El empresario francés, Philippe Maus, quiere construir en Cuba una fábrica industrial de carbón de marabú, con el fin de sustituir la producción artesanal de ese combustible, que es muy contaminante, por un método industrial más sostenible.
Maus ha viajado más de quince veces a Cuba en los últimos cuatro años y el proyecto, concebido en 2015 y primero de su tipo en Cuba, se encuentra en la fase de financiación.
“Estamos pensando en crowdfunding para evitar el embargo y utilizar los fondos verdes Cop21. También emplearemos tecnología móvil, menos costosa, para comenzar”, ha explicado Maus en declaraciones a la prensa francesa.
Actualmente en Cuba el carbón de marabú se obtiene a través de la quema en piras de madera o piedra, pero el empresario francés explica que se trata de una técnica muy contaminante, que conlleva el corte de marabú con machete.
“El problema es que esta técnica ancestral es muy mala para el medio ambiente y la salud de los trabajadores. Reciclaremos los gases y humos en energía y los residuos se transformarán en biocarbón y carbón activo”, explicó el francés sobre sus planes.
Maus ha tenido como ventaja que la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) había previsto un proyecto para revitalizar la ganadería cubana, pero se necesitaban prados en los que las reses pastaran, lo que constituye un problema en la Isla por la invasión del marabú, que ocupa entre el 60% y el 70 % de las tierras agrícolas.
El consorcio de Maus, una empresa mixta con el Estado cubano, investigó durante dos años cómo llevar a cabo el proceso de una forma más sostenible, y con ese fin contó con un fondo de estudio y ayuda al sector privado del Ministerio de Finanzas francés.
Además de ser menos contaminante, el método propuesto por el empresario francés debe producir más del doble de lo que se produce por el método tradicional.
Philippe Maus ha dicho que estima que la puesta en funcionamiento de la fábrica sea dentro de un año y medio, aproximadamente.
Maus también está interesado en cultivar en Guantánamo el guayule, un arbusto que se está consolidando como alternativa en la producción de caucho, por sus cualidades hipoalergénicas.
"La llanura de Guantánamo sería muy adecuada, por eso firmamos un acuerdo con el equivalente del INRA (Instituto Nacional de la Investigación Agronómica de Francia) en Cuba para implantarlo en la Isla. Esperamos lograrlo en un horizonte de cinco años", ha dicho el empresario.
Desde hace varios meses, la prensa oficialista insiste en resaltar la importancia del carbón vegetal como uno de los productos de mayor demanda para la exportación. Medios cubanos indican que casi el 70% del carbón producido en la Isla se vende en países de Europa y del Medio Oriente.
Sin embargo, existen duras condiciones de trabajo para los carboneros y varios riesgos en un trabajo por el que reciben pagos como promedio de 2.500 pesos y más de 40 CUC mensualmente, según medios oficiales.
A finales del año pasado, se dio a conocer que la empresa estatal CubaExport cerró un contrato para vender carbón vegetal artesanal a Estados Unidos. El carbón de marabú producido por carboneros independientes cubanos se comercializa en Amazon, según se dio a conocer a mediados de este año.
En octubre de 2018, Granma informó de la intención de importar maquinaria que permitiera emplear el marabú para producir electricidad a partir de la biomasa.
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