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Pablo Milanés sobre la UMAP: "En la Cuba revolucionaria hubo campos de concentración"

"Siempre lo recuerdo, pero nadie lo refleja nunca. Hago muchas entrevistas en Cuba y cuando hablo de la UMAP es como si hablara del diablo", precisó Pablo Milanés en Chile.

Pabló Milanés © Facebook/ Pablo Milanés
Pabló Milanés Foto © Facebook/ Pablo Milanés

Este artículo es de hace 6 años

El destacado trovador cubano Pablo Milanés hace varios años que se viene mostrando crítico hacia el Gobierno cubano, especialmente desde que fijó su residencia fuera de la Isla. En reciente entrevista con el diario La Tercera, Milanés se refirió a las tristemente célebres Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), que definió como “asunto muy oscuro de la historia de la Cuba revolucionaria".

En entrevista en Chile ―país donde tiene previstos conciertos en Santiago, Valparaíso y Temuco― el cantautor catalogó la UMAP como "campos de concentración" adonde fueron enviados a "reeducarse" miles de jóvenes por órdenes de Fidel Castro.

"Fue condenar a miles de muchachos jóvenes a campos de concentración simplemente porque pensaban libremente, ni siquiera porque pensaban lo contrario, sino porque eran librepensadores y tenían opiniones", añadió.

Fue condenar a miles de muchachos jóvenes a campos de concentración simplemente porque pensaban libremente

Pabló Milanés fue uno de los jóvenes que entre los años 1965 y 1967 fue sometido a esa experiencia, y destaca que ha hablado de ello también en entrevistas concedida a medios cubanos:

"Siempre lo recuerdo, pero nadie lo refleja nunca. Hago muchas entrevistas en Cuba y cuando hablo de la UMAP es como si hablara del diablo, porque es una pena que se lleva dentro, no han podido corregirla ni pedir perdón tampoco por lo que hicieron", precisó.

El músico no cree que el Gobierno cubano llegue a pedir perdón jamás por lo que hicieron.

En su caso, logró escapar hacia La Habana, aunque luego sería encarcelado por desacato. Interrogado sobre cómo fue capaz de seguir creyendo en la Revolución después de esa amarga experiencia, contestó: "Porque yo soy revolucionario. Ellos no, yo sí".

Cuando le preguntaron cómo vivió el fallecimiento de Fidel Castro destacó que lo sintió, y poco después sentenció: “No quiero hablar más de política", y es que Pabló Milanés también ha mostrado en los últimos meses cada más reticencia a abordar temas políticos, pese a lo cual, los medios casi siempre consiguen obtener algunas declaraciones suyas sobre esos temas, como en este caso.

Otras de las opiniones del trovador que han acaparado titulares en los últimos años ha sido su marcado rechazo al reguetón, del que ha dado criterios negativos más de una vez, incluso, hacia casos concretos como el popular tema "Despacito". En sus declaraciones para La Tercera, reiteró:

"No, no me gusta. No solo por el ritmo, que es muy aburrido; es como una letanía. Esa es la palabra exacta que puedo encontrar. Una letanía que no cambia. Desde lo musical y popular, las canciones deben ser más variadas, debe variar el ritmo, la melodía. Los textos deben ser delicados. No puedes ser grosero al cantar, pensando que las canciones educan, forman un gusto en el sentido popular".

E insistió: "el reguetón carece de todo eso: de gusto, de melodía y de canto también, es una letanía que es insoportable”.

"Las compañías lo han explotado, han formado un público en el mal gusto, una juventud que está cuestionada en estos momentos por mucha gente que sabe lo que es buena música. Y es una lástima que esté pasando eso en el mundo, por el reguetón y las compañías transnacionales que lo están respaldando en el mundo entero", sostuvo.

Pablo asegura que nunca ha contemplado el retiro, que no piensa jubilarse y que no le gustan demasiado los homenajes. A sus 75 años de edad y con muchos achaques que se remontan a varias décadas atrás algunos de ellos, declara que cada vez se ve obligado a cuidarse más.

En 2014 se sometió a un trasplante de riñón que recibió de su propia esposa ―la historiadora gallega Nancy Pérez― con la que lleva varios años casado y con la que tiene dos niños.

Entre los hábitos que manifiesta haber cambiado esta la alimentación y la bebida, "el riñón me lo ha dado mi esposa, entonces en consideración a ella y a mis hijos, debo portarme mejor", precisó.

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