"Esta es una película abierta que ustedes, los espectadores, de alguna forma tienen que terminar, porque lo que intenta hacer es provocar la discusión, el desconcierto y el enfrentamiento del público consigo mismo. Por eso, más que me entrevisten a mí, yo prefiero entrevistarlos a ustedes". Fueron palabras del director de cine Paul Leduc en conferencia de prensa luego de que su filme Cobrador: in God we trust (2006), se estrenara en una repleta Sala Charles Chaplin, durante las primeras jornadas del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. El autor de obras representativas del cine mexicano de las décadas del 70 y 80, como México insurgente; Complot petróleo: la cabeza de la hidra; Frida, naturaleza viva, volvió a caminar los senderos del séptimo arte mediante una obra que bosqueja un retrato de "la violencia de la globalización y la globalización de la violencia". Basada en relatos del escritor brasileño Rubem Fonseca, Cobrador, de 92 minutos, cuenta varias historias ambientadas en Nueva York, Miami, Río de Janeiro, Ciudad México y Buenos Aires. Planteada como "una película muy importante para este momento, con una postura clara, fuerte, digna, dolorosa, sobre nuestra realidad, la de la sociedad en Latinoamérica... globalización, violencia, límites en la vida, en nuestra historia, en la cotidianidad", según palabras de la actriz Dolores Heredia, quiendesempeña el papel de Angela en esta cinta, la obra está nominada a los premios Goya junto a Postales de Leningrado, de la venezolana Mariana Rondón y La edad de la peseta, de Pavel Giroud, entre otras. Leduc, conocido por instalar frente a la retina del espectador situaciones al límite como si lanzará una advertencia, dijo a Granma: "Yo pienso que el planeta está cada vez más dividido, este es de alguna forma uno de los temas de la película también"; y en otra reflexión: "estoy totalmente en contra de las medidas contra los inmigrantes impuestas por el actual gobierno de la Casa Blanca". Luego agregó: "En México tenemos muchísimos cineastas jóvenes de gran talento. El grave problema es que muchos de ellos producen primero largometrajes, óperas primas llamativas con gran éxito de público y sin embargo les resulta muy difícil acometer una segunda película. Creo que demuestran talento y muchas ideas pero desgraciadamente no tienen el apoyo necesario" Envuelto en el áurea misteriosa de quien retorna a colocarse detrás de las cámaras después de buen tiempo, Leduc reiteró su confianza en la inteligencia del espectador.Fuente: Por Miguel Hernández, CubaSi
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