Un residente en Florida, vecino de Lithia (condado de Hillsborough), se despertó este miércoles con una visita inesperada: un caimán se encontraba en el interior de su piscina.
El reptil, que medía entre siete y ocho pies de largo, no mostró intenciones de marcharse por voluntad propia, así que los propietarios se vieron obligados a llamar a un cazador.
La Oficina del Sheriff del Condado de Hillsborough se puso en contacto con la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna (FWC), que les ofreció el servicio de retirarlo.
El cazador que los atendió les explicó que ya tenían también dos trampas instaladas en un lago cercano, debido a varias llamadas de vecinos que se quejaban por la presencia de los animales. También le explicó que recientemente había atrapado a un caimán de once pies.
El cazador, Robb Upthegrove, cree que el caimán pasó de los pantanos de agua negra al agua azul de la piscina debido a las recientes lluvias torrenciales.
"Los cocodrilos deciden que quieren moverse... con toda esta lluvia que hemos tenido. Ellos se mueven buscando agua nueva o algo de comida", afirmó Upthegrove.
El vecino, por su parte, relató que una vez había encontrado en los alrededores de la piscina un ciervo pequeño, pero que lo sucedido esta vez fue mucho más peligroso.
Los funcionarios que atendieron el llamado de emergencia explicaron que los dos caimanes hallados, ese y el otro de once pies atrapado en un lago cercano, serían llevados a una granja, donde serán protegidos bajo un programa estatal y utilizados para la cría.
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