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Cubanos reclaman el regreso de los atletas de la Isla que compiten en otros países tras la derrota en la Copa Oro

“No deberían impedirles volver, aunque se hayan ido por la vía de la deserción a buscar su futuro".

Cuba pierde ante México en la Copa Oro 2019 © Twitter / Concacaf
Cuba pierde ante México en la Copa Oro 2019 Foto © Twitter / Concacaf

Este artículo es de hace 4 años

Tras el más reciente fracaso de una selección deportiva cubana en la arena internacional, que ocurrió de forma estrepitosa en la Copa Oro de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol, de la cual el plantel antillano se despidió sin victorias, los fanáticos de la isla aseguran que ese tipo de “papelazo” seguirá repitiéndose mientras las escuadras no se armen con lo mejor que tiene Cuba dentro y fuera de su frontera.

Un forista de Cubadebate resalta que “debemos convocar a todos los cubanos que en estos momentos juegan en el exterior con suma urgencia. Es el prestigio del deporte cubano el que está en riesgo. Mucho sacrificio y malos momentos ha tenido que pasar el país y su pueblo para poner el deporte donde está. Dejemos atrás lo que nos condena a sufrir estas decepciones como la de la Copa de Oro. Muchos requisitos pone la Federación Cubana de Futbol para los jugadores que juegan en ligas foráneas como si eso fuera un favor lo que le hacemos, como si a ellos les hiciera tanta falta, también esperando que sean ellos quienes contacten a la Federación con cartas y no sé cuántas trabas innecesarias”.

En palabras de Rafael Benítez publicadas en el mismo sitio: “¿Cómo podrían anotar un gol cuando los dos máximos goleadores del campeonato nacional recién concluido no hicieron el equipo nacional? Además, pretextos van y pretextos vienen para concretar la contratación de cubanos o hijos de cubanos que juegan en el exterior y desean jugar por Cuba. En definitiva en la vida lo que define no son ni los pretextos, ni los esfuerzos sino los resultados y estos fueron derrotas vergonzosas con 17 goles en contra y 0 a favor. Mi pregunta sería si hay que cambiar o no los mecanismos de trabajo de la Comisión Nacional o es que para que los cambios se efectúen hay que cambiar la directiva que parece que vive del futbol y no para el futbol”.

A eso habría que agregar que hace casi cuatro semanas, cuando la Federación Cubana de Voleibol informó que los exintegrantes de la selección nacional Robertlandy Simón, Michael Sánchez y Raydel Hierrezuelo habían solicitado reinsertarse en el registro de atletas del país, la mayoría de la población cubana se ilusionó. Sin embargo, hasta el momento no se ha anunciado ninguna decisión oficial al respecto.

Si bien las autoridades del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (Inder) advirtieron que ese tipo de proceso no es masivo e implicaría solo a quienes “nunca jugaron al amparo de otra federación nacional” y atendería a “la actitud de los solicitantes mientras se desempeñaron en otras ligas con el estatus de jugadores independientes que no abandonaron el país por la vía de la deserción, y su voluntad de responder a los intereses de la selección nacional”, los seguidores del deporte se muestran recelosos y reclaman que se acepte el regreso de cualquier atleta nacido en Cuba.

Desde la visión de Ernesto, de 34 años, “sería una excelente noticia que esos tres voleibolistas y otros muchos jóvenes talentos cubanos que hay en el mundo se integraran a un equipo Cuba, pero no confío en que eso suceda. Hasta que no lo vea no lo creo. Hay mucha burocracia y demasiadas mentes arcaicas detrás de la decisión de dejarlos volver a jugar o no.

“Simón es uno de los mejores centrales del mundo y Hierrezuelo un tremendo pasador y rematador. Solo falta para completar la plantilla el rey Wilfredo León, ese tremendo atacador cubano que, con sólo 15 años, hacia llorar la pelota. Pero dicen que él es uno de los que no puede porque adoptó la nacionalidad polaca. Están en el mismo caso Osmany Juantorena (Italia) y Yoandi Leal (Brasil). Es una pena que los acepten aquí solo si se repatrian.

“Para mí son tan cubanos los que quieren volver a jugar con Cuba como los que se nacionalizaron en otros países y hoy no pueden ser convocados. Que los directivos del Inder busquen soluciones para lograr que León, Juantorena y otros que tienen otra ciudadanía puedan jugar por Cuba. Lo más importante es la voluntad y si ellos la tienen no deberíamos poner más excusas. Es hora de cambiar la mentalidad porque al paso que hacemos las cosas aquí los dejarán jugar cuando estén en silla de ruedas”, afirma.

Otro amante del deporte, Luis Alberto, de 41 años, expresa que “ojalá se acepten de vuelta a esos deportistas, y se haga regla y no excepción ese proceso que debería aplicarse a todos los deportes. Hay que pensar demasiado antes de juzgar a quienes han tomado decisiones muy duras para su propia vida y las de los suyos, antes de llamarlos traidores o desertores.

“Deserción es un término de guerra. Quedarse en otro país y acogerse a sus leyes migratorias es una decisión personal, no una cuestión política. La puerta debería estar abierta para todos los deportistas que deseen jugar por Cuba y las únicas condiciones deberían ser las que impongan las federaciones internacionales de los diferentes deportes. Los cubanos añoramos el día en que eso pase.

“No deberían impedirles volver, aunque se hayan ido por la vía de la deserción a buscar su futuro. Los médicos que desertaron pueden volver a regresar a sus misiones o a Cuba y son reubicados en el sector de la salud. Dejen de entorpecer el retorno de esos jugadores queridos por pueblo”, dice.

Según explica el entrenador de ajedrez de una de las academias municipales de La Habana, “el problema mayor del deporte cubano es la pésima dirección que tiene, estancada en los papeles y la palabrería. Como mismo se eliminan ahora barreras burocráticas para facilitar la inversión extranjera, debieran hacer para que el Inder pueda contar con jugadores que militan en ligas extranjeras por cuenta propia. Pero no les importa la opinión del pueblo.

“Las incapacidades de los jefes, el mal uso de las leyes y el maltrato y la falta de consideración hacia los atletas han hecho que se vayan. Es una vergüenza para este país y un motivo de risa para aquellos a los que les hemos regalado el talento. Casos hay no solo en el voleibol, como es el del futbolista Onel Hernández.

“A pesar de que son nuevos tiempos los que vivimos, solo habrá verdadera reconciliación cuando se reconozcan los errores del pasado que han dañado tan fuertemente al deporte cubano como a los atletas. El Inder ha llevado a muchos deportistas a alejarse y buscar nuevos horizontes y rehacer sus vidas profesionales en otros países. Lo más importante es que ellos siguen queriendo jugar por Cuba porque saben que la gente los quiere”, señala el profesor de 50 años.

Un usuario de Cubadebate indica que “eso es algo normal en el resto del mundo” y los que analizan cada caso (en Cuba) “dejan mucho que desear. La vida entera para analizar y luego consiguen eso, que todo el mundo se quede y nos quedemos sin jugadores y equipos de élite. Se fue el futbol, el voleibol, el baloncesto, de élite o medio, pero lo mejor que teníamos. Para no hablar del boxeo y el béisbol. Incluso se desnudó el ajedrez cubano. Todo el mundo para allá. Para el lugar malo”.

Tal como ratifica el cerrajero Ulises, de 37 años, “son momentos de unir a todos los cubanos. Es una práctica mundial que todos los atletas jueguen en clubes profesionales y también representen a sus países. Tienen que acabarse de una vez y por todas las diferencias con los que se marcharon y crearse nuevas formas de traerlos de vuelta. El criterio popular debiera tenerse en cuenta en cualquier decisión que se tome. Se trata del orgullo nacional, no de un asunto de seguridad.

“Con los resultados que están teniendo los equipos jóvenes y la reinserción de las estrellas que se encuentran en el extranjero podríamos volver a la élite mundial. Hay que tratar de rescatar a los del béisbol, el balonmano, el voleibol, el futbol, etc. Y que la iniciativa para el diálogo no tenga que provenir de los deportistas. Que las federaciones propicien los encuentros y no se limiten a esperar la iniciativa de los jugadores. No seamos exigentes que los necesitamos más que ellos a nosotros.

“Amén de que esto no ha hecho más que empezar porque oficializar cualquier reinserción llevará tiempo de estudio, como todo lo que hace el Inder, esperamos ansiosos el regreso de los dioses del deporte. ¡Qué orgullo ver a Pito Abreu o a Leinier Domínguez, por ejemplo, representando a Cuba! Eso sí despertaría la alegría dormida de los fanáticos cubanos. No obstante, hay deportes en los que se sigue desperdiciando tiempo, como el futbol y el béisbol, y se lo están pensando, aun cuando sus resultados internacionales son desastrosos”, añade el cuentapropista.

De acuerdo con Aida, un ama de casa seguidora del deporte, “aunque esto haya llegado con muchísimos años de atraso y no haya evitado que perdiéramos la figuras de primer nivel mundial, creo que es algo muy bueno para nosotros. Hay que quitarse de arriba muchas cosas que lastran nuestro deporte, que lleva rato dejando mucho que desear. Hay que mostrarse con menos prejuicios y mayor apertura para demostrar cuál es el verdadero nivel de nuestro deporte.

“Más vale tarde que nunca. Dios quiera que se concreten acuerdos y no ocurra como siempre, que aparece alguna traba. Olvidemos de una vez la dichosa palabrita 'desertor'. Serían más importantes las alegrías que darían que cualquier otro criterio de exclusión, que solo existe en Cuba por caprichos que no son respaldados por la población”, destaca la pinareña de 48 años.

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