Se encuentra tras las rejas un hombre de origen cubano acusado de uno de los crímenes más abominables que se puedan cometer: intentó abusar sexualmente de su propia madre, inválida en una silla de ruedas.
El testimonio de la mujer es desgarrador, sufrió la peor experiencia de su vida cuando su hijo, aparentemente drogado, intentó violarla.
Alís Aragón, de 74 años y ambas piernas amputadas, relata la pesadilla que vivió cuando su hijo Alberto González de 39, presuntamente intentó abusar de ella dentro de su casa en el oeste de Hialeah.
El incidente sucedió el pasado domingo y el lunes el acusado compareció ante la jueza, quien le negó la fianza. Según el reporte de arresto de la policía local, tras su detención el sospechoso tuvo que ser tranquilizado con tres descargas de pistola taser, debido a su resistencia al arresto.
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