La Fiscalía del condado de Los Ángeles, California, acusó el lunes a un residente de Florida de torturar y asesinar a otro hombre en 1984, un crimen que quedó sin resolver por décadas y que ahora fue esclarecido gracias a la técnica de pruebas de ADN.
Manuel Fraga-Madan, de 66 años, fue arrestado el pasado viernes en Hialeah y permanece en una prisión de Miami mientras se concreta su traslado hacia California.
El detective Joseph Purcell, del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles, reveló que el hecho ocurrió el 12 de julio de 1984, en el Motel Vermont, situado en la localidad de Lennox.
Según informó el diario Los Ángeles Times, Fraga-Madan y un cómplice irrumpieron en una habitación donde se hospedaba la víctima, nombrada Johnny Williams, de 40 años, junto a una mujer y su hijo de un año.
Cuando los dos criminales entraron Williams no estaba. Mientras esperaban que regresara violaron a la joven de 23 años a punta de pistola frente a su pequeño.
“Cuando Williams regresó a la habitación, los dos hombres le exigieron dinero y drogas. Cuando Williams dijo que no tenía ninguno, fue asesinado a tiros y los dos hombres huyeron”, precisó la oficina del fiscal en un comunicado de prensa.
De acuerdo al relato del detective Purcell, los delincuentes primero le dispararon en una pierna y luego lo ultimaron. Para entonces la mujer se había escondido en el baño, desde donde pudo escuchar los disparos.
“Podía ver parte de la actividad, pero no toda”, dijo el oficial.
Ambos delincuentes lograron escapar. La mujer murió tiempo después por causas naturales ajenas al incidente y la policía decidió no identificarla públicamente.
Purcell, perteneciente a la unidad de homicidios de casos fríos del Departamento del Sheriff, retomó la investigación de este caso en 2018. Esperaba resolver el crimen gracias a una coincidencia de ADN, que finalmente sucedió: en la ropa de cama del motel había semen de la agresión sexual.
Los datos de Fraga-Madan estaba recogidos en una base de datos policial debido a sus antecedentes penales en Florida y en la propia California, fundamentalmente por delitos relacionados con tráfico de drogas; gracias a ello pudo ser identificado.
La oficina del fiscal de distrito del condado de Los Ángeles no podrá presentar contra él un cargo de violación, porque ya ese crimen prescribió.
Tampoco se ha podido precisar la identidad del segundo asesino, ni localizar al hijo de la mujer.
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