Unos 800 cubanos partieron este miércoles desde Tapachula (Chiapas) rumbo a Ciudad de México, en la caravana denominada "Viacrucis Migrante 2019".
"Vamos con los amparos, pero igual con amparos han sido detenidos los cubanos y los han deportado", ha declarado a un medio local un migrante de la Isla, que precisó que ya lleva 38 días varado en la frontera sur.
Bajo el lema "Por la dignidad y el respeto de los derechos humanos" quieren romper, a bordo de autobuses turísticos, el cerco que ha establecido el Gobierno mexicano con los puestos de revisión sobre la carretera federal desde Tapachula hasta el estado de Oaxaca.
Una vez que lleguen al Distrito Federal presentarán una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por una serie de irregularidades a las que se han enfrentado miles de cubanos durante el proceso de solicitud de un salvoconducto para cruzar el país.
Desde allí, los miembros de la caravana pretenden arribar a Ciudad Juárez (Chihuahua) y Tijuana (Baja California) para tramitar su salida legal del país y pedir asilo político en Estados Unidos.
Los migrantes han responsabilizado a las autoridades mexicanas de lo que les pueda pasar a los integrantes de la caravana.
Algunos han declarado a la agencia Efe que esperan que México no se deje manipular por el Gobierno cubano, y piden que se miren en el espejo de Venezuela y de cómo está la nación sudamericana por guiarse por los dictados de Cuba.
La Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de Migración emitieron el martes un comunicado para informar que en la localidad de Mapastepec (Chiapas) fue instalado un campamento donde se atiende a migrantes en proceso de regularización para que puedan permanecer en territorio mexicano.
Una vez que se les otorgue la tarjeta de visitante regional con permiso laboral, los migrantes podrían emplearse en los estados del sureste mexicano.
Sin embargo, varios cubanos insisten en que nos les interesa quedarse a vivir ni a trabajar en México y que lo que necesitan es llegar a la frontera norte para pedir asilo político en Estados Unidos.
Recuerdan que la Constitución mexicana les da el derecho de transitar libremente por el país y que no se quedarán en México solo para complacer al Gobierno mexicano.
El denominado "viacrucis" cubano pretende avanzar con "los amparos" para evitar ser detenidos y deportados a la Isla por el Instituto Nacional de Migración, que ya ha retornado a casi 300 cubanos en menos de un mes.
Muchos migrantes cubanos en México creen que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene un acuerdo con el Gobierno cubano para no permitir su paso y además favorecer que sean retornados a la Isla.
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