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"Al reguetón le faltan los Mozart del son cubano y le sobra la mediocridad de Salieri"

El pianista cubano, residente en Argentina, tiene ganas de dejarse caer por Miami para "que sientan la mordida del tigre de Buenos Aires".

El pianista cubano Luis Lugo. © Luis Lugo.
El pianista cubano Luis Lugo. Foto © Luis Lugo.

Este artículo es de hace 6 años

Luis Lugo es un pianista cubano (La Habana, 12 de noviembre de 1957) que vive en Argentina desde 1995 y sólo quiere pasar por Miami para que sientan "la mordida del tigre de Buenos Aires". Este virtuoso de la música se define como un recitalista que va recorriendo el mundo. A partir de mayo de 2018 espera regresar a Cuba para poder actuar junto a la Sinfónica en la gira Reminscencia, interpretando el tercer concierto de Rachmáninov.

Con CiberCuba ha echado leña al fuego de la polémica en torno a si el reguetón es o no el cáncer de la música. También ha hablado de salsa, de jazzistas que son como taxistas, de su etapa dentro del aparato burocrático cubano y, sobre todo, de música. También de cómo sortea la nostalgia: “Yo no gasto en psicólogos. Prefiero hablar con Orula”.

¿Cómo ha sido su relación con Cuba?

Poseo una relación intelectual muy profunda con mi país. A lo largo de mi vida, casi desde mi infancia, tuve relaciones muy directas con la mayoría de los grandes intelectuales cubanos. Conocí a Alejo Carpentier cuando tenía 15 años en un concierto en la casa de Harold Gramatges, a Armando Hart, Alberto Lezcay, Nicolás Guillén, Alicia Alonso, Silvio, Chucho Valdés… La mayoría de los miembros de la Uneac.

El pianista cubano Luis Lugo. Foto: Cortesía del artista.

Mi vida entera ha pasado exclusivamente por el Ministerio de Cultura. Luego tuve dos etapas como colaborador de la Dirección Nacional de Música, director sustituto de la empresa Adolfo Guzmán y junto a Adalberto Álvarez fui vicepresidente técnico de Ciudad de la Habana y miembro del Consejo Técnico asesor de Ciudad de la Habana durante la gestión de Rubén del Valle. También llegué a ser presidente técnico de la Guzmán y responsable de Música de la Organización Hermanos Saíz.

¿Esa etapa dedicado a labores burocráticas no cree que le quitó tiempo al piano?

Siempre fui muy activo. De hecho también trabajé en la dirección técnica de la Empresa Provincial de Cultura de Pinar del Río. El tiempo dedicado al estudio diario del piano nunca me faltó, ya que realmente me las ingeniaba para que eso no ocurriera. En realidad siempre me apasionó involucrarme en el desarrollo técnico de los artistas. Ten en cuenta que en un país como Cuba, que ocupa un lugar privilegiado a escala mundial, es todo un reto y desafío que hay que saber manejar. De hecho estuve en La Habana hace varias semanas atrás y el cargo de vicepresidente técnico del Instituto Cubano de la Música está vacante debido a que cambiaron a las autoridades.Todos conocidos desde hace décadas y estuve tentado de iniciar conversaciones con el ministro, pero regresé. Por el momento me conformo con regresar a retomar mis conciertos a lo largo del país con la Sinfónica y continuar con mis tareas desde el Mercosur.

Luis Lugo, en uno de los carteles que promocionan su música en Argentina. Foto: Cortesía del artista.

¿Estos cargos no le llenaron de enemigos innecesarios?

Hacer algo artístico relevante siempre tiene sus detractores, pero lo importante es el beneficio que creas y lo que puedes aportar. Ver el desarrollo de artistas que desafían a los "inmortales made in USA” a mí me llena de orgullo y energía en mi superación personal.

Hace poco el vicepresidente de la Uneac, Pedro de la Hoz, decía que el reguetón es el cáncer de la música. ¿Está de acuerdo?

La mezcla de ritmos provenientes del reggae con onda hip hop y letra no es mala. Es como pensar que la cumbia argentina es un cáncer de la música. Lo importante es que los autores y músicos con calidad y conocimiento tengan en cuenta estos géneros y se involucren y dejen de posicionarse en un altar de discriminación al género. Existe mala música en el reguetón como existen pésimas canciones del pop latino que son una enfermedad incurable. Por ejemplo, en la escena de la música pop adolescente en Argentina te encuentras cantantes femeninas que son un escarnio para el género, pero las siguen miles de adolescentes de entre 13 y 25 años porque son un producto del marketing latino. Sin embargo, eso no opaca al pop en inglés.

Cartel de una de las actuaciones de Luis Lugo, en Argentina. Foto: Cortesía del artista.

Técnicamente no es un cáncer. Mozart escribía una melodía de 4 u 8 compases en Do mayor y Salieri en su lugar escribía un acorde de Do mayor con una ligadura. Simplemente era la lucha entre el mediocre y el genio. Al reguetón le faltan los Mozart del son cubano y le sobra la mediocridad de Salieri. Esos muchos salieris quedarán relegados al olvido.

Cuando mira hacia atrás y ve todo el camino recorrido ¿qué pasos desandaría?

A mi regreso de estudiar en Moscú cometí un “error artístico-estratégico”, que fue equivocar el terreno de batalla por el posicionamiento internacional. Lo ubiqué en La Habana cuando debí ubicarlo en Europa y a pesar de que en aquel momento gozaba como en la actualidad de todo el apoyo institucional del Ministerio de Cultura de Cuba ese error estratégico terminó frenando mi ascenso internacional.

¿Qué atajos cogería hoy?

Es muy difícil pensar que si tuviera que vivir lo mismo haría otra cosa distinta. Lo que era bueno en ese momento en realidad era malo ya que te consumía lo más valioso que era el tiempo. El músico tiene que proyectar su carrera como un gran tablero de ajedrez: tienes que vencer a toda costa. Tienes que sentirte Napoleón ya que lo demás es expeculativo.

Usted es un músico formado en Rusia. ¿Influye en su carrera?

Tuve la gran fortuna de poder proseguir mis estudios musicales en el único y poderoso Centro de Música que es el Conservatorio de Moscú. Para que tengas una idea, por año entraba un promedio de veintipicos de intérpretes del mundo entero.

Estará contento con el regreso de los rusos a Cuba.

La relación con Rusia considero que es muy importante y vital. Rusia es un mercado tan grande como USA. Los capitales son tan importantes como en USA. Hay una lucha endiablada de mercados y te aseguro que para los artistas posicionarse en Rusia sería muy grandioso. Tienen una gran tecnología tan competitiva como la de cualquier parte del mundo y si ellos quieren modernizar los trenes, lo militar, lo artístico con equipos para la radio y tv y autos me parece muy bueno. Solo piensa que Moscú tiene 10 millones de habitantes, San Petersburgo 5 millones, con músicos de un nivel de excelencia que meten miedo. Son el Vaticano de la música, pero luego tienen 17 millones de kilómetros repletos de ciudades llenos de cultura, teatros y muchos aplausos esperando por los músicos de Cuba y América Latina. Por eso mi misión ahora es armar ese puente y para eso la mordida del tigre tendrá que ser una mordida rusa.

¿A quiénes destacaría en el proceso de formación del músico que hoy es?

A Mercedes Estevez, que me aportó la visión de mi persona como artista a pesar de mi niñez, a César López, que me enseñó que la creatividad es el resultado de la reflexión; a Silvio Rodríguez, del que aprendí el valor del piano como instrumento sonoro, a Valery Kamichov, que representa la grandiosidad de la escuela rusa en todo su potencial y a Rudolf Kerer/Smorodinova, que me mostraron el rigor de la música testimonial. Son nombres que tuvieron una gran influencia en mí y determinaron todas mis ideas musicales, pero tuve una gran influencia de Enrique Guerrero. Él me inculcó la sabiduría del análisis de los textos antiguos y del proceso del conocimiento. Mis profesores de literatura, el rigor de la lectura universal. Keith Jarret y Gonzalo Rubalcaba me aportaron el valor integrador del mundo clásico al mundo jazz en un solo plano y Michel Camilo y Ernán López-Nussa, cómo seguir siendo pianista clásico y saborear las posibilidades y sonoridades del concierto de jazz. De Roberto Urbay me quedo con la perfección técnica. En mi opinión es uno de los mejores pianistas de América Latina.

¿Qué le pasa con el jazz?

Mundo jazz sí. ¡Jazzistas no! porque con esa teoría de la “filosofía jazz” se tornan aburridos, similares y pocos creativos. Bueno no hablo de los grandes. En serio, lamentablemente la mayoría están en extinción. Hemos tenido el placer de tener a Duke Ellington, Michel Camilo, Oscar Peterson, Gonzalo Rubalcaba o Chucho Valdés, pero a cambio, 20 personas que tienen como oficio ser jazzista como decir taxistas o empleados públicos. No veo mucho futuro en 50 años.

¿Por qué el piano?

Es el instrumento-humano más anti hombre que existe. Metros de maderas, fuelles, metales, con 15 centímetros de acceso a través de 10 dedos, para dominarlos como si fuera una bestia. Evidentemente nos gusta pasar trabajo y nos cuesta toda una vida poder entenderlo. No sé para qué.

¿Por qué la música clásica?

Es el santo grial intangible del arte sonoro. Todo nace de ahí. Es la arquitectura de la emociones, domina el mar, domina el mundo, domina el oxígeno, domina al hombre, domina la música y domina al resto.

¿Qué música le gusta escuchar cuando está solo?

Conozco en profundidad la ópera y la música sinfónica: Stravinsky, Shostakóvich, Wagner, Liszt, Scriabin, Rachmaninoff, Metallica, Limp Biztkit, Chick Corea. Una gran composición sin un gran intérprete es inservible. Escucho solo un pequeño grupo de música muy selecta: en música clásica exclusivamente a los músicos de las escuelas rusas y otros muy notables del resto del mundo. La salsa no me seduce. Sigue siendo raquítica en conceptos y performance. Claro Rubén Blades u Oscar de León y un par más son excepciones de la regla, pero prefiero la Tribuna de la Habana. En fin los seis magníficos (con el Tosco, la antigua Van Van, la Charanga de antes, Adalberto, el Médico y Paulito) sin menospreciar algunas otras orquestas femeninas. Prefiero y consumo música cubana.

¿No se le ha pasado por la cabeza nunca mudarse a Miami?

Es una ciudad repleta de músicos cubanos y conozco a la mayoría de ellos. Me gustaria visitarla, no vivir.

Creo que si bien La Habana aplasta a Miami desde lo técnico-artístico en la música no clásica desde lo popular, no se puede dejar de tener en cuenta que esa ciudad consolida vínculos muy favorables al desarrollo comercial y en ese sentido estaría bueno llegar y mostrarle los dientes del tigre, para hacerles un ‘refrescao’ de que yo soy el tigre de Buenos Aires.

Cuba ha dado grandes pianistas. Cuál crees que es el más completo?

No hay ningún pianistas completo salvo Richter/Guilels / Pletnev. Ellos son humanistas: superaron la barrera de las 88 notas. El resto son simplemente pianistas. Cuba históricamente fue de la América Latina la única escuela poderosa y dio como resultado muchos pianistas como Jorge Bolet, Robertin Urbay, Emiliano Salvador, Chucho Valdés, Horacio Gutiérrez, Jorge Luis Prats, Silvio Rodríguez Cárdenas, Pacheco, Carbonel, Bola de Nieve, Tieles, Lili Martínez , Jorge Gómez Labraña, Huberal Herrera y otros más jóvenes. En la actualidad muchos de ellos siguen esa “escuela semillero”, pero son meras copias técnicas sin mucha identidad porque todo ese piano suena a lo mismo. Pero si se compara con el resto de la América Latina sigue siendo una escuela única con un sistema de enseñanza artística también único ya que el resto se sustenta sólo en nombre ‘marketinero’, pero con ausencia de escuelas. Sudamérica es caótica.

El pianista cubana Luis Lugo, en una de sus actuaciones.

Vivir fuera de Cuba no es un camino de rosas. ¿Cómo es la vida de un pianista en Buenos Aires?

Depende de en qué parte del mundo interactúas. Europa es difícil pero al ser organizada y con políticas culturales más adecuadas fomenta la competencia artística y ayuda al posicionamiento. América Latina es lo que es, por ejemplo en Argentina la ausencia de sistema la convierte en desorganizada ya que no tiene profesionalmente estructuras intelectuales planificadas para el desarrollo artístico, dando como resultado que “músicos jefes” deciden desde sus gustos y sus propios intereses quién toca o no con una orquesta sinfónica, quién puede o no estar en un festival de jazz, quién toca o no en una sala importante u ofrece una máster class en centros de estudios importantes. Y no hablemos de los productores privados subcontratados para los grandes eventos. Eso provoca que todo se tiene que lograr con esfuerzos personales y de acuerdo con los contactos que puedas o no tener. Todos ellos se sienten dueños de la sucursal de dios en la tierra, aunque hay gente interesante desde lo individual como dirigentes del sector artístico y el resultado final es una tierra sin rumbo porque la brújula está desmagnetizada. No tiene norte. ¿Yo? Leo a Carpentier y no a Coelho. No gasto en psicólogos. Prefiero hablar con Orula.

Luis, el Piano de Cuba: ¿por qué?

En el año 1997 mi trabajo pianístico fue declarado de interés cultural por la Secretaria de Cultura de la presidencia de Argentina y ellos lo denominaron Piano de Cuba. Mi trabajo como recitalista me dio la posibilidad de estar en solitario pero rodeado de diferentes artistas.

Me gustaría que me describiera cómo siente usted que suena su piano.

Prefiero decir cómo me gustaría que suene. Tengo necesidad de grabar todo lo que hago más allá de los recursos materiales (calidad de piano y de grabación). Es una lucha entre la incertidumbre y lo materialmente planificado. Mi música es un gran filme sonoro, en los diferentes matices del blanco y negro en 3D.

¿Qué siente sobre los escenarios?

Escena de la vida en diferentes planos terrenales, donde soy el dueño absoluto de todo. Me siento Zeus en lucha contra el submundo. Se acaba el concierto y al instante comienza la pesadilla: la lucha contra la mediocridad mundana.

¿Con quién le gustaría actuar?

¿Tocar? Nunca pensé en eso. No tengo el hábito de pensar en algo que está fuera de mi alcance. Conozco a varios de los más grandes artistas del mundo como Gabrilov, Pletnev, Vlasenco, Kamichov, Michel Camilo, Gonzalo Rubalcaba, Marta Arguerich, Demidienko, Andrea Bocheli, Plácido Domingo, Leo Brouwer, pero si fantaseo, cosa que nunca hago, me gustaría tocar con Gabrilov, Pletnev/Camilo, Chucho, Gonzalo y Mercedes Estevez.

¿Qué actuaciones tienes programadas?

Este año estoy negociando con el Centro Kichner la realización del evento Reminiscencias y la presentación en Cuba de varios artistas de Argentina en varios festivales y algunas giras. Tengo invitaciones a tocar en San Petesburgo, Paraguay y Chile entre otros y trato justamente de que mi organización AfroCubanConcertMusic se pueda fortalecer institucionalmente para poder romper en un porcentaje la dependencia económica antojadiza de las mentes inadecuadas.

AfroCubanConcertMusic es una oficina de desarrollo de contenidos artísticos, que yo presido desde 1995 con base en Buenos Aires. Su objetivo es ubicar la música cubana en los parámetros de la música clásica universal y viceversa. Hacemos dirección discográfica de todos los géneros y hemos interactuado con alrededor de 900 artistas, bailarines y cantantes en Argentina.

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)