Antesala coral con Electo Silva

Mientras los habitantes de la mayor urbe oriental se alistan para acoger desde el próximo martes 20 al XXVIII Festival Internacional de Coros, el Orfeón Santiago, que cumplió esta semana sus 47 años de vida, entrena no solo sus voces, sino también el espíritu bajo la batuta de su director, el venerable Electo Silva. Para festejar el aniversario, Electo montó una de sus más recientes obras: la musicalización de tres estampas poéticas de Mirta Aguirre sobre Camilo, el Che y Fidel. "Yo admiro la poesía de mi país. Desde la de Martí y Guillén hasta la de los más jóvenes que se identifican con la savia de nuestra tierra. No hay que detenerse solo en los clásicos; hace algún tiempo descubrí los versos de Alex Pausides y sentí necesidad de afrontarlos musicalmente", explica. "En la velada inaugural, que será en la Sala Dolores —informó el maestro—, saldaremos también una deuda con una de las páginas más deliciosas de nuestro Miguel Matamoros, Santiaguera". Cantadas por agrupaciones de medio mundo, las versiones matamorianas del célebre director coral atraen por la fineza polifónica y expresiva de sus líneas melódicas entrelazadas. "Lo aparentemente fácil resulta difícil; tuve que dar mil y una vueltas hasta encontrar la solución vocal de Santiaguera, sin que la pieza perdiera un ápice de su sabor original. Siempre me gustó llevar la canción de serenata y trova al canto colectivo. Más de una vez Matamoros estuvo en nuestra sede y se emocionó mucho cuando hacíamos sus temas. Es que para un trovador de los buenos, de los más sensibles, lo más emotivo es ser cantado por voces", confesó. Presidente de Honor del Festival y laureado con el Premio Nacional de la Música en el 2002, Electo se apasiona con las virtudes de la práctica coral en edades tempranas como factor para el desarrollo de las facultades estéticas y éticas de los seres humanos. Hace pocos meses vio cumplido parte de un entrañable sueño suyo: la aparición, en edición limitada, del disco Canciones y comentarios, por el Orfeón Infantil Santiago, que reúne 47 piezas de iniciación al canto. Se trata de un disco que debiera estar y ser escuchado en los centros de educación primaria y secundaria del país. Fuente: Cubarte