
Vídeos relacionados:
Sólo una de las películas del cineasta cubano Humberto Solás (1941-2008), Lucía (1968), ha sido restaurada, pero el resto de su obra permanece en riesgo de perderse definitivamente por deterioro físico, falta de digitalización y desinterés de las autoridades culturales cubanas.
La mayoría de las creaciones de una de las figuras clave del cine cubano y latinoamericano enfrenta desafíos similares a un porcentaje importante del patrimonio cinematográfico y audiovisual de Cuba: escasez de recursos para la conservación, junto con la inestabilidad de las temperaturas y la humedad.
Lo más leído hoy:
La situación fue denunciada por Sergio Benvenuto Solás, presidente del Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara (FICG), quien advirtió que la conservación del patrimonio audiovisual del país atraviesa un momento de “alto riesgo”.
Proteger la obra cinematográfica de Solás exige una estrategia integral que contemple tanto la conservación física de sus filmes como la promoción de su valor cultural, advirtió Benvenuto, en un texto publicado por la agencia de noticias IPS.
El también sobrino del director de Cecilia (1982), Amada (1983), Un hombre de éxito (1986) y El siglo de las luces (1992) puntualizó que es necesario establecer un sistema unificado de catalogación, que incluya no sólo las películas, sino también materiales complementarios como guiones inéditos, textos críticos, premios y diseños de vestuario.
Esta catalogación, enfatizó, “debe contar con el respaldo de políticas oficiales y la colaboración con instituciones internacionales que reconozcan al cine cubano como patrimonio cultural”.
Un proceso de esta magnitud no solo contribuiría a la protección del legado de Solás, “sino que también ofrecería una oportunidad única para revitalizar el interés por el patrimonio audiovisual cubano”, aseguró.
Para el director de FICG, la restauración integral del patrimonio audiovisual es un reto común en las cinematografías del Tercer Mundo, sin embargo, mientras el cine cubano ha sido reconocido como uno de los movimientos más importantes de América Latina, su archivo fílmico se deteriora en silencio.
Benvenuto subrayó la importancia de catalogar y declarar patrimonio cultural todo el material conservado, ya sea en cinematecas, archivos o colecciones, públicas o privadas, dentro o fuera del país.
También insistió en que se debe reconocer el valor histórico y cultural de las obras no clasificadas que aún permanecen en los archivos, porque su conservación es esencial para mantener viva la memoria colectiva de la nación.
Urge, añadió, la creación de un sistema unificado de catalogación de los materiales que existen en el país y, de manera pionera, iniciar este proceso con los archivos del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Además, propuso unificar la información de los distintos archivos nacionales y rastrear el material audiovisual cubano conservado en países con mejores condiciones de preservación.
Una iniciativa así, sostuvo, podría convertirse en modelo para la preservación del cine cubano, facilitando la recopilación de información valiosa y ofreciendo oportunidades para restaurar también obras de otros autores.
Según Benvenuto, la Inteligencia Artificial abre nuevas posibilidades para la restauración: permite identificar, clasificar y recuperar obras audiovisuales, aunque digitalizar en 4K o 6K sigue siendo costoso. Aun así, las digitalizaciones a 2K ya permiten proyecciones en salas de cine y plataformas digitales.
El uso de esta tecnología plantea, sin embargo, debates éticos y técnicos sobre hasta qué punto puede intervenirse una obra sin modificar su esencia. Además, el tiempo apremia, no solo para las cintas, sino también para los profesionales que podrían aportar contexto antes de que se pierda su testimonio.
Implementar estas acciones, afirmó Benvenuto, “sería una forma efectiva de apropiarse de la figura de Humberto Solás para lanzar un macroproyecto cultural que contrarreste el abandono en que se encuentra su obra”. Al mismo tiempo, sería el primer paso para mitigar los riesgos que amenazan al resto del patrimonio audiovisual cubano, concluyó.
Las dos últimas películas de Solás, Miel para Oshún (2002) y Barrio Cuba (2005), se realizaron con bajo presupuesto, tecnología digital y dentro de la sobriedad del llamado cine pobre, que “se refiere a un cine de restringida economía que se ejecuta tanto en los países de menos desarrollo o periféricos, así como también en las sociedades rectoras a nivel económico-cultural”.
Bajo los principios del Manifiesto del Cine Pobre, promulgado por Solás, se gestó el FICG, el cual dirigió desde su primera edición en 2003 hasta su fallecimiento en 2008.
La edición 19 se efectuó entre el 15 y 19 de este mes, en la urbe costera de la oriental provincia de Holguín, con la presentación de más de 500 materiales audiovisuales, procedentes de unos 30 países, y que retomó la esencia de su fundación.
En 2017, el certamen amplió el diapasón y el concurso aceptó películas de todos los presupuestos, con un propósito de internacionalizar aún más el evento.
Tras un impasse por la pandemia de covid-19 el festival retomó sus actividades en 2022, aunque más austero que en años anteriores, y en medio de la profundización de la crisis económica en Cuba que ha provocado una decadencia de la industria cinematográfica cubana.
Preguntas frecuentes sobre la conservación del patrimonio cinematográfico de Humberto Solás
¿Cuál es el estado actual de la obra cinematográfica de Humberto Solás?
Solo la película "Lucía" ha sido restaurada, mientras que el resto de la obra de Humberto Solás está en riesgo de perderse debido al deterioro físico, la falta de digitalización y el desinterés de las autoridades culturales cubanas.
¿Qué se necesita para preservar el legado de Humberto Solás?
Para proteger la obra de Humberto Solás es necesaria una estrategia integral que contemple la conservación física, la digitalización y la promoción de su valor cultural. Esto incluye establecer un sistema unificado de catalogación y colaboración con instituciones internacionales.
¿Qué papel juega la Inteligencia Artificial en la restauración del cine cubano?
La Inteligencia Artificial ofrece nuevas posibilidades para identificar, clasificar y recuperar obras audiovisuales, aunque la digitalización en alta resolución sigue siendo costosa. Esta tecnología plantea debates sobre la intervención sin modificar la esencia de las obras.
¿Cómo afecta el desinterés gubernamental a la conservación del cine en Cuba?
El desinterés de las autoridades culturales cubanas contribuye al deterioro del patrimonio cinematográfico, ya que no se implementan políticas efectivas de preservación ni se destinan recursos suficientes para la conservación de las obras cinematográficas, afectando la memoria cultural del país.
Archivado en: