La escena ocurrió a los pies de la estatua de José Martí, en el Parque Central de La Habana.
Ante un grupo de curiosos, un joven es detenido por la policía. Aunque no se conocen las causas que motivaron el arresto en un lugar tan céntrico ―y que suele estar atestado de turistas― lo cierto es que la escena llama la atención sobre todo por la forma en que reacciona el detenido ante la policía.
En los últimos meses han circulado varios vídeos en que se ha visto cómo los testigos de varios arrestos (sobre todo políticos), recriminan a la policía.
Sin embargo, aquí lo curioso es que quien increpa a los policías es el propio detenido, y lo hace burlándose de ellos en su cara.
Les llama poco menos que “hambrientos”, alude a lo “flaquitos que están”, algo que achaca al "bajo salario que tienen”.
También hace referencia a los orígenes "orientales" que tienen muchos de los policías que brindan servicio en La Habana.
Los cubanos están perdiendo el miedo a las "fuerzas del orden", y cada vez hay más muestras.
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