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Justo Noda: "Del profesor Veitía aprendí la dedicación al trabajo, la exigencia y la disciplina"

El entrenador cubano Justo Noda puede presumir de “Haber alcanzado 28 metales en Centroamericanos y del Caribe, 33 en Panamericana, 6 en Juegos Olímpicos y 19 en Mundiales: desde 1999 al 2014 fueron conquistadas medallas en Mundiales de mayores"

Entrenador cubano de judo Justo Noda © ACN
Entrenador cubano de judo Justo Noda Foto © ACN

Este artículo es de hace 5 años

Una mañana, a principios del año 1992, comencé una serie de reportajes con vistas al entrenamiento de los deportistas cubanos que tomarían parte en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Uno de los primeros fue el judo, que en el caso del femenino debutaría en la magna cita de la Ciudad Condal.

Fui con mi camarógrafo Tomás Oliveros al tatami, donde las niñas habían barrido en los Juegos Panamericanos Habana 91, y miraban con anhelo su asistencia a la justa catalana.

El profesor Ronaldo Veitía, jefe de entrenadores de las chicas, me recibió con los brazos abiertos. Nuestra amistad venía de cuando él enseñaba en la EIDE Mártires de Barbados.

El Buda cubano me presentó entonces a su segundo entrenador, un joven simpático y muy serio, que adornaba su rostro con un espeso bigote negro: el hoy profesor Justo Noda, quien con posterioridad y por muchos años fuera el jefe del colectivo del judo varonil.

Justo Noda es nuestro entrevistado de hoy.

“Nací en la finca el Pino del yumurino municipio de Calimete el 28 de noviembre 1954. Mis padres, ya fallecidos, me dieron la base emocional y humana que tanto me ha ayudado en la vida. Tuve tres hermanos, una de ellos, Enoelia, aún vive en la ciudad de Matanzas. Estoy casado en estos momentos con Ellen; tengo cuatro hijos y una nieta, todos universitarios o estudiando en la alta casa de estudios, lo cual me colma de orgullo.”

¿Cómo llegas al judo? ¿Fuiste practicante?

“Pues sí. En la Isabel, un batey de Calimete, sólo se jugaba béisbol. Había una sola escuelita en la que se cursaba hasta 4to grado; pero a partir del 5to trasladaban los alumnos para un concentrado escolar que estaba en Varadero; hoy, Villa Granma, y allí comencé a practicar judo con el profesor Roberto Falcón Núñez.”

¿Siempre te gustó el judo?¿Por qué no llegaste a mayores?

“Llevo el judo en la sangre pero, quizás cuando mejor estaba fui llamado a cumplir con el Servicio Militar en 1970, pero nunca lo olvidé. El judo, además de deporte, es un arte marcial; es un componente perfecto para educar en valores sólidos a los más pequeños.

El judo, además de deporte, es un arte marcial; es un componente perfecto para educar en valores sólidos a los más pequeños

“Además, por su disciplina, marcialidad, respeto y su proceder; por la gran importancia de enseñar valores positivos como pueden ser el esfuerzo, el sacrificio, la amistad, el compañerismo, la humildad... ¡todo esto y más lo proporciona la práctica del judo!”

Cuando cumpliste con tu Servicio Militar, ¿cómo regresas a los tatamis si, como dices, habías perdido tu carrera como judoca?

“Pues fácil. Comencé a trabajar como entrenador en el municipio de Colón; no tenía formación académica y para trabajar exigían ser graduado del curso anexo o profesor de educación física.

“Por ese motivo me incorporé al valioso movimiento de los activistas voluntarios. Estuve casi un año sin recibir salario alguno y todavía vivía en la Isabel, muy distante de Colón. Tenía que pernoctar en el colchón de judo.

“Pero, gracias a mi trabajo, rápidamente se acrecentó el número de practicantes. Había organización, un plan de entrenamiento. Aquello gustó y creció. Por la rápida masividad en ese corto tiempo es que me nombraron en una plaza de comisionado regional de judo, ganando 80 pesos.”

Cada vez que converso con uno de los entrenadores cubanos que se han distinguido en su trabajo, observo que la base que tuvieron ha influido de una manera impresionante en sus triunfos.

¿A ti te pasó esto?

“Sí, absolutamente. Creo que la mejor escuela para un entrenador es cuando comienzas desde la base; sobre todo el trabajo con niños te da la medida de la importancia del judo para su formación. Mis resultados después en el alto rendimiento tuvieron su simiente en ese trabajo.

Creo que la mejor escuela para un entrenador es cuando comienzas desde la base; sobre todo el trabajo con niños te da la medida de la importancia del judo para su formación

“Haber transitado por todas las fases de la enseñanza del judo desde los más pequeño hasta el alto rendimiento, haber participado en diez Juegos Escolares Nacionales en Cuba, trabajar con pocos recursos: cuando los kimonos eran de saco de harina de trigo y un colchón de viruta de madera. En resumen, haber formado varias generaciones de atletas en la base me condujo a ser un buen entrenador y pedagogo.”

A propósito, ¿cuándo entras al alto rendimiento?

“Comencé a trabajar en el equipo femenino en septiembre de 1984. Primero como ayuda técnica del 1984 al 1985 con el profesor Vicente Leal Duarte, quien era en esa etapa el jefe de los preparadores. Un año después, seguí con el profesor Veitía hasta el año 1995.

“Antes había transitado por toda la pirámide del alto rendimiento desde la base hasta los equipos nacionales femenino y masculino; comenzando en Colón en 1973 hasta director técnico del equipo nacional masculino 2016.”

“Tras los Juegos Olímpicos de Río 2016, soy liberado como jefe de entrenadores y permanezco un año en el Centro de Investigaciones del Deporte Cubano, y en la actualidad soy el Director Técnico del Centro Internacional de Entrenamiento en México.”

En la actualidad soy el Director Técnico del Centro Internacional de Entrenamiento en México

Casi nada, la vida de Justo Noda. Activa, fructífera, repleta de momentos históricos, de epopeyas protagonizadas por sus discípulos.

¿Cuáles momentos han sido los más felices, cuáles los más tristes?

“Barcelona 92 fue el bautismo del judo femenino cubano. Ni Veitía ni yo teníamos experiencia de Juegos Olímpicos (el judo F debutaba en citas cuatrienales) y Cuba se alzó con cuatro medallas: el oro de Odalys Revé, la plata de Estela Rodríguez y los bronces de Amarilis Savón y Driulis González amén de ocupar el tercer lugar por países. Ahí comenzó una generación dorada que se extiende hasta Beijing 2008, con una figura cimera: la guantanamera Driulis González.”

Estar al lado del Buda cubano tantos años. ¿Qué te proporcionó?

“Del profesor Veitía aprendí la dedicación al trabajo, la exigencia, la disciplina. Esa generación de judocas, sedimentó las bases del judo femenino en Cuba; en esa etapa hubo un fervor muy grande. Hay que destacar el trabajo en las provincias, sobre todo en la región orientar: Holguín, Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma, entre otras.

“De las cinco campeonas olímpicas cubanas; cuatro pertenecen a esa generación: Odalys Revé, Legna Verdecia, Driulis González y Sibelis Veranes, además de Amarilis Savón, Dayma Beltrán, Estela Rodríguez, Diadenis Luna; lo que más vale y brilla, sin lugar a dudas la época dorada del judo femenino cubano.”

Veo que te entusiasma mucho el judo femenino, a pesar de haber dirigido tantos años a los hombres.

“Pues creo que hacer un poco de historia sobre el judo femenino es hacer justicia. Sus relevantes resultados olímpicos y mundiales, y todas las personas que de una manera u otra han contribuido al desarrollo del judo femenino cubano desde sus inicios, desde aquel Primer Campeonato Nacional de Judo Femenino por invitación celebrado en Matanzas 82.

“De esos resultados se integró el equipo nacional el 10 de enero de 1983, con vistas a participar en los Panamericano de Caracas de ese año, y donde se ganaran cinco medallas: plata y bronce de Regla Poveda en +72 Kg y libre; así como los terceros lugares de Cecilia Alacán, Inés Dantin y Nilda Espinosa.

“Ellas junto a los entrenadores Vicente Leal y Alexis Gago Fondín; y Pedro Chirino como presidente de la Federación Cubana, son los precursores de nuestro judo femenino, que más tarde con el profesor Ronaldo Veitía y su colectivo, alcanzó su máxima expresión, hasta la fecha.

“Sin omitir a la doctora Evelina Almenares, autora de muchos trabajos e investigación en conjunto con los entrenadores que trabajan en esa etapa. Fueron establecidos los medios y métodos de entrenamiento del judo femenino después de 1995.

“Como resultado de ese trabajo, en los Juegos Panamericanos de Indianápolis 87 alcanzamos la primera medalla de oro, y en ese propio año Cuba participa por primera vez en un Campeonato Mundial que tuvo por sede a Essen, Alemania, con cuatro atletas y allí Cecilia Alacán y Estela Rodríguez, se ubicaron en el quinto lugar.“

¿A partir de ahí sobrevendrían los éxitos de las Guerreras del General Veitía?

”Paso a paso. No fue en un día. En el Campeonato Mundial del 1989 se logra el primer oro por intermedio de Estela Rodríguez, en la división libre, así como los bronce de Maritza Pérez Cárdenas en los 52 kgs y Odalis Revé, 66 kgs. A partir de ahí sobrevendrían muchas más en Juegos Panamericanos y Centrocaribeños, los conocidos Gand Prix por Europa como el Villa de París, Campeonatos Mundiales individuales y por equipos, Universiadas Mundiales y claro, los Juegos Olímpicos.

“Sin paralelo, la actuación histórica en el Mundial de Makuhari, Japón, en 1995, cuando Cuba se proclamó campeón por naciones con dos títulos, una plata y cuatro terceros lugares. Driulis y Luna subieron a lo más alto del podio. Fuimos a bailar y bailamos en casa del trompo.”

Me imagino que debe haberte resultado difícil dejar el elenco femenino, ya establecido en el universo del judo.

“Pues sí, pero era una nueva experiencia, ahora yo como director técnico. La máxima responsabilidad era mía. En octubre de 1995, precisamente después del Mundial en Japón, la dirección del INDER decidió que yo pasara para el nacional masculino.

“Acepté por disciplina y por comprender la necesidad de subir el rendimiento entre los varones. Pero no fue fácil dejar un equipo campeón mundial y tercer lugar olímpico: monarca de los juegos continentales y regionales. Dejar 18 medallas mundiales y 4 olímpicas; cifras que irían en aumento según avanzaran los años.

“La experiencia en el femenino me dio mucha perspectiva para iniciar el trabajo en el masculino. Algo importante: cuando trabajamos con las muchachas, teníamos dos grupos: en el primero, las atletas de mayores resultados y compromisos; el segundo, donde se reunían a las juveniles, las de menor experiencia.

“Aunque todo lo hacíamos todos juntos, pero con objetivos diferentes. Ese método creo es el más adecuado; cuando se crean divisiones de atletas por entrenador se crean conflictos de intereses.

“Cuando pasé para el masculino apliqué el mismo sistema que tenía el profesor Veitía y funcionó. Todos estábamos comprometidos con los resultados; se repartían los estímulos entre el colectivo.”

Si bien hubo avances, nunca los hombres han obtenido los resultados de las mujeres. ¿Qué me dices?¿Quiénes, para ti han sido las figuras que marcan la punta del judo (m) cubano, estando tú al frente del seleccionado?

“Eso no ocurre solamente en Cuba sino otros muchos países. En los Juegos Olímpicos de Atenas las japonesas obtuvieron 5 medallas de oro, hasta hoy el mejor resultado histórico de un equipo femenino. China tiene 20 preseas olímpicas, 8 de ellas de oro. Todas son del femenino.

“Lo contrario también sucede. Muchas naciones que son potencias del judo no tienen judo femenino; por ejemplo los atletas de la ex Unión Soviética son muy fuertes entre los hombres.

“También hay que tener en cuenta que, paradójicamente, en las competencias participan más hombres que mujeres. Sólo hay que echarle un vistazo a la participación en los Mundiales y Olimpíadas: participan más hombres que mujeres. No es lo mismo un organigrama de 16 ó 32 competidores que de 64.

“La posibilidad que tienen las damas de entrenar con varones, les ofrece una mayor fuerza; les favorece pues no es lo mismo tratar de derribar a un hombre que a una mujer. Los varones para superarse, ¿qué hacen?: competir con otro hombre.

“A esto añádele que potencias como Japón, Francia, Brasil tienen todo un arsenal para su preparación. Tienen poder económico, recursos. Hacen estudios de los contrarios y según el análisis: si son zurdos o derechos, altos o pequeños, montan el plan de competencia. Además de contar hasta con tres figuras por división.

“Pero también hay que tener en cuenta que el éxito en el deporte no siempre es el resultado de haber hecho las cosas bien, así como el fracaso tampoco es consecuencia exclusiva de un error. En un deporte como el judo, se debe entrenar al máximo, como si la suerte no existiera.

“En el deporte, al igual que en la vida, existen cosas que podemos controlar y otras que están lejos de este dominio. Te pongo un ejemplo: Yordanis Arencibia. Por mucho, ha sido un grande. Es el atleta de más medallas mundiales y olímpicas; sin embargo, jamás alcanzó el primer lugar en Mundiales ni Juegos Olímpicos. Es, sin discusión, de los judocas más técnicos del mundo, pero en su época se hacía lucha no judo. ¿Entiendes?

“Por suerte para el deporte se logró quitar eso tan negativo que iba en contra de los principios del judo. Por sus características dinámica y técnica le era difícil cuando tenía un rival que le hiciera lucha en vez de judo; era de baja estatura, muy rápido y técnico – táctico. Hoy, con el actual reglamento sus rendimientos hubieran sido diferentes pero cada cosa en su época.

“Tuvo dos momentos importantes para ser campeón en Atenas 2004 y en el Mundial de Río de Janeiro 2007. Su preparación para la cita helénica no fue la más apropiada cuando estaba en la etapa óptima . Hay ejemplos en el deporte que demuestran que existen circunstancias y momentos.

“Por decisión de la dirección del Inder, después de estar en Moscú y por llevar dos cajas de tabaco, recibió una sanción; la medida fue que no participara en la gira europea que contemplaba ocho torneos de primer nivel. Hizo algunos combates en otros torneos de bajo nivel sin contrincantes de altura.

“Para colmo, en la final ante el estelarísimo yudoca brasileño Joao, una decisión arbitral de la que todavía se habla, lo privó de la medalla.”

(No ha sido sólo el caso de Yordanis el que ha recibido este tipo de sanción por acciones de este tipo. Cierto es que existe un reglamento disciplinario que hay que cumplir pero si nuestros deportistas (y no sólo ellos) intervinieran en los eventos con una dieta justa, no habría necesidad de llevar tabacos; además, ¿quién prueba que dos cajas, sólo dos cajas, no eran para regalarle a un colega de otro país? ) ¡En fin, el mar!

¿Figuras, momentos, hazañas, dirigiendo tú al elenco varonil?

”Resumir tantos años de trabajo (21 años en total con los muchachos) en pocas cuartillas conduce al error de dejar muchas cosas por decir. Me arriesgo, no obstante. Por ejemplo, Manolo Poulot quien conquistó la primera corona en Mundiales, hecho acaecido en Birmingham, Inglaterra 99, hecho sin precedentes en la historia del judo masculino. Su tercer lugar en los Olímpicos de Sydney 2 mil. Oro en los Panamericanos 99 y campeón centroamericano en 1998.

“También está Asley González, medalla de plata en los Juegos de Londres 2012, algo que no se alcanzaba desde Moscú 80. Él conquistó el segundo título en Mundiales para Cuba tras imponerse en Río 2013; bronce en París 2011. Es el atleta más ganador de medallas en Gran Slam y Grand Prix, eventos creados después del 2008. Fue designado como mejor deportista de Cuba en el 2013, por primera vez en la historia del judo masculino. Es subcampeón dos veces de los Juegos Panamericano 2011 y 2015.

“Antes de Asley, conjuntamente con Poulot, sobresalió Yordanis Arencibia, para mí de lo más grande que hayamos tenido en el tatami, conjuntamente con el campeón olímpico Héctor Rodríguez 'Coquito'. Claro, diferenciando las etapas.

“Por supuesto, Yordanis Arencibia, campeón en el Mundial Juvenil de Cali,Colombia; tres medallas de bronce en Mundiales Senior 1999, 2001, 2003, y plata en Río 2007, y sus preseas de bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008, lo convierten en una figura inolvidable.

“Está Israel Hernández, igualmente doble bronce olímpico. Y, más recientemente, Óscar Brayson, tercero en Beijing 2008 y subcampeón mundial en Holanda 2009; multititular panamericano y centrocaribeño”.

Prácticamente conoces a todos los exponentes jóvenes del equipo actual, ¿qué crees de ellos? ¿se avizora algún campeón?

“Siempre hay figuras que impresionan, se trabaja desde la base, se enfatiza en los juveniles. Por ejemplo está José Armenteros, campeón mundial juvenil en Sudáfrica 2011 y subtitular del orbe de mayores en Rusia 2014; medallas de oro centroamericano y bronce de los Juegos Panamericanos Toronto 2015.

“Oreidis Despaigne, Yosvany Despaigne, Ángel V. Sánchez Armenteros, Iván Silva y Alex García se unen, entre las figuras prometedoras”.

A estas alturas de tu rica vida, podrías decirme algo que guardes muy dentro de ti, ¿alegría o tristeza?

“Me voy por la alegría: haber logrado el segundo lugar por países en el Mundial Birmingham 99; ganar todas las medallas de oro en los Centroamericanos y del Caribe Maracaibo 98; algo que se lograba por segunda vez en la historia del judo masculino. Imponernos en los Panamericanos Winnipeg 99 y Río de Janeiro 2007; en la historia sólo se ha ganado tres veces. Hay otros momentos exitosos pero éstos son los más sobresalientes.”

¿Qué te ha dejado el judo masculino?

“Imagínate, haber alcanzado 20 medallas entre olímpicas y mundiales en el judo masculino como DT demuestra que la osadía del cambio del femenino al masculino, valió la pena.

“Estoy orgulloso de mis colegas que integraban el colectivo de dirección: Lázaro González, ya fallecido; Héctor Rodríguez y José Ibáñez, y otros muchos que hoy están todavía con el equipo.

“Haber alcanzado 28 metales en Centroamericanos y del Caribe, 33 en Panamericana, 6 en Juegos Olímpicos y 19 en Mundiales: desde 1999 al 2014 fueron conquistadas medallas en Mundiales de mayores .

“Estar en el selecto grupo de entrenadores en Cuba de todos los deportes en lograr medallas, sucesivamente, en 6 Juegos Olímpicos desde Barcelona 1992 a Londres 2012.

“Y algo no menos importante: haber formado generaciones de judocas con principios éticos, morales, personas decentes, honradas, con amor a su bandera.”

Todos esperábamos el oro en Londres con Ashey González, ¿qué pasó? ¿eso fue un gran dolor para ti?

“Teníamos confianza en esa medalla de oro por los resultados de Asley y su temperamento. Había un plan de entrenamiento trazado desde un inicio con una última etapa en Japón y Francia, en la que finalmente sólo permitieron participar a los tres atletas clasificados, Asley González, Oreidis Despaigne y Óscar Brayson. O sea, Asley no tenía pareja para entrenar”.

Granma/ Ricardo López Hevia

Sin un UKE (judoca pareja de entrenamiento), ¿cómo hacía los combates?, ¿no luchaste, no explicaste?

“¿Qué tú crees? ¿Y sabes cuál fue la respuesta?: 'Lo tomas o lo dejas. ¡Va así o no va!' Dime. Saca tus conclusiones. Así estuvimos 12 días en Japón. Fue bueno, había bastantes judocas de calidad. El 90% del entrenamiento era Randori (práctica libre), no afectó mucho; pero después tuvimos que ir directamente para Francia ( no había presupuesto para regresar a Cuba ni para pagar un campo de entrenamiento galo) y de ahí a Londres.“

Y en París, ¿se quedaron sin entrenar a días de comenzar los Juegos Olímpicos?

“Por gestiones personales resolvimos en Besanzón, en un Club que nos ofrecía hospedaje y alimentación, con el inconveniente de que como era período vacacional, no había con quién entrenar. Gracias a Dios que apareció un francés de 90 kg que era fan a Asley y se prestó a entrenar con nosotros en las mañanas.

“No sólo fue Asley el perjudicado. Puedo afirmarte que si Brayson hubiera tenido un peso pesado que hubiera podido entrenar con él, los resultados hubieran sido mejores que su séptimo puesto olímpico.”

A pesar de haber conocido de nuestro movimiento deportivo por casi cuatro décadas, aún yo me sorprendo de cosas como éstas. Cada día puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que el deporte cubano es el mejor del mundo. ¿Cómo no va a poderse enviar un UKE para un hombre con todas las posibilidades de ser campeón olímpico? ¡Es tan increíble como lo de las cajas de tabaco de Arencibia! ¿no creen?

“Asley es uno de los atletas más talentosos que hemos tenido. Va por su tercer ciclo olímpico, tiene maestría deportiva y un excelente nivel. Pienso que con una preparación adecuada, y sin lesiones, pudiera subir al podio olímpico en Japón ”

Juventud Rebelde/ Marcelino Vázquez

¿Por qué, tras Río 2016, te retiras?

“Yo no estoy jubilado ni tengo edad para ello. Gozo de perfecta salud física y mental, gracias a Dios y hago ejercicios todos los días y sobre todo, me pongo mi kimono.

“En octubre del 2016 fui liberado del cargo de jefe de cátedra del judo masculino por renovación, es la palabra exacta. Aunque en honor a la verdad la propuesta fue que continuara como entrenador del equipo nacional masculino, y además yo estuve de acuerdo.

“Creo que por mi experiencia y resultados en el deporte todavía podía brindar mis conocimientos, que están basados en resultados olímpicos y mundiales. Hoy nuestro deporte necesita de entrenadores con experiencia y conocimiento del judo mundial, amén de los resultados. Pero después pasé a realizar otra función, hasta mi llegada a México.

“Creo que el judo cubano, por sus resultados históricos, sustentado sobre una sólida base, cuenta con el apoyo de las autoridades deportivas, es priorizado por sus resultados olímpicos y mundiales. Tiene que luchar por, al menos, mantener sus resultados y por ocupar una cima olímpica.

“Para los que hemos cimentado esos grandes resultados del judo cubano apreciaríamos con orgulloso el haber capacitado el relevo con eficiencia. Y veo el futuro promisorio”.

¿Labor actual de Justo Noda, quien mantiene su negro y poblado bigote, igualito que el de hace casi 40 años?

“A solicitud de la Federación Internacional de Judo y aprobado por la Federación cubana fui autorizado por el INDER a prestar este servicio por la IJF. Soy el director técnico del Centro Internacional de Entrenamiento en México. El trabajo no es como entrenar un equipo o atletas determinados; es algo más dócil, no es lo que estaba acostumbrado a hacer durante los 32 años que estuve como técnico de las selecciones olímpicas en Cuba. Yo no entreno a ningún atleta de ningún país.

“Se trata de fundamentar qué es el judo, su desarrollo. En 2017 participaron 11 países, 160 atletas, 10 entrenadores, 5 paramédicos; además se realizaron 10 concentraciones con 374 judocas.

“Medallistas olímpicos y mundiales trasmitieron sus experiencias competitivas. Fueron celebrados 25 topes de control, con el objetivo de actualizar los conocimientos de los entrenadores participantes, se realizaron conferencias y clases prácticas; se expusieron los temas metodológicos esenciales del judo.

“Los beneficios para los países de menos recursos son grandes, incluyendo a Cuba, que fue el primer país que estuvo en el centro. En este momento hay posibilidad para tener atletas permanentes hasta los Juegos Centroamericanos y de Caribe, así como 20 plazas de la ODEPA (Organización Deportiva Panamericana) para impartir cursos y seminarios para entrenadores y árbitros con todos los gastos incluidos de hospedaje y alimentación, cubiertos por la Federación Internacional.”

Aún trabajando fuera del país, este incansable entrenador continúa luchando por el desarrollo del judo cubano. Bien por el profesor MSc. Justo Noda Barreto, octavo dan, con quien debemos seguir aprendiendo y tomando experiencias.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos