Mar-a-Lago: La mansión de Donald Trump en Palm Beach guarda una conexión inesperada con Cuba

Materiales cubanos de primera calidad forman parte de Mar-a-Lago, la mansión de Donald Trump cargada de historia, poder y ambición.

The Mar-a-Lago Club © Web oficial The Mar-a-Lago Club
The Mar-a-Lago Club Foto © Web oficial The Mar-a-Lago Club

Vídeos relacionados:

Mar-a-Lago, la mansión de estilo hispano-morisco ubicada en Palm Beach, Florida, es mucho más que una propiedad de lujo y su construcción guarda inesperadas conexiones con Cuba.

La mansión se construyó entre 1924 y 1927, y su primera propietaria fue estadounidense Marjorie Merriweather Post (1887 – 1973). Era empresaria, socialité y filántropa. Heredó la fortuna de Postum Cereal Company, que se convirtió en General Foods Corporation.

Esta villa de más de ocho hectáreas se diseñó como refugio invernal para millonarios, presidentes y dignatarios, un proyecto cargado de intención diplomática y majestuosidad estética.

Post, una de las mujeres más ricas de su tiempo, trabajó con el arquitecto estadounidense Marion Sims Wyeth y el vienés Joseph Urban para dar forma a un palacio mediterráneo que combinara elementos de la arquitectura española, veneciana y portuguesa, sin escatimar en detalles.

La casa fue construida con piedra caliza importada desde Génova, vigas de ciprés de la región y atesora esculturas talladas por artistas europeos. Uno de los elementos más llamativos y menos conocidos es que parte del mármol blanco y negro utilizado en los suelos proviene de un antiguo castillo en Cuba.

Las fuentes consultadas no revelan exactamente de qué edificación cubana o de qué yacimiento provienen esos mármoles, pero sí detallan que se usaron otros materiales cubanos de excelente calidad. El techo fue cubierto con 20.000 tejas producidas en la isla, importadas especialmente para rematar la estética colonial con autenticidad.


Lo más leído hoy:


Otra villa icónica de Florida que importó piedras cubanas es actualmente conocida como el Vizcaya Museum and Gardens. Perteneció al empresario estadounidense James Deering (1859 – 1925) quien también la construyó como residencia de invierno, pero más al sur del estado, a orillas de la Bahía de Biscayne. Es un conjunto monumental de valor patrimonial.

Mar-a-Lago tiene valor patrimonial en Estados Unidos

La mansión, coronada por una torre de más de 22 metros, fue declarada Sitio Histórico Nacional en 1969 y en 1973, tras la muerte de Post, fue legada al gobierno de Estados Unidos con la esperanza de que se utilizara como residencia presidencial de invierno. Ese era el deseo de su dueña original.

Sin embargo, el alto costo de mantenimiento y las complicaciones logísticas hicieron que el proyecto fracasara. En 1980, el inmueble volvió a la Fundación Post y quedó a la espera de un nuevo propietario que mantuviera viva el alma de la mansión.

Ese capítulo llegó con Donald J. Trump, quien en 1985 logró adquirir la propiedad por una cifra muy inferior a su valor real, aprovechando el desinterés federal y se rumorea que también haciendo algunas presiones en el sector inmobiliario.

Trump la convirtió primero en residencia personal, pero en 1995 la transformó en el exclusivo Mar-a-Lago Club. Este cambio de uso no fue solo un movimiento empresarial, sino simbólico. El magnate estaba consolidando su marca en uno de los lugares más emblemáticos del sur de Florida.

Mar-a-Lago no tardó en convertirse en su fortaleza, una especie de palacio moderno desde donde desplegó una narrativa de poder y éxito, con acceso exclusivo.

Mar-a-Lago, la casa preferida del presidente de Estados Unidos

Durante su primer mandato como presidente, la mansión fue bautizada como "La Casa Blanca de invierno", albergando reuniones diplomáticas, eventos de Estado y encuentros con líderes mundiales. De alguna manera, Trump cumplía así el sueño de Marjorie Merriweather Post, la primera dueña de Mar-a-Lago.

Más allá de su valor inmobiliario o arquitectónico, esta propiedad contiene todos los elementos con los que se identifica el actual presidente de Estados Unidos. Hay riqueza, opulencia, raíces en el viejo mundo que transmiten ideas de poder colonial, de alcurnia y un toque de excepcionalidad o exclusividad.

La estética de Mar-a-Lago también cumple una función política. Sus azulejos del siglo XV, su comedor con mármol cubano, sus jardines con palmas reales, los techos dorados y sus espacios de ostentación no solo narran una historia de gusto e influencia; proyectan un mensaje de control, solidez económica y permanencia o estabilidad.

Trump no eligió Mar-a-Lago solo por su belleza, sino por su historia y lo que representa. Es un legado aristocrático reconvertido en símbolo personal de poder.

Hoy, con membresías que superan el millón de dólares y una lista de socios que incluye desde celebridades hasta antiguos líderes políticos, Mar-a-Lago es un epicentro de influencia en el sur de Estados Unidos.

Preguntas frecuentes sobre Mar-a-Lago y su conexión con Cuba

¿Cuál es la conexión entre Mar-a-Lago y Cuba?

Mar-a-Lago tiene una conexión con Cuba a través de materiales de construcción. Parte del mármol blanco y negro utilizado en los suelos de la mansión proviene de un antiguo castillo en Cuba, y el techo fue cubierto con 20,000 tejas cubanas importadas especialmente para el proyecto.

¿Qué importancia tiene Mar-a-Lago en la política estadounidense?

Mar-a-Lago se ha convertido en un símbolo de poder político y exclusividad. Durante el primer mandato de Donald Trump, fue conocida como la "Casa Blanca de invierno" debido a las reuniones diplomáticas y eventos de Estado que se realizaron allí. Además, es un epicentro de influencia en el sur de Estados Unidos.

¿Por qué se está considerando renombrar una carretera que lleva a Mar-a-Lago?

Se está considerando renombrar la carretera como "President Donald J. Trump Boulevard" como un homenaje simbólico. Esta medida, impulsada por una ley estatal, busca reconocer la influencia y el impacto político de Trump en Florida, donde tiene una fuerte base de apoyo.

COMENTAR

Archivado en:

Gretchen Sánchez

Branded Content Writer en CiberCuba. Doctora en Ciencias por la Universidad de Alicante y Licenciada en Estudios Socioculturales.


Recibe las noticias de CiberCuba en WhatsApp: click aquí


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

+1 786 3965 689


Este artículo ha sido generado o editado con la ayuda de inteligencia artificial. Ha sido revisado por un periodista antes de su publicación.




Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada