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Científica cubana en la Antártida: "Cada cubano, esté donde esté, siempre piensa en Cuba"

CiberCuba entrevista a la bióloga cubana Marely Cuba, radicada en Chile desde hace más de 20 años. Conversamos sobre su perspectiva de esta crisis del coronavirus y sobre la influencia que tienen en el cambio del modelo pedagógico hacia el entorno virtual, entre otros temas.

Marely Cuba, en la Antártica Chilena © Cortesía para CiberCuba
Marely Cuba, en la Antártica Chilena Foto © Cortesía para CiberCuba

Este artículo es de hace 3 años
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Por Gretchen Sánchez:

Chile ha visto crecer sus casos de coronavirus en días recientes. Santiago se encuentra en cuarentena, aunque en otras regiones el aislamiento social es flexible. En sus estadísticas oficiales este país declara más de 46 mil casos diagnosticados y 478 defunciones por COVID-19.

En ciudad Los Ángeles de la Región Biobío, vive Marely Cuba, una bióloga cubana radicada en Chile hace más de 20 años. Su pasión ha sido el estudio de la vida vegetal en la Antártica y la docencia, ámbito en que recientemente obtuvo la categoría de Profesor Titular, en la Universidad de Concepción.

CiberCuba entrevistó a Marely para conversar sobre su visión de esta crisis del coronavirus en Chile y en el mundo, sobre la impronta que deja en el ámbito pedagógico y los retos sociales a los que conlleva.

¿Qué estrategia adoptó Chile para hacer frente a la epidemia de coronavirus? ¿Es obligatoria la cuarentena?

Chile adoptó diferentes estrategias, no siguió un esquema único para todo el territorio. Esto tiene que ver con las características político-geográficas del país que es muy extenso, con una población que tiene distintos estratos sociales y diferentes necesidades económicas.

Estación de Investigación en la Antártica / Marely Cuba

Hubo zonas con cuarentenas totales y otras parciales. En mi región, desde la segunda quincena de marzo tenemos un confinamiento a responsabilidad de las personas y las instituciones piden que todo el que pueda estar en casa se mantenga aislado.

Otra medida es el toque de queda nocturno, que pretende disminuir las actividades sociales, los eventos de gran envergadura y evita que las personas deambulen en las noches. Ha sido una estrategia que marcha de acuerdo con la prevalencia del virus en las diferentes zonas del país.

¿Tiene la crisis del coronavirus algún efecto en los proyectos de investigación en la Antártica?

La pandemia tiene efectos en todos los niveles y personas, aunque específicamente la investigación que desarrollamos ahora en la Antártica no está afectada, porque por lo general las campañas de investigación antárticas son en verano, del hemisferio sur.

Trabajo de campo, verano en la Antártica / Marely Cuba

Chile y otros países con bases transitorias y permanentes en la Antártica, tomaron medidas a finales del verano para cerrar los programas de investigación, algunos incluso antes de tiempo y evitar así contagios.

¿Por qué tanta premura si a priori parece un lugar muy distante?

La Antártica tiene estaciones científicas de diversos países a las que llegan investigadores de todas las naciones y todos los continentes, por lo tanto, era necesario extremar medidas para evitar contagios. Por ejemplo, los cruceros de turistas fueron alertados de que no debían desembarcar.

El programa científico nacional de Chile suspendió sus actividades allá temporalmente. Las investigaciones que se desarrollan en laboratorios, universidades e institutos están afectadas porque muchos de los centros están cerrados y solo se mantienen los que son imprescindibles.

Es decir, que la pandemia tiene un efecto directo en una parte del proceso investigativo, pero nos hemos adaptado a las nuevas condiciones y hacemos otras cosas. En este momento nos centramos en postular nuevos proyectos y escribir los resultados científicos que hemos obtenido en investigaciones recientes para publicarlos.

Varias organizaciones internacionales, no solo de investigación Antártica sino de diversas sociedades científicas, están organizando coloquios, eventos, ciclos de charlas que se dirigen a la comunidad científica y a la general, y permiten socializar esos resultados.

El cierre de los centros educativos supone un reto para muchos profesores. ¿Cómo lo llevan en Chile?

La situación de los centros educativos en todos los niveles es un desafío, no solo en Chile sino en todo el mundo. En un período de tiempo muy corto tuvimos que acostumbrarnos a una nueva modalidad de enseñanza. Los padres lo vemos con nuestros hijos, los profesores se han tenido que pasar al modo online.

Presentando resultados de investigación, Universidad de Concepción / Marely Cuba

En mi caso, la Universidad de Concepción puso en marcha una capacitación profesional para que todos los docentes pasáramos, entre dos o tres semanas, de la enseñanza presencial a la modalidad online.

Ha sido un trabajo intenso de las autoridades y de las personas que nos están capacitando para que tengamos las herramientas necesarias y que nuestros estudiantes reciban el proceso de enseñanza-aprendizaje de la mejor manera posible y con la mayor calidad.

En otras circunstancias no habría tenido la oportunidad de tomar estos cursos intensivos y pasarme a esta modalidad que creo que llegó para quedarse. En nuestra universidad llevábamos tiempo preparándonos en el cuarto campus, el campus virtual. Esto ha sido una ventaja en medio de la crisis.

Algunas personas creen que tendremos que aprender a convivir con el nuevo coronavirus. ¿Qué es lo que más te preocupa de una aseveración como esta?

Lo que más me preocupa es que las personas no aprenden, muchos no han tomado una real conciencia de lo que está sucediendo. Fenómenos como este llegaron para quedarse y tenemos que aprender a convivir con lo que ocurre, sea de manera natural o intencional.

Recogiendo muestras en la Antártica / Marely Cuba

Estos son los cambios que vienen. Hoy es el coronavirus, pero en unos años puede ser otra pandemia. Me preocupa que como ciudadanos no aprendemos a respetar a la naturaleza, a convivir en comunidad, no social sino ecológica.

Llevamos muchos años abusando del planeta y sus recursos. Tenemos que aprender la lección de una vez y saber que debemos adaptarnos a una nueva forma de vivir, un nuevo modo de ver la vida, para poder seguir subsistiendo todos.

¿Estamos preparados como sociedad para ese cambio de visión?

No estamos preparados como sociedad. Si no tomamos conciencia no nos podemos preparar. El tema no solo va en el derecho personal de cada cual de hacer libre y espontáneamente lo que quiera, sino de lo que puede provocar cada persona en el conjunto de la sociedad.

No se trata solo de lo que le pase al individuo que no se cuida, sino lo que él puede causar a otras personas. No todos están en condiciones físicas para soportar este virus, incluso hay gente sana que ha tenido complicaciones imprevistas. Tenemos que tomar conciencia y prepararnos para aprender a convivir en estas nuevas condiciones.

¿Piensas en Cuba en tiempos de confinamiento?

Obvio que pienso en Cuba. ¡Todos los días y todo el día! Pienso en mi familia que está allá y en mis compatriotas. Se han tomado muchas medidas, como en la mayoría de los países, pero las condiciones de recursos para los cubanos no son fáciles.

Hay una gran masa de población de adultos mayores que tienen antecedentes de salud, enfermedades propias de su edad que no están lo suficientemente preparados para afrontar esta situación. Es inevitable pensar constantemente cómo están.

En las condiciones que estamos todos a nivel mundial es muy difícil prestar ayuda. Sin embargo, creo que cada cubano, esté donde esté, siempre piensa en su Cuba, más en una situación como esta donde, al menos yo, pienso que los cubanos están muy vulnerables.

Una vez me dijiste que la Antártica siempre te ha dejado cosas maravillosas. Hoy te pregunto, ¿podría dejar este virus algo positivo a nuestra sociedad?

Yo siempre quiero ser positiva. Todo lo que nos pasa en la vida nos deja enseñanzas. Espero y aspiro a que aprovechemos este aprendizaje que puede mostrarnos una forma de ser más optimistas y hacernos entender que las cosas materiales no hacen la diferencia.

Antártica, Chile / Marely Cuba

Nos puede enseñar a valorar a ciertas personas y profesiones, por ejemplo, el personal de un supermercado, la empleada de limpieza de una clínica, los profesionales de la salud que exponen sus vidas y las de sus familiares, por cuidar de los otros.

Que importantes son también los educadores, que en tiempo récord han cambiado su forma de trabajar y se han adaptado a condiciones completamente distintas.

La mirada de los medios se centra desde hace unos meses en el coronavirus. ¿Crees que soslaya algún tema de envergadura mayor?

Estamos todos preocupados por nuestros familiares, nuestros amigos, no solo por la situación de salud, sino también por la situación económica y financiera que sobrevendrá a esta crisis sanitaria, en cada una de nuestras naciones y a nivel mundial.

La pandemia ha hecho que nos olvidemos del cambio climático, un problema que el año pasado era tan discutido en todos los foros nacionales e internacionales. Los sucesos que están abocando al cambio climático siguen ahí, los problemas de sequía, los abusos de los suelos, las condiciones se están dando aún.

Ojalá que después de esto podamos hacer una reflexión personal y que cada cual pueda aportar su granito de arena para contribuir a que tengamos un mejor planeta y dejemos una mejor herencia a las futuras generaciones.

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