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"Muchas veces lloré de emoción al ver a un atleta de los nuestros lograr su sueño" (ENTREVISTA)

Entrevista con el fisioterapeuta deportivo Miguel Enrique Durand.

Fisioterapeuta cubano Miguel Enrique Durand Cabanas © Facebook/ Miguel Enrique Durand Cabanas
Fisioterapeuta cubano Miguel Enrique Durand Cabanas Foto © Facebook/ Miguel Enrique Durand Cabanas

Este artículo es de hace 5 años

Muy importante, yo aseguraría que decisivo, es el trabajo del fisioterapeuta como parte de la tríada médica que atiende a un deporte, a un equipo, a un atleta. Médico, psicólogo y fisio integran dicha tríada y puedo asegurarles que los deportistas acuden a ellos como si fueran parte de su familia; de hecho, lo son.

Hoy CiberCuba entrevista a uno de los “masajistas” más carismáticos del deporte cubano, Miguel Enrique Durand “el loco”.

Con sus ojos azules saliéndose de sus órbitas, Durand lo mismo da un necesario masaje que introduce la mano de un púgil en barro, aplica corriente, o se ocupa de los calores en la espalda.

He visitado en varias ocasiones la conocida por Finca del Wajay, verdadero templo donde los púgiles cubanos entrenan por mantener su condición de nave insignia de nuestro movimiento deportivo. Allí se respiran los Alcides Sagarra, Teófilo Stevenson, Adolfo Horta. Allí las generaciones de exitosos boxeadores se suceden. Y en esos triunfos se hallan los fisioterapeutas; uno de ellos, nuestro entrevistado de hoy.

“Nací en La Habana hace 42 años. Mis padres, médicos, nos inculcaron a mi hermano y a mí el amor por la Medicina, que siguiéramos el ejemplo de ellos. Mi hermano se inclinó por la Ingeniería; yo hice las pruebas de ingreso para obtener Medicina en el año 1993, cuando terminé el Preuniversitario, pero no lo conseguí.

“Tras dos años de Servicio Militar decidí estudiar técnico medio en Enfermería, primero por embullo y después para poder prepararme mejor y aspirar a la carrera de Medicina.

“Finalizo Enfermería en el año 1999 y me ubican en el Instituto de Hematología e Inmunología donde estoy hasta el año 2002 que comienzo en el centro de entrenamiento de alto rendimiento Cerro Pelado como enfermero.”

Entonces, ¿es a partir de ahí que comienza tu vinculación con la actividad deportiva? ¿te gustaba el deporte?

“Yo siempre fui aficionado a los deportes y mi padre fue uno de los que me impulsó para que fuera a trabajar con atletas. Incluso me dijo que ya se había convencido de que no sería médico, pero que en Medicina Deportiva debía superarme, no quedarme como enfermero.

“Empecé a hacer amistades con atletas, entrenadores, médicos, fisioterapeutas, psicólogos. A partir de ahí tomo conciencia de la importancia del fisioterapeuta en el alto rendimiento, en un equipo deportivo.

“Decido entonces estudiar la Licenciatura en Fisioterapia y Rehabilitación, carrera que comienzo en el 2004, y ese mismo año, a la par que estudiaba, entro en la Finca del Wajay a laborar como enfermero.

“Por supuesto que me acerco a los fisioterapeutas, veo las maravillas que podían hacer con sus manos y su talento; aprendo, me asesoro, y poco a poco, me permiten practicar con algunos atletas; claro, las cuartas o quintas figuras de cada división.

“En aquel momento había 60 púgiles y un entrenador, Julián González Cedeño, se brindó a ser mi conejillo de indias. Me dijo: 'Miguelón, vas a aprender conmigo pero, caballo, llévame suave; no quiero terminar en silla de ruedas' y así fueron mis inicios como fisioterapeuta.”

¿Cuándo es que comienzas, no a practicar, sino a que te tomen en cuenta como “masajista”?

(Quiero aclarar que a los fisioterapeutas no les gusta que le digan masajistas; tampoco son fisios, pues ese diminutivo se le da al doctor especializado en la materia, no a los técnicos; pero en aras de buscar sinónimos me voy a tomar la libertad de decirle fisio a Miguelón).

“En el año 2006, cursando el segundo año de la Licenciatura (yo tenía un técnico básico en fisioterapia que te permite trabajar como tal), paso oficialmente de enfermería a fisioterapia, y me envían a laborar al Canal de remo y canotaje en la Coronela, con el equipo de canotaje juvenil. Allí permanecí 3 años, hasta mediados del 2009.”

¿Regresas entonces a tu amado boxeo?

“No. Termino la Licenciatura en Fisioterapia y Rehabilitación y me trasladan para la esgrima, donde estoy desde octubre del 2009 hasta mayo del 2010 cuando retorno a la Finca."

Sin restarle importancia a la esgrima, el cambio resultó un premio porque no por gusto el boxeo es la nave insignia del deporte cubano.

“Así es. Pero además es mucha más responsabilidad. Antes yo era estudiante, aprendiz, no tenía en mis manos a las principales figuras. Ahora el panorama cambiaba. Una equivocación podía costar un oro olímpico.”

Además, entraste en una época, de las muy pocas, que el boxeo cubano ha estado en baja, tras la partida de varios de sus principales exponentes. Prácticamente hubo que adelantar a boxeadores juveniles a planos mayores, algo que puede ocasionar lesiones o molestias.

“En efecto, así mismo era; pero no puedes imaginarte lo que representó para mí ser parte de la resurrección del boxeo cubano. Me enorgullece pensar que yo, con mi trabajo, colaboré con ese regreso a la cima...”

No puedes imaginarte lo que representó para mí ser parte de la resurrección del boxeo cubano. Me enorgullece pensar que yo, con mi trabajo, colaboré con ese regreso a la cima

Seguramente muchos te ayudaron en tu quehacer diario.

“Por supuesto. El fisioterapeuta Richard Calderín, el psicólogo Julio Ordoqui, quien venía conmigo desde el Canal de Remos, el doctor Lázaro Bartolo, entre una lista bien larga de técnicos y especialistas”. Experiencia nacional e internacional.

“Ahí si hay: Cinco Campeonatos Nacionales Playa Girón, cinco Torneos Internacionales Córdova Cardín y cuatro copas 'Roberto Balado in memoriam', entre otros eventos que se desarrollan en Cuba.

“Internacionalmente atendí a mis muchachos en una gira europea por Bulgaria, República Checa, Italia y Kazajastán así como tomé parte en una eliminatoria mundialista. Estando con los canoístas asistí al Preolímpico para Beijing 2008 que se escenificó en Montreal, Canadá.

“Pero, lo que más he disfrutado son las tres experiencias en Juegos Múltiples a las que he asistido: los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, los Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016”.

En mi última visita a la Finca no te vi. Me dijeron que estabas en el Cerro Pelado, ¿qué pasó?

“Después de Río, al terminar el ciclo olímpico, a solicitud mía, cambié de deporte por razones familiares. Me ubicaron en la lucha femenina hasta que en enero del pasado 2017 partí hacia donde estoy, Arabia Saudita, prestando mis servicios, bajo un contrato libre de trabajo.

“Estoy bien. Es una experiencia nueva. Trabajo con el boxeo. Realmente es un país algo difícil por el tema de religión y costumbres, pero nos han tratado bien al grupo de cubanos que estamos aquí. Conmigo están los entrenadores Esteban Cuéllar, Yoelis Leal y el campeón olímpico Maykro Romero.

“Laboro con el boxeo. Es un equipo sin mucha experiencia, o sea, tenemos que prácticamente, construir el boxeo árabe desde cero. A nosotros nos han acogido con respeto y consideración gracias al aval que tiene Cuba, donde proliferan los titulares olímpicos y mundiales.”

Allí pones en práctica todos tus conocimientos. A propósito, yo sé la importancia de un buen fisioterapeuta en el resultado de un atleta. ¿De qué se encarga un especialista como tú?

“La labor del fisioterapeuta es vital, muy importante; por supuesto, los médicos y los psicólogos no lo son menos ni mucho menos. Nuestras tareas se acoplan; por eso formamos la imprescindible tríada médica de la que tanto se habla.

“En mi caso tenemos dos misiones fundamentales: el trabajo profiláctico y el curativo. La labor profiláctica, como su nombre lo indica, se desarrolla antes de comenzar el entrenamiento, cuando aplicamos estiramiento muscular, masaje de activación o sea, preparamos al atleta para el calentamiento pre-entrenamiento.

“En la recuperación, tras el entrenamiento, aplicamos estiramiento muscular, masaje con hielo, masaje de recuperación. Por ejemplo, en el caso del boxeo, tratamiento con agua helada y parafina, conocido por baños de contraste en las manos para evitar la lesión principal del púgil llamada 'síndrome de impactación de los carpos', producto del constante golpeo con las manos.”

Este trabajo es, como dices, profiláctico, en evitación de lesiones. ¿Cómo se desarrolla tu labor con un atleta lesionado que hay que recuperar al plano competitivo?

“Es básica nuestra labor como puedes imaginar. Cuando un deportista sufre una lesión, lo recuperamos, lo rehabilitamos para regresarlo al entrenamiento y a la competencia.

“Resulta fundamental, asistirlo, pero te insisto que para el fisio lo más importante es evitar las lesiones. Hay que estar al tanto de si un atleta calienta bien o no; si se recupera correctamente si viene de sufrir una lesión

“Te puedo afirmar que una ligera distensión puede transformarse en una ruptura muscular que te aleje hasta tres meses del entrenamiento y, por ende, conlleve hasta perder una competencia fundamental”.

Una ligera distensión puede transformarse en una ruptura muscular que te aleje hasta tres meses del entrenamiento y, por ende, conlleve hasta perder una competencia fundamental

¿Es imprescindible entonces la función del fisioterapeuta con el rendimiento deportivo, por ejemplo de los boxeadores?

“En todos los deportes, la triada médica lo es”.

¿Es duro el trabajo en la Finca para técnicos como tú que no viven allí?

“Durísimo, un lugar distante, en las afueras de La Habana, en el Chico, después del Wajay.

“Yo me levantaba todos días a las cinco de la mañana, y entre una cosa y otra, a las 7 y 30 ya teníamos que estar todos listos, jefe de entrenadores, médico, psicólogo, técnicos y boxeadores.

“Después del trabajo pre entrenamiento, sobre las 9 y 30 de la mañana, ¡a trabajar en la recuperación de los atletas!; a las 2 pm, todo listo para el segundo entrenamiento hasta las 3 y 30 de la tarde. A esa hora, a repetir el ciclo hasta el último púgil.

“Voy a acotar algo de mi experiencia de 40 años entre estadios, pistas, canchas y rines de boxeo o colchones de lucha y judo. Cualquier país desarrollado cuenta en su delegación con un gran número de fisios. Incluso, hay deportistas que cuentan con uno solo para ellos; Rioko Tamura, la excepcional judoca japonesa, por sólo poner un ejemplo, lo tenía. Nuestros equipos van con uno solo cuando se trata de Campeonatos Mundiales, torneos de un deporte determinado. Únicamente en eventos múltiples se hacen colectivos de fisioterapeutas. Explico esto para que puedan imaginar uno solo de estos magos con un seleccionado de voly, de básquet, o una delegación de atletas o boxeadores.

Cualquier país desarrollado cuenta en su delegación con un gran número de fisios. Nuestros equipos van con uno solo cuando se trata de Campeonatos Mundiales, torneos de un deporte determinado

¿Cómo se desarrolla un día de trabajo en competencias en el extranjero?

“En el extranjero, en los viajes, la tarea es ardua. Desde el amanecer y son las 12 de la noche y estás aún estás trabajando. Es el entrenamiento, prepararlos y dejar listo a los atletas que compiten al día siguiente; o el que terminó, recuperarlo.

“Siempre algún atleta tiene alguna lesión o molestia, y entonces a darle tratamiento. En los eventos múltiples, fácilmente nos acostamos a las 3 am para estar de pie antes de las 7. Menos de cuatro horas de sueño pero, a pesar del cansancio, te sientes feliz al ver los resultados.

“Y cuando los deportistas te agradecen tu trabajo; ése es el mejor de los pagos. Que te digan: 'Miguelón, gracias a ti tengo este oro en el pecho'. Te confieso que muchas veces lloré de emoción al ver a un atleta de los nuestros lograr su sueño, ver su alegría para contigo, y saber que tú luchaste por eso.”

A propósito, ¿cómo ha sido tu vida entre los deportistas cubanos? ¿te dan mucho trabajo?

“Los púgiles, por ejemplo, seis años junto a ellos. ¿Qué no sabré? Son muchachos jóvenes, 'jodedores', bromistas; algunos más serios, pero en sentido general, me veían como un hermano más, como alguien que siempre estaba junto a ellos en cualquier momento.

“A mí me decían 'el loco' porque no paraba de trabajar, pero yo siempre los aconsejaba. Si había alguno un poco descarrilado le hablaba y le explicaba la importancia de ser disciplinado. Mira si nos queremos y respetamos, que a pesar de no seguir con ellos, ahora, incluso, fuera de Cuba, nos mantenemos en contacto, chateamos.

“No sólo los púgiles; también los del canotaje, los de esgrima, las niñas de la lucha. Es más, de otros deportes a los que atendí en los eventos múltiples.”

Es verdad. Puedo atestiguar lo sociable que es Miguelón.

¿Cuáles son tus planes? ¿Regresas? ¿Quisieras volver a ser uno de los fisioterapeutas del boxeo cubano?

“Claro que sí. Y mucho me gustaría trabajar de nuevo con los boxeadores cubanos. Amo la Medicina Deportiva Cubana. Me gusta trabajar con cualquier equipo cubano de cualquier deporte. Donde se forjan los campeones cubanos, ahí me gusta trabajar. Esto es transitorio. He estado trabajando por 14 años con el deporte cubano. ¿Cómo no lo voy a querer?

“El Instituto de Medicina Deportiva cubana, con directores de la talla del fallecido doctor Mario Granda y el actual Jorge Pavel Pino; y el doctor en Fisioterapia Lázaro Ramos, nuestro jefe directo; encabezan un grupo que sostiene en alto el nivel del deporte cubano, y por supuesto que para mí sería un orgullo, al regresar, volver a laborar allí”.

Regresar con tus boxeadores es uno de tus sueños. ¿Tienes otros?

“Pues sí, aumentar la familia. Aparte de mi papá que tiene 86 años, el doctor Durand, y mi hermano y primos, tengo una niña de dos años y medio, y quiero que no crezca sin un hermanito. Vamos a ver qué dice la mamá de eso.”

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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