El australiano Julian Assange ―fundador de WikiLeaks― creía tener claro quién ganaría las elecciones en Estados Unidos.
Pensó todo el tiempo que sería Hillary Clinton, y no por sus méritos políticos, sino porque considera que ella controlaba el establishment estadounidense, lo que no permitiría una victoria del candidato republicano Donald Trump.
En una entrevista con la agencia Reuters ―difundida en YouTube esta misma semana― Assange precisaba:
"Mi análisis es que a Trump no le van a dejar ganar. ¿Por qué lo digo? Porque tiene a todos los estamentos del establishment en su contra. No tiene ni uno solo a su favor, quizás con excepciones de los evangélicos si eso puede considerarse como un lobby de influencia".
A diferencia de la visionaria carta del cineasta Michael Moore, que vaticinó el triunfo de Trump, Assange ―que vive asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde hace más de cuatro años― se equivocó en sus pronósticos de victoria electoral.
"Los bancos, la Inteligencia, el sector armamentístico, el de divisas... todos están unidos para apoyar a Hillary Clinton. Igual ocurre con los medios, tanto los dueños de conglomerados mediáticos como los propios periodistas", argumentó el fundador de WikiLeaks al periodista John Pilger.
A pesar de que en esta entrevista, Assange dice que siente "un poco de pena por Clinton", acto seguido arremete, precisa que le apena porque ve en ella "a una mujer que está siendo devorada viva por sus ambiciones, atormentada hasta el punto de enfermar o desmayarse".
Hay que recordar que las revelaciones de correos electrónicos e información sobre Hillary Clinton hechas por el portal WikiLeaks, desempeñaron un papel que muchos consideran fundamental en el hecho de que ayer, contra todo pronóstico, Donald Trump alcanzara la presidencia de Estados Unidos.
En los últimos meses, WikiLeaks publicó más de 30.000 correos electrónicos de Clinton, obtenidos de un servidor privado que empleó cuando era Secretaria de Estado. Más recientemente, las revelaciones fueron de la correspondencia confidencial de John Podesta, el jefe de campaña de la candidata demócrata.
Significativo en esta entrevista resulta que Assange exculpe explícitamente a Rusia del ataque cibernético que permitió la publicación de los correos electrónicos de Clinton.
Desde un principio, el equipo de Clinton acusó a Moscú de piratear sus correos, con el objetivo de suministrar argumentos a WikiLeaks, y beneficiar de ese modo a Donald Trump.
En medio de toda la vorágine, en el mes de octubre, el Gobierno de Ecuador reconoció haber restringido de forma temporal el acceso a internet de Assange, para impedir que continuara influyendo en la carrera presidencial norteamericana.
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