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Los fósforos cubanos: de cien sirven diez y esto va para largo

La empresa desvela que el año pasado las cuatro fábricas de fósforos en funcionamiento en la Isla fueron paralizadas seis meses por falta de materias primas.

Fósforos cubanos © Cubadebate
Fósforos cubanos Foto © Cubadebate

Este artículo es de hace 6 años

Que los fósforos cubanos son de baja calidad no es nuevo. Lo novedoso es que el tema haya llegado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y ha sido publicado este jueves en el Granma y Cubadebate. Todo empezó con una carta de un lector, que escribió al diario oficial del Partido Comunista de Cuba para quejarse de que "de cien fósforos sirven diez". A este problema habría que añadir que las lijas son malas y las cajas están semivacías... cuando aparecen.

Ya en el año 2016 el Ministerio de Industria elaboró un informe que confirmó lo que toda Cuba sabía: que los fósforos cubanos son muy malos. Pero la conclusión es la misma de siempre: la culpa es del equipamiento obsoleto que se utiliza para fabricarlos y que tiene más de 60 años de antigüedad. Lo peor es que ni siquiera dándole mantenimiento a las máquinas se puede garantizar la producción, que también se ha visto afectada por la escasez de materias primas: de los 24 productos que se necesitan para fabricar fósforos en Cuba, 17 son importados. Esto obligó a parar la producción de las cuatro plantas de la Empresa Nacional de Fósforos (en Camagüey, Guantánamo, Pinar del Río y Santiago de Cuba) durante seis meses en 2017. La de Bauta, la única que los fabrica de madera, está parada desde hace cuatro años.

Otro de los factores que influyen en que los fósforos que se fabrican en Cuba sean de baja calidad es la fecha de vencimiento: caducan al año, por lo que si el Ministerio de Comercio Interior saca a la calle lotes que llevan más de 12 meses en los almacenes, "la efectividad del fósforo no será la misma", publica Cubadebate.

Pero hay más justificaciones. Según el Granma, el clima cubano también influye en la mala calidad del fósforo ya que "la humedad atenta contra el producto". Pesa, además, según el rotativo, la mano de obra ya que casi todo el proceso es artesanal. Los trabajadores se encargan de que el fósforo tenga de 29 a 33 milímetros de largo y una cabeza de entre 4,5 y 5,0 milímetros. Al año, lo normal es que se produzcan 146 millones de cajas con 70 fósforos cada una.

Para solucionar el problema, los responsables de la Empresa Nacional de Fósforos hablan de una inversión a largo plazo que permita empezar a producir fósforos de madera en Cuba, que son mejores y más económicos. También de acortar el periodo de almacenamiento y ponerle fecha de caducidad a las cajas. De momento, seguirán siendo tan malos como hasta ahora.

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