meses. He sobrepasado mis metas en ese aspecto. Criar cuatro Padrones es un gran reto.”

Como decía en mi introducción, eres hijo de un grande, Juan Padrón, uno de los directores de cine más premiados y queridos en Cuba... ¿Eso te pesó en tu vida profesional, te abrió o cerró puertas; fue indiferente?

“Como toda persona que tiene un padre tan reconocido en la misma profesión que uno, hay varias circunstancias. Algunas positivas, otras no tanto. Primero uno mismo tiene el deseo de hacerse de un nombre propio en la industria y, si logras éxito, siempre hay un malintencionado que dice: 'Ése lo logró porque es hijo de papá'.

“Es normal y uno convive con eso. Lo cierto es que mi padre nunca trató de que yo fuera cineasta ni tampoco pidió favores para que lograra algo que no me ganara por mí mismo. Empezando por no ponerme su mismo nombre (mi abuelo también se llamaba Juan); rompiendo esa tradición familiar. Juan Padrón es mi ídolo, es mi querido padre… ¡pero no es mi padrino!

Juan Padrón es mi ídolo, es mi querido padre… ¡pero no es mi padrino!

“En realidad, me parezco más en todos los aspectos a mi madre, que es una psicóloga destacada y a quien admiro mucho por siempre decir lo que siente".

¿Desde pequeño preferías ser Elpidio Valdés, pelotero o director de cine?

“Esas tres pasiones siempre me persiguieron. Todo comenzó a los 10 años con el jonrón de Agustín Marquetti ante Rogelio García en 1986. Mi padre es matancero y seguía a Henequeneros, pero ese día yo descubrí que siempre sería de los Industriales. Tan fuerte fue, que practiqué pelota en serio, pero aunque tenía las ganas no tenía el tamaño ni las condiciones para llegar lejos en eso.

“Por otro lado, era el hermano menor de Elpidio Valdés, un ídolo animado de millones de cubanos y decía que mi verdadero nombre era Ian Elpidio Valdés Padrón. En ese mismo año 86 publiqué mi primera historia en la revista Zunzún, por lo que decidí ser guionista de cine y de ahí terminé realizador de audiovisuales. Era bastante intenso y decidido desde chiquito con lo que me apasionaba.”

Es aún recordado tu documental Fuera de Liga sobre los Industriales, así como tu ópera prima Habanastation y los más de 50 videoclips y materiales sobre música. ¿Qué te inspira y qué no?

“Me inspiran muchos temas, principalmente los que creo pueden crear un debate creativo sobre la Cuba que me ha tocado vivir. Amo a mi país y me siento deudor de la cultura cubana y eso no cambiará nunca. Por eso algunos de mis audiovisuales son críticos con lo que está mal y con lo que debe y puede mejorarse en nuestra sociedad. Me muevo por amor y respeto a nuestra Isla; nunca con odio u oportunismo. Tengo una sola vida y no voy a esconderme de lo que pienso".

Amo a mi país y me siento deudor de la cultura cubana y eso no cambiará nunca. Por eso algunos de mis audiovisuales son críticos con lo que está mal y con lo que debe y puede mejorarse en nuestra sociedad

¿Qué película nunca realizarías?

“Nunca había pensado en eso. Creo que no haría una película que denigrara a los cubanos. Tampoco haría una que pretenda tapar el sol con un dedo o quiera aparentar que en Cuba no hay problemas y que todo está perfecto.”

No haría una película que denigrara a los cubanos. Tampoco haría una que pretenda tapar el sol con un dedo o quiera aparentar que en Cuba no hay problemas y que todo está perfecto.

¿Cuál harías si pudieras?

“Me gustaría llevar al cine de actores a Elpidio Valdés y contar una historia de mambises. El cine cubano de ficción aún tiene la asignatura pendiente de hacer cine de aventuras con rigor histórico.”

El cine cubano de ficción aún tiene la asignatura pendiente de hacer cine de aventuras con rigor histórico

Salón de la Fama del Béisbol Cubano

Fuiste uno de los primeros impulsores de la refundación del Salón de la Fama del Béisbol Cubano. ¿Qué pasó que todo ha caído en la nada?

“Me has tocado una herida abierta. El tema del Salón de la Fama es algo muy personal e importante en mi vida. Fui el coordinador general de un grupo de 13 historiadores y periodistas deportivos cubanos que logramos el 7 de noviembre de 2014 refundar el Salón de la Fama creado en 1939 y detenido en 1961. Sin temor a equivocarme te digo que es uno de mis grandes orgullos, el haber logrado poner de acuerdo a tantas personas y autoridades en un tema tan delicado.

Fui el Coordinador General de un grupo de 13 historiadores y periodistas deportivos cubanos que logramos el 7 de noviembre de 2014 refundar el Salón de la Fama creado en 1939 y detenido en 1961

“Fueron muchos meses donde dejé absolutamente todo a un lado y solo me dediqué a comandar las investigaciones, búsquedas de documentos históricos, analizar por qué otros proyectos anteriores fracasaron y preparar el Reglamento, que es la cara de este proyecto y que millones de cubanos han solicitado durante más de 50 años. El trabajo de todos fue loable y esa experiencia cambió nuestras vidas para siempre.”

Sin embargo, todo ha vuelto a caer en la nada. ¿Por qué?

"Creo que hay tres razones principales para que luego de lograr exaltar a diez nuevos inmortales en el 2014, todo se haya estancado de nuevo. Primero, nuestro proyecto está pensado desde un respeto absoluto al béisbol cubano en todas sus épocas y promueve la no discriminación por cuestiones de raza, país de residencia o ideología de ninguno de los elegibles. La Federación Cubana de Béisbol sabía que estábamos trabajando, pero no fue parte de la redacción del Reglamento.

“Desgraciadamente las instituciones cubanas tienen muy poco entrenamiento en valorar positivamente la espontaneidad individual y solo validan lo que viene orientado desde arriba. Nuestro proyecto surgió desde abajo, entre fanáticos, historiadores, atletas, periodistas y un cineasta. Esto es la primera vez en Cuba, que algo así sucede en los últimos años. Ahí radican las desconfianzas de todo tipo hacia nosotros y nuestro Salón".

Las instituciones cubanas tienen muy poco entrenamiento en valorar positivamente la espontaneidad individual y solo validan lo que viene orientado desde arriba

“Segundo, salvo alguna omisión involuntaria, nosotros invitamos personalmente al 100% de los profesionales que trabajan el béisbol en los medios de prensa de toda Cuba, para que estuvieran en el Coloquio Nacional de los días 7 y 8 noviembre de 2014 en el Estadio Latinoamericano. Muchos importantes periodistas y comentaristas no sabían si presentarse o no en el primer día de dicho coloquio y hubo titubeos. Algunos no fueron porque no pudieron realmente y creo que otros estaban esperando señas. No culpo a nadie por no estar o por aparecer el segundo día, ya pasado el debate; pero ese dudar provocó que cuando se votó para elegir a los 25 miembros del Comité de Selección, muchos de estos importantes profesionales no fueron electos porque no se sabía si defendían o no el proyecto. Eso creó disgustos en alguno de ellos y se reflejó en que la cobertura radial-televisiva fuera casi nula".

"Algunos se convirtieron en enemigos del Salón sin razón verdadera porque todo fue por votación y nada fue a dedo. Aprovecho la ocasión para pedirles sinceramente que nos disculpen si cometimos algún otro error que los apartara y, por favor, sugerirles que en el futuro pongan su ego a un lado y den prioridad al Béisbol Cubano".

“Tercero, la Federación Cubana de Béisbol politizó este tema y secuestró este proyecto sin respetar nuestro trabajo previo y su gran rigor investigativo. Nuestro grupo se ganó por derecho propio el ser escuchado para potenciar el Salón de La Fama del Béisbol Cubano. Pero no fue así y trataron de cambiar el nombre de Salón de La Fama por Memorial de las Glorias Deportivas Revolucionarias o algo parecido.

La Federación Cubana de Béisbol politizó este tema y secuestró este proyecto sin respetar nuestro trabajo previo y su gran rigor investigativo

"Trataron de influir para evitar que saliera electo Antonio Pacheco (aunque se conoce extraoficialmente que sí salió electo en 2015); me forzaron a renunciar al no invitar a Orestes Miñoso a la ceremonia de exaltación 2014 argumentando que no vivía en Cuba".

"De igual forma, considero justo aclarar que dentro de la Comisión Nacional de Béisbol también hubo federativos que batallaron fuerte e hicieron lo imposible por lograr este Salón. Aquí no hubo ni buenos ni malos: hubo decididos y titubeantes. Mi respeto a todos. Nadie es perfecto".

Quiero acotar que en lo que a mí respecta, fui de las primeras en embullarme y colaborar con los audiovisuales pero, con la condición de que fueran considerados todos los peloteros cubanos que se lo ganaron, estuvieran donde estuvieran. En un principio, cuando me pongo a trabajar en el proyecto para entregar un fruto completo, me entero por el colega Suárez Valmaña que no querían admitir a los que no hubiesen jugado siempre por Cuba o no permanecieran en el país. Ahí mismo mi entusiasmo desapareció y en buen cubano 'le quité el pie' a esa idea maravillosa que es el Hall de la Fama de la pelota cubana.

“Una de las razones por las que decidí trabajar fuera de Cuba, es por la frustración y el dolor relacionados con este tema. Estoy seguro de que algún día el Salón de La Fama se reanudará y espero ser parte nuevamente de esa alegría”.

Una de las razones por las que decidí trabajar fuera de Cuba, es por la frustración y el dolor relacionados con este tema. Estoy seguro que algún día el Salón de La Fama se reanudará y espero ser parte nuevamente de esa alegría

¿De lo acontecido se deduce que no hay interés en rescatar la historia y el patrimonio perdidos? ¿No le duele a nadie que grandes momentos se pierdan para siempre?

“Creo que en la sociedad cubana de los último 20 años se ha vivido mucho el día a día y queda poco espacio para revisar lo ya hecho. Hay un concepto subdesarrollado más allá de la economía y que se puede definir como la incapacidad de una sociedad de sacar experiencia de errores pasados. El deporte no escapa a eso.

En la sociedad cubana de los último 20 años se ha vivido mucho el día a día y queda poco espacio para revisar lo ya hecho. Hay un concepto subdesarrollado más allá de la economía y que se puede definir como la incapacidad de una sociedad de sacar experiencia de errores pasados

“Por ponerte un ejemplo personal: en el 2003 realicé Fuera de Liga, alertando sobre los problemas de nuestro béisbol y la necesidad de respetar-incluir a aquellos cubanos que por cualquier razón no viven en Cuba. La respuesta institucional no fue debatir o cambiar, fue censurar, minimizar y tratar de esconder un secreto a voces. Casi quince años después, todo está peor y nuestro béisbol está agonizando de manera evidente".

Todavía recuerdo aquel show trasmitido solo por el Canal Habana, guardar el cassette; y todo porque salían el Duque y Arocha (entre los primeros peloteros cubanos en jugar en la MLB tras 1959).

Total, aún sin estar tan desarrolladas las redes sociales o los soportes digitales, cada cubano que amaba el béisbol había visto el documental del hijo del creador de Elpidio Valdés, el mambisito, el que comenzaba a labrarse un nombre propio, Ian Padrón.

¿Cuándo y cómo se volverán a llenar los estadios como antes y en sentido general qué salida le ves a la situación actual?

“Primero que todo, reconocer la magnitud del problema y entender que es algo vital para el presente y futuro de nuestra nación: difundir todos los partidos de béisbol de Cuba y continuar la loable tendencia de transmitir la MLB; y por último, hacer un equipo Cuba convocando a todos los peloteros cubanos que juegan en Cuba y fuera de Cuba, incluyendo la MLB.

“Eso sería un orgullo nacional y haría resurgir el béisbol en Cuba de una manera increíble. Nuestra Serie Nacional no será jamás como antes, en ninguna variante es sostenible, pero se insiste en no cambiar. Mientras tanto, no tenemos ni una buena Liga Cubana, ni un Equipo Nacional competitivo. 'Se cae de la mata', diría el gran Melesio Capote” (personaje muy querido por la teleaudiencia cubana interpretado por Reynaldo Miravalles).

Nuestra Serie Nacional no será jamás como antes, en ninguna variante es sostenible, pero se insiste en no cambiar. Mientras tanto, no tenemos ni una buena Liga Cubana, ni un Equipo Nacional competitivo

Conversar con Ian y poder 'anotarse una' es difícil porque él es un torrente incansable de palabras, pero sobre lo anterior quiero aclarar que no es solo la Federación Cubana la que niega que nuestros jugadores de la MLB integren el Cuba. La propia MLB, por el bloqueo, no lo acepta, incluso, impide que peloteros de nuestras Series Nacionales jueguen en la liga de Puerto Rico.

De todas formas, también es verdad que, según las reglamentaciones actuales del Inder, ningún deportista cubano que no integre el programa nacional, tiene la posibilidad de jugar por su bandera.

¿Cuándo te fuiste? ¿Qué haces en USA, dónde vives, en qué estado?

“Nunca me fui. Solo me alejé un poquito, como diría el grupo Habana Abierta. En Cuba viven mis padres, mis dos hijos varones, mi hermana, mis tíos, mis amigos… ¡en fin, el mar!

“Amar a tu familia es una manera de nunca irte de tu casa. Aquí sigo haciendo audiovisuales. Ahora mismo termino un documental sobre la música cubana. Vivo parte del año en California y algunos meses en Florida, a 45 minutos del pastelito de guayaba y las croquetas de bacalao. Lo máximo contra la nostalgia.”

Amar a tu familia es una manera de nunca irte de tu casa

Después de haber visto grandes estadios ¿extrañas nuestro Latino, nuestra afición, nuestros Industriales?

“La afición cubana es, sin lugar a dudas, la más fiel del mundo, junto a la de los Chicago Cubs. La verdad es que sí, extraño mucho ir al Latino. Era mi segunda casa. Iba siempre con mi amigo de la infancia Joel Elejalde y pasé años sin faltar apenas. Te confieso que, aunque me gustaría, aún no he visto un juego dentro del Marlins Park. Me encanta el béisbol de Grandes Ligas y sé que es el mejor del mundo, pero yo soy un devoto de la pelota cubana. Ésa es la que me toca el corazón".

La afición cubana es, sin lugar a dudas, la más fiel del mundo, junto a la de los Chicago Cubs

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos

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