Hace un poco más de dos años, el cubano Dariel López Ramos llegó a Estados Unidos. En la frontera le dieron un Formulario I-220A y tras ser liberado comenzó a abrirse camino en un país completamente nuevo para él, un lugar lleno de retos, pero también de oportunidades.
"Soy un I-220A. Cuando llegué tuve tres y cuatro trabajos diarios hasta que un día logré comprarme un carrito. En Cuba nunca tuve carro, así que me emocionaba tenerlo siempre limpiecito", dijo Dariel al perfil de TikTok Genomultiservice (@genomultiservice).
"Compré una máquina para limpiar asientos y luego se me ocurrió la idea de hacer un car wash móvil", así surgió su proyecto, pero necesitaba recursos.
Poco a poco logró ahorrar lo suficiente para adquirir sus propias herramientas y, como no podía permitirse pagar el alquiler de un local, equipó un van para hacer limpieza de carros a domicilio en Tampa.
Hace cinco meses, Dariel dio un paso más en su camino como emprendedor y abrió su segundo negocio de car wash en Tampa. "Además de lavar carros, ahora ofrecemos servicios de reparación y mecánica general", comentó con orgullo.
"Pensaban que era un fracasado y que no iba a salir adelante en este país, pero gracias a Dios, poquito a poco, le he ido callando la boca a todas esas personas que me cerraron las puertas. Estoy agradecido por lo que estoy logrando", expresó.
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Dariel era campesino en Cuba, un trabajo duro que lo preparó para enfrentar cualquier desafío. Confesó que hay una persona muy importante en su vida que es su inspiración.
"Mi madre me ha inspirado a trabajar. Ella ha sido todo para mí desde que tengo uso de razón. Ha sido la que me enseñó a luchar, a tirar para adelante. Está todavía en Cuba".
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