En homenaje al Día del Teatro Cubano, que se celebra el 22 de enero, se presentó el documental, apoyado por Producciones Caricatos y del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, y con el deseo de explicar y resaltar una tradición vernácula con gran capacidad para sobrevivir a los obstáculos.
Elementos indiscutibles de la identidad cubana han resultado arquetipos como la mulata, el gallego y el negrito, vinculados con el arte teatral de este archipiélago, y siempre dispuestos a resurgir, justo cuando algunos intenten negarlos.
En la presentación, el escritor, poeta y dramaturgo Norge Espinosa comentó que son muchos los vacíos en la historia de este tipo de teatro que fue censurado desde su aparición, en la época de la colonia española, “pero afortunadamente el vernáculo en Cuba logró irse a las calles e insertarse en su realidad, incorporando gestos, actitudes, palabras y giros de la cotidianidad de la nación”.
El documental La tradición vernácula en el teatro cubano alude a la obra de uno de los entrevistados, el guionista y director cinematográfico Enrique Pineda Barnet, a quien se le reconoce por rescatar aquellas tradiciones mediante el filme La bella del Alhambra (1989) cuya primera escena incluye un diálogo típico entre el galleguíbiri y el pancontíbiri, es decir, el gallego y el negrito.
El 22 de enero se instituyó como Día del Teatro Cubano en recordación a los caídos en los sucesos del Teatro Villanueva, en 1869, mostrados con elocuencia en el filme José Martí, el ojo del canario. Años más tarde, El Apóstol recordaría los sucesos de Villanueva en sus Versos sencillos: “El enemigo brutal / nos pone fuego a la casa. / El sable la calle arrasa, / a la luna tropical. / Pocos salieron ilesos / del sable del español: / la calle, al salir el Sol, / era un reguero de sesos”.
Aquel 22 de enero, las tropas coloniales, españoles y voluntarios, agredieron a los asistentes a una función de claro matiz independentista, pues la sala se cubrió de banderas y las mujeres se adornaron con cintas de colores del emblema nacional, mientras se representaba la pieza Perro huevero, aunque le quemen el hocico, original de Juan Francisco Valerio, interpretada por la agrupación Bufos Caricatos.
En algún momento, un personaje de la obra dice: “No tiene vergüenza ni buena, ni regular, ni mala el que no diga conmigo ¡Qué viva la tierra que produce la caña!, y del público salieron exclamaciones de ¡Viva Cuba libre! Los voluntarios apostados cerca del teatro dispararon al edificio de madera y luego a los que huían, provocando una verdadera masacre.
El Día del Teatro Cubano, se entregan los premios Villanueva de la Crítica Teatral a las mejores puestas para adultos y niños, así como el mejor Espectáculo extranjero. Los premios se entregaron por primera vez en 1999, en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, a los hermanos Raquel y Vicente Revuelta.
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