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Ethiel Failde: Trabajar con Lizt Alfonso “ha sido una gran experiencia que ojalá se repita”

“Yo me veía como en un sueño y es que para mí trabajar con Lizt Alfonso supuso una quimera que uno no alcanza a plantearse por lo lejano que suele ser”.

Ethiel Failde © Facebook / Ethiel Failde
Ethiel Failde Foto © Facebook / Ethiel Failde

Este artículo es de hace 4 años

Ante mí, un muy apuesto joven de 27 años, entre indio y moreno, ojos risueños, pícaros, largas pestañas, estatura mediana: Ethiel Fernández Failde, conocido por Ethiel Failde.

Tuve la oportunidad de conocerlo a través de la maestra Lizt Alfonso, pues él compartió escenario con la compañía de la afamada directora en un periplo realizado recientemente por Canadá.

Ethiel pertenece a una familia eminentemente musical: su tatarabuelo Miguel Failde es conocido por ser el creador del danzón, su bisabuelo Cándido Failde era profesor de violín, su tío Arístides Failde, violista, clarinetista y director de Banda Provincial de Conciertos de Matanzas, y su mamá, Bertha María Failde, fue una férrea defensora del danzón, el baile nacional cubano.

Ethiel, pues, ha heredado música de la buena, de esa que escuchamos con placer todos los auditorios. En el ya lejano siglo XIX su tatarabuelo, Miguel Faílde, al crear el danzón, dio la clarinada, ahora en el XXI, Ethiel traslada de su torrente sanguíneo a los instrumentos, el sabroso género musical.

“Mira, nosotros interpretamos todos los géneros de la música cubana, con especificación en el danzón y sus derivados: chachachá, danzonete y mambo, pero también tocamos salsa, son y guaracha”.

¿Te fue muy difícil asumir ramificaciones de la música española para acompañar a Lizt en su gira por Canadá? ¿Cómo se concretó esa alianza que tan buen resultado dio?

Lizt y yo nos habíamos escrito, a raíz del programa Bailando en Cuba, le ofrecí para trabajar con ella.

“Imagínate cuando recibo un mensaje en septiembre para conversar artísticamente. En octubre se materializó el primer encuentro y es cuando me habla de un tradicional periplo que su compañía realizaba por Canadá y que esta vez incluiría dos espectáculos diferentes: ¡Cuba Vibra! y Lumière”.

Me imagino tu rostro, tus deseos de hacer, tus quimeras convertidas en realidad: trabajar con la maestra Lizt Alfonso y… ¡en dos espectáculos!

“Así es, un reto grande. Éramos ocho de catorce músicos de mi agrupación, nos tuvimos que multiplicar: treinta y siete temas musicales que había que asumir, entre ellos algunos tan alejados de nosotros como el flamenco, las bulerías, el pasodoble. Todo, con solo un mes y medio de reparación”.

¿Y cómo te fue con Lizt?

“Chica, con ella asumes tu trabajo, pero puedes dar consejos, opinar, tener iniciativas, pero, lo fundamental es que tienes que musicalizar lo que ya está montado, todo es en función de las coreografías.

“Después que conoces y dominas el repertorio, haces las aportaciones teniendo en cuenta la mente ágil de Lizt, mujer por demás muy inteligente y sabedora de lo que hace y por qué lo hace”.

Es muy abierto al hablar Failde. La sinceridad emana por cada poro de su piel, pero, además, conozco a Lizt muy bien para saber que lo que dice es cierto. Así ha cosechado triunfo tras triunfo esta muchacha cubana que, como muchos, venimos de la Madre Patria.

¿Tu valoración de la gira por Canadá?

“Fue precioso todo, funcionamos como un todo, en simbiosis, bailarines y músicos. Era increíble cómo, en lugar de cansarnos por el ajetreo de los viajes, nuestra energía iba en aumento, logrando en cada presentación, una cerrada ovación.

“Yo me veía como en un sueño y es que para mí trabajar con Lizt Alfonso supuso una quimera que uno no alcanza a plantearse por lo lejano que suele ser.

“Y máximo que nosotros teníamos el precedente de las actuaciones de la compañía junto a grandes figuras como Omara Portuondo y X Alfonso, y no podíamos defraudar. Ha sido una gran experiencia que ojalá se repita”.

¿Cómo valoras tú los escenarios donde se presentaron?

“Uff, hablar de eso es hablar de otra dimensión. Fue algo único, tocar en aquellos teatros, cuya tecnología manda, guía: eran los decibelios a los que había que tocar, era el nivel exacto de cada nota, ni más allá ni más acá.

“Por ejemplo, trabajar en el Place des Arts de Montreal y en la Sala de Conciertos en Calgari, constituye un verdadero privilegio, un lujo: sonido, acústica, tecnología, condiciones idóneas para la música.

“Ha sido una experiencia única: nos ayudó escénicamente, hizo crecer las potencialidades de mis músicos según avanzaban las funciones. A mí me amplió la visión musical, nos sacó de la zona de control que poseíamos, nos acercó, nos abrió un puente entre la compañía y nosotros”.

Tu sangre es música, pero hay quienes como tú son herederos de grandes artistas y se dedican a otra cosa. ¿Lo tuyo siempre fue la música?

“Sí, lo confieso. Di mis primeros pasos en la Escuela Vocacional de Artes Alfonso Pérez Isaac en la especialidad de Flauta, entre los años 2001 al 2006; después matriculo en el Conservatorio de Música de Matanzas, hasta el 2010, y en el 2016, me gradúo en el Instituto Superior de Arte (ISA)”.

¿Profesores que más han influido en ti?

“Tuve el honor de recibir clases de la maestra Floraimed Fernández y de la flautista María Gabriela Rodríguez, actual solista de la Orquesta Sinfónica Nacional y directora de la Camerata Nacional de Flauta de Venezuela, entre otros que harían muy larga la lista”.

El otro fin de semana, yo andaba por Matanzas y pude ver a decenas de niños y adolescentes bailando danzón en el parque central de la capital yumurina, de hecho, hasta yo que tengo oído cuadrado, di mis pasitos. Esa es más que tu idea, tu gran batalla: devolverle a las nuevas generaciones el amor a la música cubana.

¿Desde cuándo la orquesta?

“Como te dije, soy graduado en flauta del ISA en el 2016, pero la agrupación viene de atrás, desde que éramos catorce soñadores en la Escuela Provincial de Arte (EPA) de Matanzas.

“O sea, desde que estudiaba soñaba con la orquesta típica Miguel Faílde, teníamos entre 16 y 18 años, corría el año 2009; tres años después profesionalizamos la orquesta.

“Éramos y somos catorce, lo que han ido variando sus integrantes por diferentes motivos. Actualmente nuestro promedio etario es de 23 años y todos somos egresados del Sistema de Enseñanza Artístico”.

Ethiel Failde, en su joven trayectoria, ha acumulado un sinfín de premios y reconocimientos en concursos de interpretación que se realizaron en los niveles elemental y medio superior, como el Amadeo Roldán con el Primer Premio y Gran Premio.

Se graduó con Título de Oro del Conservatorio de Música de Matanzas, ha realizado conciertos de pequeño formato, música de cámara en festivales de Jóvenes Músicos y otros de la UNEAC.

Entre muchas y diferentes presentaciones, Ethiel estrenó un tríptico danzario para flauta y piano “En el sillón”, “Vitrales” y “El pregonero” de Alejandro Flacón en el año 2011 y “Canción sin Palabras” para quinteto de cuerdas y flauta de Yoan Otaño en 2013, todo esto como flauta solista.

Es reconocido como un importante director joven, además de haber sido profesor de flauta en la EVA Alfonso Pérez Isaac y el Conservatorio de Música de Matanzas.

En su trayectoria ha sido intérprete de música de cámara en diversos formatos: flauta y piano de compositores como Bach, Hindemith, Falcón, López-Marín, de los períodos barroco, clásico, romántico, música moderna y contemporánea, entre otros; para dos flautas y cello “Trío I y II” de Haydn, “Suite Latinoamericana” de Alberto Corrales; flauta, cello y piano de compositores latinoamericanos, así como otros para trío, cuarteto, quinteto de viento madera y dúos, cuartetos, octetos de flautas y obras para quinteto de cuerdas y flauta. (Datos tomados de internet).

Realmente me pregunto, ¿cómo puede en 27 años caber tanta gloria? Realmente hay que ser un músico de estirpe, y ésta sin duda, le sobra a Ethiel Failde.

“Como músico sinfónico fui la primera flauta de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Conservatorio, por ejemplo, en el tercer año, en el Conservatorio interpreto el Piccolo de Sherezade de Rimsky-Korsakov y la IV Sinfonía de Chaikovski”.

Su trayectoria comprende también haber sido dirigido por maestros como Enrique Pérez Mesa, Eduardo Díaz Rodríguez, y el director español Marc Moncusí.

Muchas más cosas buenas podríamos decir de Ethiel Fernández Failde pero me voy a centrar en sus planes futuros.

Un disco con la gran Omara Portuondo, Siempre tu Voz del sello EGREM, sobre el centenario del Benny, que incluye un videoclip dirigido por Joseph Ross que se llama Bonito y sabroso.

“Dicha performance cuenta con figuras invitadas: el boricua Johnny Ventura, así como Telmary Díaz y William Vivanco. También en mayo grabaremos con la EGREM un disco con la gran cantante mexicana Guadalupe Pineda, premio a la excelencia musical de los GRAMMY .

“Y en noviembre tenemos otro, de nuevo con EGREM, Failde con Tumbao. Como ves, un año 2019 que comenzó muy bien y esperamos concluir maravillosamente.”

Se ha ido volando el tiempo, primero, porque todos los días no entrevistamos a alguien tan atractivo, y segundo, por su locuaz decir; varios colegas esperaban impacientes para entrevistar al joven maestro Ethiel Failde y creo que le he robado mucho tiempo; pero, sin dudas, ha valido la pena. ¿ Es cierto o no?

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos

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