La cremería del bulevar de San Rafael, en La Habana, no cumple con la demanda de sus clientes a pesar de ser reparada por los 500 años de la ciudad.
Según denuncia un cubano a la columna Acuse de recibo, del diario oficialista Juventud Rebelde, hace unos días invitó a su hermano a disfrutar de la moderna heladería. Tras esperar más de una hora, se le comunicó a los que estaban en la cola que el helado se había agotado.
"¿Cómo es posible que una unidad gastronómica remodelada e inaugurada recientemente con el objetivo de brindar un servicio de calidad, con un horario hasta las diez de la noche no cumpla con lo establecido?", se pregunta el cubano, que se identificó como Idel Gonzalo Hernández Méndez.
Cuenta además que eso mismo le sucedió una semana anterior. No eran las cinco de la tarde y ya el helado se había acabado, recuerda.
Para este cubano es una falta de respeto que cosas así ocurran, sobre todo cuando los clientes pasan horas a la espera de disfrutar del servicio. "¿Acaso no hacen un cálculo del helado que tienen en las neveras con la cantidad de público que se encuentra?", se pregunta.
Por su parte la columna periodística lamenta que en tan poco tiempo comience a aparecer "el síndrome de la inconstancia" en un local que se inauguró "flamantemente".
Lo mismo sucedió con la heladería Coppelia, en el Vedado, donde los cubanos no dudaron en criticar el servicio a solo mes y medio de su inauguración. "Lamentablemente, Coppelia ya padece la falta de fijador en la calidad”, afirmaron en su momento los medios de prensa oficialistas.
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