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Expresa política cubana lucha por no perder su casa en Miami

"Es triste a mi edad, tú sabes, después de haber pasado tanto, que todavía tenga que seguir luchando", confiesa con pesar la anciana

La ex presa política Ana Lázara Rodríguez © YouTube/screenshot-America Tevé
La ex presa política Ana Lázara Rodríguez Foto © YouTube/screenshot-America Tevé

Este artículo es de hace 3 años

La expresa política cubana Ana Lázara Rodríguez, de 82 años, lucha por no tener que salir de la vivienda en la que reside desde hace 26 años en Miami, que está pendiente de una ejecución hipotecaria.

Con tan solo 21 años de edad, Rodríguez fue condenada en Cuba a 30 años de prisión por sus actividades contra el régimen, y llegó a cumplir 19 años de cárcel como presa política en la isla. Salió del país rumbo a Estados Unidos en 1980.

"Es triste a mi edad, tú sabes, después de haber pasado tanto, que todavía tenga que seguir luchando", dijo con pesar, en recientes declaraciones para Telemundo 51.

En 1995, Ana Lázara compró junto a una amiga y también ex presa política la casa, que está ubicada cerca de la Calle 8, en La Pequeña Habana.

Sin embargo, Rodríguez no sabía que la deuda adquirida al comprar la vivienda se trataba de lo que se denomina como "préstamo predatorio", es decir, los pagos aumentan con el paso del tiempo, así como la cantidad de dinero que se debe al banco.

Su abogado, Bruce Jacobs, explica que con ese tipo de préstamo, después de unos años el pago exigido fue tan alto, que Rodríguez no pudo asumirlos.

Se da el caso, además, de que la hipoteca fue vendida de un banco a otro de forma fraudulenta, según indica el abogado, quien estima que por ese motivo todavía hay esperanza, aunque en principio la casa ya está vendida a una mujer de California.

"La única esperanza que tengo es que este es el único país del mundo donde alguien pobre como yo le puede ganar a un banco", dijo la mujer, cuya disputa hipotecaria con el banco se remonta al año 2009.

Rodríguez ha recibido una visita de apoyo del Comisionado, Alex Diaz de la Portilla, quien asegura que es responsabilidad del gobierno municipal, y de todos los gobiernos, apoyar a los residentes más vulnerables.

"La compré en 168.000 dólares. En estos momentos lo que el banco quiere son casi 800.000 dólares y yo nunca voy a poder pagar eso", señaló en marzo de 2019 Ana Lázara Rodríguez en declaraciones a America Tevé, en las que ofreció otros detalles del proceso de compra del inmueble.

En aquella oportunidad, Rodríguez explicó que pudo comprar la casa porque una amiga, María Antonia Mier, ganó casi 100.000 dólares en el casino.

Pero, según su testimonio, años después su amiga enloqueció y dio otros usos al dinero. Al fallecer Mier de cáncer, en el 2008, Rodríguez se quedó con la propiedad y asumió deudas hipotecarias que no pudo pagar porque su salario no era suficiente para cubrir los gastos.

Pese a que estuvo pagando la bancarrota durante unos años, la abogada le informó que no había aplicado bien, y dejó de abonar su deuda.

La mujer, que durante casi dos décadas de cárcel en Cuba soportó palizas, vejaciones e hizo huelgas de hambre, no pudo aplicar a ayudas para la renta porque obtuvo ganancias durante su vida laboral como asistente de enfermería.

La esperanza inmediata de Ana Lázara Rodríguez se concentra en una audiencia que está convocada para el próximo 26 de febrero. De probarse que hubo fraude en el proceso de venta de la casa de un banco a otro, la anciana pudiera conservar la esperanza de quedarse en la vivienda.

Los 19 años de prisión en Cuba de Ana Lázara Rodríguez fueron contados en un libro publicado en 1995, publicado en colaboración con el periodista Glenn Garvin.

En Diario de una superviviente: 19 años en una prisión de mujeres en Cuba (Diary of a Survivor: Nineteen Years in a Cuban Women's Prison), Rodríguez narra su traumática experiencia desde que fue encarcelada a inicios de los años 60.

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