Jonny Venters regresó a Grandes Ligas después de un profundo exilio de seis años donde pasó por tres cirugías Tommy John (reemplazo del ligamento colateral del codo por un tendón del antebrazo). Venters, quien firmó un contrato de liga menor con los Rays de Tampa Bay fue llamado en la tarde de este miércoles al roster de 25 de los Rays y entró en la 6ta entrada en Camden Yards ante los Orioles y retiró a Chris Davis con un rodado al campo corto.
La alegría no podía ocultarse de su rostro y la noticia de su regreso se convirtió en una gesta de sacrificio y voluntad, de perseverancia sobre la adversidad.
Cuando Venters era uno de los mejores especialistas zurdos del béisbol entre 2010 y 2012 (Bravos de Atlanta) llegó una de sus primeras lesiones, sin embargo, la salud no le acompañó y su prometedora carrera quedó tristemente silenciada.
De todas formas, Venters volvió. Un regreso que vale más que todo lo prometedor que él mismo fue. Que sus dos temporadas lanzando para menos de 2.00 de efectividad y su tasa de ponches de 10.1 por cada nueve entradas. A sus 33 años, este regreso no entra en las nominaciones a "Regreso del Año" más bien este ejemplo ha sido una excepción en la regla por lo que Venters podría aspirar a un "Regreso del Lustro", un ciclo superior a cinco años de activar a la oscuridad en carne propia y desafiarla.
Fueron 2.028 días alejados del solitario montículo en otro lugar solitario. La última vez que Venters lanzó aún no debutaban José Fernández, Nolan Arenado o Mookie Bets. Venters es el primer lanzador de todos los tiempos que vuelve después de tres cirugías Tommy John.
Venters protagonizó uno de los regresos más emocionantes en la historia de Grandes Ligas. Rompiendo la ley dialéctica de la transformación de la posibilidad en realidad.
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