La Plaza de San Francisco de Asís, situada junto al Puerto de La Habana, se originó a mediados del siglo XVII y debe su nombre al convento que se encuentra enclavado en uno de sus costados. Situada entre la calle Oficios y Avenida del Puerto, la Plaza es interceptada por la calle Amargura, que comienza justo allí.
Es un espacio abierto, de suelo adoquinado, y en uno de sus extremos se encuentra una hermosa fuente de mármol blanco de forma octagonal, con tres pedestales y cuatro leones en el centro, que constituye uno de sus sellos distintivos.
Varios carruajes típicos de la época colonial tirados por caballos, destinados al turismo, y una gran cantidad de palomas alrededor de la fuente, forman parte del atractivo del lugar.
Muy visitada por turistas y por habaneros en general, además del Convento de San Francisco, en las inmediaciones de la Plaza se encuentra la Terminal Sierra Maestra, la Aduana General de la República, el majestuoso edificio de La Lonja del Comercio (sede de empresas e instituciones comerciales), así como el antinguo Palacio de los marqueses de San Felipe, el Palacio de Santiago de Bejucal y el de la Casa Estudio Carmen Montilla.
Este reporte del Sistema Informativo de la Televisión Cubana aporta algunos detalles curiosos sobre las diversas esculturas que en los últimos años han ido adornando el lugar.
Entre ellas destaca especialmente la escultura de Villa Soberón dedicada al Caballero de París, que es, junto a la llamada "fuente de los leones", uno de los elementos más significativos de ese hermoso rincón de La Habana Vieja.
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