El gato Aquiles será el encargado de los pronósticos en el Mundial de Fútbol

Un gato blanco y sordo de refinada prosapia será el encargado este año de hacer los pronósticos en la Copa Mundial de Fútbol en Rusia.

Para pronosticar en el deporte no hace falta caminar en dos patas ni tener oídos atentos. Quizás ni haga falta saber demasiado de fútbol. Quizás baste con tener intuición, olfato y un buen apetito, como Aquiles.

Así se llama el gato con nombre de semidios que fue envestido como pronosticador oficial del mundial ruso, que arrancará el 14 de junio.

El gatico vive nada más y nada menos que en el famoso Museo del Hermitage de San Petersburgo, y pudiera ser descendiente de un primo lejano traído de Holanda por Pedro el Grande en el siglo XVIII.

Aunque el zar que modernizó Rusia le da origen a esta historia, fue su nieta política, la diletante Catalina la Grande, quien llenó el Palacio de Invierno de obras de arte... y de gatos.

Actualmente, el Museo está habitado por más de cien felinos custodios que se ocupan de ronronear por el lugar y de mantener a raya a los ratones.

Con la cautela filosófica de los gatos, Aquiles debería ser mejor haciendo pronósticos que el pulpo Paul, quien se hizo célebre señalando con sus ocho brazos los futuros ganadores del Mundial de Sudáfrica.

A pesar de su currículo más discreto, Aquiles ya mostró dotes oraculares el año pasado, en la Copa Confederaciones, donde acertó en varios resultados.

Para el Mundial de Rusia, le colocarán enfrente dos platos con comida identificados con las banderas de los equipos rivales.

Hay quien piensa que Aquiles estará más pendiente del contenido de los platos que de las banderas, y que le dará lo mismo Alemania que Senegal.

Sin embargo, su cuidadora, María Jaltunen, quien atiende al centenar de gatos que viven en el Museo, asegura que Aquiles es un fan perdido del fútbol.

Viviendo en el Hermitage, Aquiles debería preferir la pintura. Pero, en fin, quién entiende a los gatos.