APP GRATIS

Prensa oficialista critica precios abusivos de la red estatal en Matanzas: “Todo el salario se va en comida”

“Resulta inconcebible que un paquete de galletas cueste 250 pesos, que un jabón Lis de la bodega se revenda a 50, una frazada de piso a 280 y un file de huevos llegue a valer 750”, denuncia una reportera del periódico provincial matancero.

Mercado agropecuario estatal en Matanzas © Facebook / Radio Unión Matanzas
Mercado agropecuario estatal en Matanzas Foto © Facebook / Radio Unión Matanzas

Este artículo es de hace 1 año

Una periodista del oficialismo criticó los precios abusivos de la red de Comercio y Gastronomía en Matanzas, un lugar donde, como en el resto de Cuba, “todo el salario se va en comida”.

El reportaje del periódico provincial Girón titulado “Precios, la historia de nunca acabar”, que firma la periodista Miriam Velázquez Rodríguez, argumenta que, aunque en el mercado negro los precios se disparan de un día a otro con increíble facilidad, no parece que el Estado vaya en este asunto a la saga.

“Desde que el Ministerio de Finanzas y Precios adoptara la decisión de liberarlos, asusta mirar las tablillas en algunos de esos centros. Entonces, lo que constituía una vía de escape para el bolsillo común se ha convertido en un privilegio para los más holgados”, aduce Velázquez.

Para la periodista, gran parte de la culpa de que los precios de la red estatal se hayan vuelto prácticamente incosteables para el bolsillo de los matanceros recae en los responsables “de controlar y exigir porque eso no suceda”.

Velázquez Rodríguez cree que la retórica de la propaganda oficial sobre “el complejo escenario económico” que atraviesa el país no resulta justificación suficiente, y que “un asunto tan sensible tiene que recibir mayor atención”.

“Resulta inconcebible que un paquete de galletas cueste 250 pesos, que un jabón Lis de la bodega se revenda a 50, una frazada de piso a 280 y un file de huevos llegue a valer 750”, denuncia la periodista.

El reportaje de la prensa oficialista matancera exige que los funcionarios estatales encuentren un modo de eliminar “ese mal en las condiciones actuales, que tardarán aún mucho tiempo en cambiar”.

“Te acuestas una noche, luego de haberte comido un aguacate que te costó 40 pesos —ya de por sí bien caro—, y a la mañana siguiente, cuando vas en busca de otro, vale 50, 60 o más. Solo un ejemplo que engrosa una lista interminable de productos que, en su mayoría, son de primera necesidad”, lamenta.

Actualmente, la mayoría de los cubanos viven agobiados por la escasez y carestía de los alimentos, provocados por la Tarea Ordenamiento, implementada el 1 de enero de 2021; desatando una ola inflacionaria que aun afecta a la economía nacional y a la población, tras décadas de racionamiento.

Cuba fue considerada al cierre de junio el séptimo país del mundo con mayor tasa de inflación y el segundo de América Latina, solo por detrás de Venezuela, según expertos de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos.

El ranking semanal elaborado por Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada en esa universidad, colocó el 28 de junio a la isla en el séptimo lugar con una “impactante” inflación anual de 73,31%.

Este informe argumenta que “con los precios de los alimentos en alza, los padres ni siquiera pueden permitirse comprar dulces para sus hijos”.

“El peso cubano es lo que siempre ha sido, una moneda chatarra”, concluyó el académico de la prestigiosa casa de estudios superiores, referente de Baltimore, Maryland.

El pasado miércoles, varios tuneros expresaron su malestar por los altos precios de cafeterías en los hospitales de la capital provincial, donde algunos platos cuestan hasta 300 pesos.

La cafetería “Nuevo Amanecer”, del Hospital Provincial “Ernesto Guevara” fue transformada en un restaurante, pero con platos que oscilan entre los 200 y los 300 pesos cubanos (un 10% del salario mínimo); encarecimiento que también sufren los familiares y pacientes del pediátrico “Mártires de Las Tunas”, donde un bocadito y un refresco pueden llegar a costar hasta 50 pesos.

“No es fácil venir aquí a comprarse un pan por 20 pesos, un almuerzo que te vale 300 y pico, porque el salario no da para comprar un almuerzo. Muchos familiares y pacientes llevan días y días aquí y no tiene para comprarse una merienda”, dijo una mujer al reportero. “La oferta está muy buena pero los precios están un poco caritos”, agregó otro cliente.

En el Pediátrico, por su parte, un pan con chicharrón cuesta 25 pesos, y un casabe con queso, 23. A pesar de ello, muchos agradecieron que se estuviesen vendiendo alimentos pues, aseguran, hace apenas dos semanas encontraban la cafetería vacía, donde solo se vendía Condimento integral, a 45 pesos.

“Esta tablilla pertenece a la Cafetería del Hospital Pediátrico Provincial de Las Tunas. Triste, penoso e incomprensible”, dijo entonces la periodista Darletis Leyva González en un post de Facebook.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada