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El agua de Calimete, en Matanzas, está contaminada

Al menos mil 900 vecinos están afectados por esta situación, que comenzó con un agua turbia, fétida y con partículas verdosas

Vecinos abasteciéndose de agua potable en Calimete, Matanzas © Girón / Aida Sotolongo González
Vecinos abasteciéndose de agua potable en Calimete, Matanzas Foto © Girón / Aida Sotolongo González

Este artículo es de hace 3 años

El agua potable de Calimete, Matanzas, está contaminada desde el mes de abril y aunque no se conocen las causas exactas, todo señala al derrumbe de una infraestructura del central Jesús Rabí, que se construyó para procesar sustancias que se generan en la molienda azucarera.

Al menos mil 900 vecinos están afectados por esta situación, que comenzó con un agua turbia, fétida y con partículas verdosas, dijo al periódico local Girón Yoelkys Morales Acosta, residente del poblado. "Su consistencia era gelatinosa, y su color de un amarillo tan fuerte que manchaba las tazas sanitarias y los lavamanos. Por supuesto no podríamos utilizarla en los animales o el riego".

Tanto los vecinos afectados como las investigaciones preliminares de las instituciones implicadas, coinciden en que la principal fuente de contaminación del agua potable es el central azucarero, pero Orlando Vandrell Cuello, director adjunto de la Empresa Azucarera Matanzas, negó que esto fuera así.

"Hasta el momento el origen se encuentra por precisar a partir de que cerca de la fuente de abasto se encuentra un criadero de cerdos que pertenece a una persona natural, y varios procesos que se realizan durante la zafra no se utilizaron en la actual campaña”, dijo el funcionario.

Sin embargo, los estudios científicos realizados dan fe de que en el agua hay muestras de grasas e hidrocarburos, ácido clorhídrico, potasa, cachaza y todo tipo de residuos con un alto contenido de azúcar. Todo esto, infliltrado en el manto freático, puede producir afectaciones a la salud, así como daños irreparables al ecosistema, mencionó una especialista del CITMA.

Lo que sí es cierto es que colapsó el complejo de piscinas de tratamiento residuales del central Jesús Rabí, en Calimete, y construidas hace unos años para procesar un volumen determinado de sustancias que se generan durante la molienda.

"Resultó insuficiente al incrementarse la capacidad de molida de la industria, así como las producciones de mieles y alcoholes, lo cual provocó la obstrucción de los conductores”, explicó Oscar Luis García Peña, un directivo del central, aunque dijo que se aprobó un proyecto para construir otro sistema de piscinas con nueva tecnología y una mayor capacidad de procesamiento.

Mientras tanto, los vecinos de la zona deben acopiar como puedan el agua que les suministran en pipas, pero no todos los días. Martes, jueves, sábado y domingo llegan los camiones cisternas para que los vecinos acopien el líquido como puedan, a la espera de que llegue alguna solución mucho más efectiva y duradera.

En junio se hizo una perforación para encontrar otra fuente de abasto, explicó el rotativo oficialista en su versión digital, pero está contaminada y a ciencia cierta los vecinos no saben de qué manera volverán a la normalidad, cuando cada día que pasa está más cerca el reinicio de la campaña azucarera, que verterá más contaminación sobre el agua potable de Calimete.

En abril del año pasado, ese mismo lugar de Matanzas vivió una catástrofe, cuando una avería en el central provocó que se vertiera sobre las calles del poblado unos 268 mil litros de petróleo, que no provocaron un impacto medioambiental en el manto freático ni en el suelo de la región, según fuentes oficiales.

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Lázaro Javier Chirino

Periodista de CiberCuba. Licenciado en Estudios Socioculturales por Universidad de la Isla de la Juventud. Presentador y periodista en radio y televisión


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