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En medio de una crisis energética sin precedentes, la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) intensificó su campaña mediática sobre la construcción de parques solares y, en menos de 24 horas, su página de Facebook publicó nueve actualizaciones destacando avances en proyectos fotovoltaicos.
Un ejemplo de ello lo constituyó la publicación anunciando los trabajos que se realizan en un parque solar en Camagüey, que la empresa estatal acompañó de fotografías y con el siguiente mensaje: “Ya se observan los paneles solares en el Parque Solar Fotovoltaico Luaces, que cumplirá su compromiso de terminar esta gran inversión en abril”.
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Sin embargo, mientras se promueven estos desarrollos, la realidad cotidiana de los cubanos es sombría. La falta de inversión en infraestructura eléctrica y la dependencia de combustibles fósiles importados han llevado al sistema energético al borde del colapso.
Actualmente, solo seis de las 15 plantas termoeléctricas están operativas, y la escasez de combustible impide el uso de generadores diésel, lo que agrava la situación. Esta crisis ha obligado al gobierno a cerrar escuelas y a instar a los trabajadores no esenciales a permanecer en casa.
A pesar de los esfuerzos por promover las energías renovables, estas representan menos del 5% de la matriz energética nacional.
El gobierno ha anunciado planes para construir 55 parques solares con una capacidad total de 1.200 megavatios antes de que finalice 2025, pero la falta de inversión y la ineptitud del gobierno de la “continuidad” que lidera Miguel Díaz-Canel plantean dudas sobre la viabilidad de estos proyectos.
Desde hace una década, las autoridades cubanas vienen proclamando su compromiso con la transición hacia fuentes de energía más limpias.
En 2014, se aprobó una política para el desarrollo de fuentes renovables y el uso eficiente de la energía, con el objetivo inicial de alcanzar un 24% de generación eléctrica a partir de energías renovables para 2030, meta que posteriormente se elevó al 37%.
No obstante, el progreso ha sido limitado, y la dependencia de combustibles fósiles sigue siendo dominante.
Recientemente, en noviembre de 2024, la empresa china Hangzhou Duojia Technology expresó su apoyo al plan cubano de aumentar significativamente la generación de energía solar, destacando la colaboración entre ambos países para aprovechar el potencial solar de la isla.
Sin embargo, expertos señalan que, sin un cambio radical en el modelo económico y una gestión eficaz, el sector eléctrico seguirá enfrentando colapsos recurrentes.
Mientras tanto, la población continúa enfrentando apagones prolongados que afectan todos los aspectos de la vida diaria, desde la conservación de alimentos hasta la atención médica.
La percepción general es que la promoción de proyectos de energías renovables sirve más como una distracción propagandística que como una solución tangible a la crisis energética que asola al país.
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