El paso de la Caravana de la Libertad, que traslada los restos del ex líder de la Revolución Cubana por la provincia de Sancti Spíritus, recordó los días aquellos de Enero de 1959 en que una comitiva gigante de vehículos atravesó el país de Oriente a Occidente, llevando encima a unos barbudos que lograron, en apenas dos años derrotar a todo un ejército.
Tanto en aquella fecha, como ahora, el pueblo aclamó al líder que veneraba como propio.
Esta vez, la caravana viaja a la inversa, y tiene como destino final no el Palacio Presidencial en la Habana, sino el Cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.
El parque Serafín Sánchez, recientemente inaugurado fue testigo silencioso y enérgico de una urbe, que desde horas bien tempranas en la mañana, acudió a decirle adiós a Fidel., y que al momento del paso de de la Caravana por el parque gritó al unísono: Yo soy Fidel.
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