El balsero que se autoagredió hace unos días, poco antes de pisar suelo norteamericano, para evitar ser devuelto a Cuba, ha sido entrevistado por América Noticias.
Recordemos que el pasado sábado 25 de junio una rudimentaria balsa de madera con 11 cubanos a bordo ―10 hombres y 1 mujer― arribó a las costas de Dania Beach (Florida).
La llegada fue bastante accidentada porque en la orilla del mar los esperaba un grupo de policías dispuestos a detenerlos antes de llegar a tierra.
Las imágenes fueron captadas por varios bañistas; un grupo de curiosos incitaba y alentaba a los balseros, e incluso algunos norteamericanos dieron gritos de “libertad” “libertad” en el momento en que los balseros, con muchas dificultades dado el dispositivo policial, consiguieron tocar tierra.
En su reciente testimonio, Yosvani de Armas ha explicado que en el momento en que las autoridades les disparaban balas de goma él se apuñaló, causándose una extensa herida. Garantiza, además, que esa herida que se causó a sí mismo es la prueba fehaciente de que las armas blancas que llevaban no eran para agredir a las autoridades.
El balsero, además de ofrecer su testimonio sobre lo sucedido ese sábado 25 de junio, también aboga por la libertad de uno de sus compañeros balseros, Lázaro Mora (de 40 años), que está enfrentando cargos por ―presuntamente― intentar agredir a uno de los oficiales del Servicio de Guardacostas.
Ha explicado también que en el momento en que se autolesionó, se le aflojaron las piernas y se cayó al agua.
Fue un momento de desesperación ante la posibilidad inminente de que no podría lograr su sueño de llegar a tierra. El herido, no volvió a despertarse hasta después de la cirugía a la que fue sometido.
En lo relativo a la actual situación que enfrenta Lázaro Mora, expresa Yandri Sánchez ―otro de los balseros― que no es posible que Mora haya intentado agredir a uno de los oficiales porque Mora estaba aguantado por otro de los balseros del grupo, ya que Lázaro Mora también se quería autolesionar.
El basero encarcelado se presentará en la Corte el 12 de julio, y si es hallado culpable, podría enfrentar hasta 20 años de cárcel.
Los restantes balseros han manifestado estar dispuestos a atestiguar en la Corte en favor de su compañero en cualquier momento.
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