APP GRATIS

Nueva vida desde el amanecer en Camagüey

El fortalecimiento de la atención primaria de Salud es uno de los sueños del Líder de la Revolución cubana que ya se convierte en realidad. De las 32 áreas de Salud en la provincia de Camagüey, con igual número de policlínicas, en diez se ha materializado tan noble propósito, desde el punto de vista estructural y en cantidad de prestaciones.

 ©

Este artículo es de hace 16 años

Las policlínicas de los municipios de Vertientes, Sierra de Cubitas, Guáimaro, Nuevitas, Carlos Manuel de Céspedes, el Sur de Florida, y las Julio Antonio Mella, José Martí, Previsora y Finlay , de la ciudad de Camagüey, son las beneficiadas en este programa, y otras permanecen en período de reconstrucción.  Pero, ese sueño de Fidel Castro va más allá, no queda sólo a nivel de reestructuración y de cantidad de especialidades a ofrecer. El conquistar servicios de excelencia y convertir a cada una de éstas en unidad docente son los empeños de hoy.  Con el presente La policlínica Julio Antonio Mella, enclavada en el reparto del mismo nombre, fue la primera en la provincia en materializar el objetivo desde el punto de vista estructural y por los beneficios reportados hacia los pacientes. Allí se exhibe con orgullo y preocupación la condición de Colectivo Moral. Con orgullo, porque resulta un paso vital para comenzar a luchar por la excelencia y con preocupación, debido a que no pueden permitirse que un desliz propicie el perder tan importante estímulo avalado y otorgado por el universo que allí se atiende. La doctora Raida Castañeda Marín, directora de la policlínica, divide su estancia allí en dos momentos; un antes de la reparación del inmueble y un después a partir del 2004. “Brindábamos 17 especialidades, las que aumentaron a 34 luego de la restructuración, lo cual posibilitó acercarlas a la comunidad, como una forma indiscutible de humanizar aún más nuestra atención”, señaló. “Por supuesto, aparejado a estos beneficios va el cambio en la mentalidad de la mayoría de los trabajadores. No era sólo el contar con un centro nuevo, sino también de actuar en consecuencia ante este nuevo escenario que satisface además, las necesidades de quienes aquí laboran. “El mantener los valores esenciales en el sistema e ir al rescate de otros debilitados ha sido una tarea de primer orden. Hemos estabilizado el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI); no obstante, puede llegarse a hacer más, la tasa es de dos fallecidos por cada mil nacidos vivos, la calidad del recién nacido es mejor, disminuimos el indicador de bebés con bajo peso al nacer, no reportamos muertes maternas, y mejoramos el relacionado con la fetal tardía (mujer embarazada que no llega al parto a término), gracias a la unión de todos los trabajadores. “Cada consultorio cuenta con un padrino, o sea, el consejo de dirección y otros trabajadores seleccionados tienen a su cargo a niños, a embarazadas, con dificultades e implementamos un plan de acción permanente para atender las insatisfacciones de la comunidad, eso es vital para los 810 trabajadores, el 75 por ciento mujeres. La reorganización de los consultorios ha sido una máxima a seguir, perciben una mayor satisfacción de la comunidad. Los que están cubren las expectativas de aquellos que cumplen misión en el exterior. Son 58 médicos, tres enfermeras, además de estomatólogos y técnicos, para un total de 78. Con el futuro Con esa visión de futuro de Fidel, las policlínicas se han convertido en una Universidad más, y ésta es regla y no excepción.Yanier Serrano García, residente en el reparto Jayamá, estudia el primer año de Medicina en la Julio Antonio Mella. Él está convencido de que: “Nuestra formación en el nivel primario resulta muy importante. Desde el primer día de clases vemos qué sucede en la comunidad, nos familiarizamos con todo lo que vamos a experimentar al graduarnos”. Y agregó: “La enseñanza tiene calidad, los profesores imparten las clases con mucha entrega, tenemos de todo, nos traen a las aulas a pacientes para conocer acerca de sus enfermedades. Esta es una buena idea en todos los sentidos, estoy cerca de mi casa. Estamos identificados con este programa. Siento la misma importancia que si estuviera en las aulas del Instituto de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay (ISCM), incluso con el beneficio de chocar aquí con este tipo de atención que ya es presente y será el futuro en el país”. La doctora Aida Moronte es la vicedirectora docente, quien comentó: “Ya tenemos 12 alumnos de cuarto año de Medicina. Ellos comenzaron aquí desde su primer curso y más de la mitad de este grupo pertenece al movimiento Mario Muñoz, que son los alumnos talentos, aunque todos con muy buenos rendimientos académicos. Desde primer año conocen qué hacer en los consultorios, y en la asignatura de Medicina General Integral (MGI), todos con su tutor. “Observamos una ventaja en este método. Nosotros estudiábamos en el Instituto, el profesor nos impartía la conferencia y teníamos los libros. Ahora cada uno posee una computadora, con acceso las 24 horas. El laboratorio de computación y la biblioteca están abiertos hasta los fines de semana. “Son 35 los profesores con categoría docente, de éstos tres con la de Asistentes y los restantes con la de Instructores. Son 91 médicos en total. Hace dos años comenzamos también con la carrera de Tecnología de la Salud, en Terapia Física y Rehabilitación, y Podología, en Enfermería hace tres cursos, y más de 50 alumnos pertenecen a Higiene y Epidemiología que comenzó este año. “De las 51 enfermeras, 11 ostentan categoría docente. Las aulas ya son pocas para la cantidad de estudiantes”. La doctora Raida calificó la experiencia de dirigir una policlínica universitaria como algo muy lindo. “Esto nos lleva a ser educadores, sin excepción. Desde el amanecer respiramos una nueva vida, esa que da la juventud por sí misma, ha sido una fortaleza. Tener a los estudiantes con nosotros día a día nos obliga a ser ejemplos como maestros y como profesionales, también en la investigación y en la propia superación, todos estamos obligados a capacitarnos”. Lograr la excelencia en cualquier aspecto de la vida es extremadamente difícil, máxime si de un colectivo se trata, empero, esa es la tarea vital de este y de todos los profesionales del sector, llamados este 3 de diciembre, Día de la Medicina Latinoamericana y del Trabajador de la Salud, a discutir y a reflexionar en talleres en cada contexto en los diferentes niveles, acerca de los valores, con el concepto de honestidad en el centro de los debates.Fuente: Por Olga Lilia Vilató, Adelante

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689