“Bird Street”, en Londres, es llamada ya la primera “calle inteligente” del mundo. Situada junto a Oxford Street, alberga una pasarela de 10 metros cuadrados compuesta por baldosas Pavegen V3, las cuales aprovechan la energía cinética para producir electricidad.
Este sistema fue desarrollado por una compañía con sede en Reino Unido y se encuentra instalada ya en diversos lugares públicos, como el aeropuerto Heathrow (Londres) o un estadio de fútbol en Río de Janeiro (Brasil).
En el caso de Bird Street, el propósito es que la energía generada por las pisadas de los peatones se utilice para alimentar las farolas, reproducir sonidos de aves de fondo y utilizar transmisores bluetooth.
Muchos investigadores trabajan actualmente para desarrollar métodos más sostenibles para la obtención de energía. En el caso de Bird Street, los usuarios podrán consultar la electricidad que están generando sus pasos, a través del móvil, todo ello al mismo tiempo que visitan las tiendas abiertas en la zona.
Se trata de pequeños locales comerciales con diseños modernos pintados con Airlite, una pintura que puede separar el óxido de nitrógeno del aire, y repeler el polvo.
Medios de prensa aseguran que es posible que pronto lleguen aplicaciones que premien con vales de descuento en las tiendas a las personas que más energía produzcan con sus pasos.
En uno de los extremos de Bird Street se ha instalado, además, un banco ClearAir, que filtra el aire para librarlo de gases nocivos, como el dióxido de nitrógeno.
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