APP GRATIS

“La mentalidad obsoleta intenta limitar constantemente el alcance del cuentapropismo”, opinan los cubanos

“En las empresas estatales también hay muchos revendedores por cuenta propia. ¿A quién quieren engañar, si no hay un centro de trabajo en Cuba en el que no se robe algo para venderlo ‘por la izquierda’?", señalan otros ciudadanos sobre las legislaciones al sector privado.

Cubanos en una calle, imagen de referencia © CiberCuba
Cubanos en una calle, imagen de referencia Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 4 años

El anuncio de que vendrán nuevas medidas de control para el sector privado cubano ha caído como un cubo de agua fría sobre los cuentapropistas que ven cómo los llevan cada vez más “contra la pared”.

A pesar de que las autoridades destacan que aún existen varias deficiencias en el sistema de organización y control de esa forma de gestión, para la mayoría de los cuentapropistas la inexistencia de un mercado mayorista es la fuente de todos sus problemas.

Desde la óptica de Eduardo, propietario de un restaurante en Playa, “es cierto que algunos que se hacen llamar cuentapropistas pretenden enriquecerse aprovechándose de las necesidades de la población, pero lo hacen porque el Gobierno se los permite. En cualquier sociedad habría que aplaudir que se vaya contra la ilegalidad, el descontrol, el soborno, el abuso. Lo jodido es que aquí tratan de ponerlos como males de los cuentapropistas cuando en realidad parten de la corrupción del sector estatal".

“El relajo que hay lo provocan las mismas leyes porque se prueban y no se cumplen. Aquí todo el mundo sabe quiénes trabajan sin licencias y quiénes no, porque somos una sociedad sumamente vigilada. Como se dice en la calle, ‘siempre hay un ojo que te ve’. La guerra no debería ser contra los cuentapropistas, sino contra los abusadores, los que especulan a costa de la escasez, no importa si es en el sector privado o no", afirma.

“En las empresas estatales también hay muchos revendedores por cuenta propia. ¿A quién quieren engañar, si no hay un centro de trabajo en Cuba en el que no se robe algo para venderlo ‘por la izquierda’? Incluso los servicios tienen un precio ‘por el dos’. Entonces está más que claro que los precios de los trabajadores por cuenta propia tienen que ser superiores a los de las empresas estatales porque pagan mejores salarios y adquieren las materias primas y el equipamiento pagando en efectivo en mercados minoristas porque el Estado no les facilita un precio mayorista ni les permite importar”, acota el también informático.

Por otro lado, puntualiza un arquitecto que es socio de una cooperativa de construcción, que “es verdad que hay mucha competencia desleal en el mercado cubano porque impera el desorden. Hay muchos albañiles, plomeros, electricistas, carpinteros, etc., que cobran lo mismo o más que los que tienen licencias y no pagan ni un centavo de impuesto. Deberían centrarse en eso y no en los cuentapropistas que están secos de pagar cuentas".

“El trabajo privado no sale de una para entrar en otra porque nació mal concebido, demasiado dependiente y controlado por el Estado. Todo eso se resolvía dándole verdadera autonomía, dejando que los cuentapropistas ingresen a la isla lo que necesitan para impulsar su negocio. La rama no estatal es un camino en el que hay mucho por andar ya que sigue y seguirá siendo un mal necesario porque así lo ve la propia dirección del país", dice.

“Muchos de los acaparadores y revendedores no son trabajadores por cuenta propia, sino vagos y delincuentes que no necesitan un salario para poder comerse un plato de comida. Pero eso siempre ha pasado en Cuba, con o sin trabajo privado”, añade.

Por su parte, la dependiente Ileana, quien labora en un lujoso bar de La Habana Vieja, afirma que “como mismo es más que razonable que no deberían revenderse los productos que el Estado importa o produce para la venta minorista a la población, es injusto que al cuentapropista no le permitan importar o producir lo que necesita como mismo hace el Estado".

“Además, la única forma de tomarse una cerveza o un refresco fríos es comprarlos a sobreprecio en un establecimiento particular. Es lógico que en una paladar se vendan productos a precios mayores que los del Estado porque el producto tiene un valor agregado", puntualiza.

“Los cuentapropistas han creado una forma de generar empleo y de aliviar al Estado de tareas beneficiosas. Mientras se continúe mirando a la actividad privada desde un punto de vista negativo continuarán las problemáticas. Se evalúan mucho los efectos, pero no las causas”, concluye la joven de 29 años.

De acuerdo con cifras oficiales hasta mayo pasado en el país existían 605 mil 908 trabajadores por cuenta propia en 128 actividades autorizadas y en La Habana, Matanzas, Villa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba se concentraba el 65% de ellos.

A tenor con lo que explica Félix: “Los cuentapropistas no venden necesidades, venden lujos. Comida elaborada-lujo. Transporte en carro-lujo. Servicios de fregado de auto-lujo. Payasos, magos, cumpleaños-lujo. Dejen de abrirle fuego ya a los cuentapropistas, el que no quiera pagar lo que cobran que no coma en paladares, monte almendrones, friegue su carro él mismo o no celebre cumpleaños. Está bueno ya de echarle a los que no quieren trabajar para el Estado”.

También en el sitio oficialista Cubadebate opina una forista que “de la misma forma que existen cuatro pícaros entre los privados existen entre los dirigentes y funcionarios, eso no nos da derecho a decir que todos sean corruptos. Las quejas y reclamos que leo aquí están más asociadas a errores de la política y del concepto que dio vida al trabajo por cuentapropia".

“Pongo ejemplos. Para regular la existencia de los precios de oferta y demanda debe existir la competencia estatal que como hoy es nula. En el transporte deja al pueblo en manos de los inescrupulosos. Cuando se pretendió hacerle la competencia para obligar a bajar los precios, se metió la pata hasta la ingle pues crearon boteros con carros estatales. Se reconoció por la máxima instancia que no dio resultado, pero ahí siguen", detalla.

“Se denuncia desde hace mucho tiempo a los revendedores con licencia y no se ha escuchado ni se hace nada. Se habla de establecer precios que tengan para los productores hasta un 25 por ciento de ganancia y para los comercializadores hasta un 10, pero no se hace nada. Se estuvo todo un año pensando regulaciones que antes de entrar en vigor tuvieron que ser modificadas, lo que demuestra que no se está claro de nada (…) si hay una camisa que se suda en Cuba es la del privado, lo veo todos los días”, apunta.

Asimismo, agrega el arrendatario de habitaciones Héctor, “ciertamente hay muchas ilegalidades que hay que combatir, sin embargo, la mayoría de los trabajadores por cuenta propia son honrados y se desempeñan de manera profesional. Lo que hay que hacer es crear las condiciones para que su trabajo sea más eficiente y transparente. Deben analizar profundamente a los inspectores de las actividades por cuenta propia, que tienen el cartelito de corruptos. Las grandes pérdidas económicas radican en la ineficiencia del sector empresarial, donde el desvío de recursos está a la orden del día”.

Igualmente, afirma Claudia que “me dedico a imprimir y escanear documentos, pero no soy rica. Tengo un negocio privado que ayuda a la economía familiar. El Estado tiene el monopolio del comercio y no ofrece opciones de mercado mayorista a los trabajadores privados. Por tanto, si compran a altos precios sus productos serán siempre caros. Por eso, otros prefieren sacar el dinero para comprar en el exterior y vender un poco más barato que el Estado aunque no sea legal.

“Si el Estado no puede abastecer a los cuentapropistas, que permita brindar servicios o producciones en divisas internacionalmente y adquirir dinero para volver a invertir. Así podrían importar materias primas directamente de forma más barata, le agregaría valor con su trabajo al producto y lograría satisfacer necesidades de la población asalariada llevando a todos a aumentar la productividad y ahorrar para poder consumir nuevamente para otras necesidades. Es absurdo demonizarlos”, refiere.

A tenor con la abogada Gretel, “en la conceptualización del modelo económico cubano se plantea que los propietarios privados ejercen la dirección del negocio, disfrutan de los derechos y responden a las obligaciones establecidas. De ahí que las personas naturales cubanas pueden constituir los distintos tipos de emprendimiento: pequeños negocios realizados en lo fundamental por el trabajador y sus familiares, y empresas privadas de mediana, pequeña y microescalas, según el volumen de la actividad y cantidad de trabajadores, reconocidas como personas jurídicas".

“¿Por qué les ha dado por decir que hay cuentapropistas que parecen tener una cooperativa? ¿Una mediana empresa no puede tener objetos de su actividad en varios lugares? ¿Qué esperan para aceptar la pequeña y mediana empresa privada? Hay que controlar, pero legislar no significa prohibir. Tenemos que acabar de borrar la mentalidad obsoleta que intenta limitar constantemente el alcance del cuentapropismo”, concluye.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada