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Turista argentina cambió Cuba por Jamaica y terminó sus vacaciones al borde de la muerte

A casi cuatro años del trágico incidente, la víctima recuerda lo sucedido y agradece el apoyo. 

Ana María Arroyos © Facebook / Ayudemos a Ana María
Ana María Arroyos Foto © Facebook / Ayudemos a Ana María

Este artículo es de hace 5 años

Una ciudadana argentina y su hija tenían previsto realizar un “viaje soñado” a Cuba, cuando una oferta de un crucero con destino a Jamaica les hizo cambiar de opinión. Las vacaciones perfectas terminaron en una pesadilla, que necesitó de la ayuda de usuarios de Facebook para recaudar dinero. A casi cuatro años del trágico incidente, la víctima recuerda lo sucedido y agradece el apoyo.

En abril de 2015, Ana María Arroyos y su hija, María Celeste, se embarcaron en un crucero en Miami, Estados Unidos. Apenas cuatro horas habían pasado desde que el barco zarpó, cuando Ana comenzó a experimentar un fuerte dolor en la barriga.

“De repente me agarró un dolor de panza muy fuerte y corrí al baño". Luego, “quedé tirada en el piso, no me podía levantar, ya me faltaba el aire", comentó Ana a Infobae.

La hija, inmediatamente, localizó a los trabajadores del departmento de enfermería dentro del crucero. Sin embargo, la persona que fue a buscarla a su camarote no era un profesional de la salud, sino un camarero que solicitó casi 500 dólares por el servicio de traslado.

Una vez en la enfermería -donde nadie hablaba español-, le intentaron inyectar morfina, a lo cual Ana hizo resistencia. “Yo pensé: si me dan morfina me van a tapar el cuadro y me voy a morir”, relató.

Ana y su hija pasaron el resto de la noche en el camarote, sin ninguna señal de mejoría. A la siguiente mañana, regresaron al cuerpo médico donde solicitaron un análisis de sangre, pero “no había cómo”. Finalmente, se le comunicó que estaba padeciendo de una gastroenterocolitis aguda. Según el diario, sólo días después se percataron de que el diagnóstico era completamente errado.

"Celeste llamaba cada cinco minutos desde el camarote y le decían tu mamá está bien. Cuando mi hija vino a verme le dijo a la médica: '¡Cómo que está bien, si dice que no puede respirar!'. La doctora le contestó que no entendía español".

Ante tan desesperada situación María Celeste realizó una serie de llamadas y logró comunicar con la embajada de Argentina en Jamaica. Gracias a este accionar, los funcionarios de su país lograron bajar a ambas pasajeras del crucero en Ocho Ríos. Sin embargo fueron trasladas con esposas, al parecer por tener conductas “erráticas” y “conflictivas” en la embarcación

"Estuve al borde de la muerte en ese crucero, literalmente, y en vez de contenernos nos trataron como delincuentes", recuerda.

Ana fue trasladada finalmente, a un hospital privado donde le realizaron una cirugía de urgencia. Según Infobae, la turista argentina sufrió de una apendicitis que, con el correr de los días, se había convertido en peritonitis y provocado una sepsis generalizada.

La estancia por noche en la clínica jamaiquina tenía un valor de 4.000 dólares. Ante el alarmante precio, amigos y familiares de Ana comenzaron a recaudar dinero e inclusive, crearon un grupo en Facebook titulado "Ayudemos a Ana María".

El caso de Ana llegó a los medios, y en conjunto con la labor desplegada por sus allegados y la comunidad de Facebook, pudo ser enviada al Sanatorio Finochietto en coma inducido. Al llegar a Buenos Aires, se le realizó una traqueotomía y al mes, pudo salir de la instalación.

Según Ana los mensajes y la ayuda de los casi 7.000 usuarios de Facebook que se unieron al grupo, la ayudaron inmensamente en su recuperación. Como muestra de aprecio la argentina continúa escribiendo en el grupo a quienes cataloga como “hermanos de la vida”.

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