El luchador Sam Polinski ha decidido hacer de su apoyo a Trump toda una estrategia de maketing. Polonski se ha convertido en el único estadounidense que tiene trabajo asegurado en México por defender a Donald Trump en el país azteca.
Según él mismo explica: "A los aficionados les gustan los villanos, por eso yo pensé cómo ser más malo y pensé en el nuevo presidente Donald Trump".
Polinski ha convertido a Trump en su estandarte y por ello lleva unas mallas donde aparece el presidente y una bandera estadounidense con su cara.
No obstante, el luchador se confiesa también amante de México y sus gentes, e incluso tiene novia mexicana, y declara que le gustaría explicarle al nuevo presidente norteamericano cómo son los mexicanos.
El luchador propone a los mexicanos, hasta que mejoren las relaciones diplomáticas entre ambos países, descargar en él toda su ira contra el presidente estadounidense.
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