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Julio César la Cruz y Erislandy Savón, “crucificados” por sus glorias

La "controversia" sobre la división de los 91 kilos tiene a dos grandes campeones en espera, de una decisión.

Julio César la Cruz © Wikimedia Commons
Julio César la Cruz Foto © Wikimedia Commons

Este artículo es de hace 6 años

Nada está decidido. Ni el campeón olímpico Julio César la Cruz quedará en los 91 kilogramos, ni el monarca mundial Erislandy Savón continuará entre los superpesados. Los cambios de divisiones se mantienen como asignaturas pendientes y los principales entrenadores del boxeo cubano sacan cuentas en una pizarra colgada en una de las paredes de la Finca del Wajay.

Horas antes del inicio del Torneo Playa Girón, que tuvo lugar en diciembre pasado en Sancti Spíritus, parecía que la decisión final estaba tomada y que ambas primeras figuras quedarían en las divisiones inmediatas superiores; sin embargo, el panorama, ahora, resulta diferente.

El propio Savón comentó a nuestra publicación que desconoce en qué peso abrirá la VIII Serie Mundial de Boxeo (WSB, por sus siglas en inglés). “No se ha tocado más el tema”, dijo.

Los Domadores abrirán la cita frente a los difíciles Heroicos de Colombia, franquicia que les sacó una victoria en el formato C1 a los antillanos en la edición precedente. El tope acontecerá el 2 de febrero en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana.

No obstante, el guantanamero le restó importancia al asunto. “Estoy entrenando, preparándome bien, para lucir en la división que sea”, mencionó el ganador de la medalla de oro entre los más corpulentos en el Girón, tras dominar sin excesos al capitalino Yoandry Toirac.

De acuerdo al sobrino del mítico Félix, el plan más abordado es mantenerlos en 91 y más de 91 para certámenes como la WSB y por invitaciones, y devolverlos a sus categorías naturales -entiéndase 81y 91- para los torneos multideportivos. Visto así, Cruz y Savón serían los hombres por Cuba entre semicruceros y cruceros, respectivamente, en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla, del 19 de julio al 3 de agosto.

Ante la pregunta sobre su peso actual, Erislandy comentó que peleó en la ciudad yayabera con apenas 92 kilogramos y que no tienen pensado subirle demasiado la masa muscular, “porque entre mis virtudes está la velocidad y sería una de las maneras para vencer a rivales que superan ampliamente los 110 kilos”.

Puntualizó que la idea es rondar los 94 kilogramos y trabajar mucho en la parte física para moverse sin dificultades sobre el ring, en busca de cansar a sus oponentes y desembarcar con soltura sus largos brazos.

Cuando parecía que la escuadra cubana estaba ajustada, sin fisuras, sobrada de talento y carente de problemáticas, el peso de la Cruz dio un giro de 180 grados a la coyuntura.

Aunque suene melodramático, Julio y Erislandy transitan con los ojos vendados, si bien son conscientes de sus situaciones. Ambos están preparados para atenerse a las palabras de los decisores y listos para seguir siendo los mejores en la división que les toque representar.

Los objetivos del pugilismo cubano en este 2018 son recuperar la corona perdida hace unos meses dentro de la WSB y dominar el cuadro de preseas de la disciplina dentro de la cita regional más antigua del planeta.

En Barranquilla, la meta es sumar ocho títulos a la delegación nacional para refrendar nuestro liderazgo en la justa, por encima de naciones como México y la local Colombia, así lo ha manifestado el jefe técnico del boxeo, Rolando Acebal.

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