El chileno Celino Villanueva Jaramillo tiene 121 años, o al menos eso asegura él y su documento de identidad, que le entregaron en 2016. Su certificado de nacimiento original lo perdió en el mismo incendio que le dejó en la calle hace 20 años.
Sin embargo, la información ha sido corroborada por una de las jefas del Departamento de Demografía de la Oficina de Estadísticas de Chile, quien ha afirmado que al revisar los registros encontraron que Celino Villanueva Jaramillo “nació efectivamente el 25 de julio de 1896, y todavía está vivo”.
Ello supone que ha vivido en tres siglos diferentes, y que nació el mismo año en que se disputaron los primeros Juegos Olímpicos y que Ford produjo su primer vehículo de motor.
El dato lo convertiría en el hombre más viejo del mundo, cuatro años mayor que Nain Tajima, el hombre más anciano según según el listado Guinness, según destacan medios de prensa.
Celino reside con Marta Ramírez, una señora que lo acogió en su hogar cuando el nonagenario, con 99 años, perdió todas sus pertenencias en un incendio en el que también casi pierde la vida.
Debido a su anciana edad, la comunicación con Celino es un poco limitada. Está casi completamente ciego debido a sus cataratas, tiene un 85% de sordera y está desdentado.
Se conoce su historia, o al menos parte de ella, gracias a los registros de diversas instituciones. Al parecer, trabajó toda su vida en labores agrícolas para un terrateniente llamado Ambrosio Toledo, y fue despedido al arribar a los 80 años.
Eso le obligó a abandonar la casa donde vivía, pero a cambio consiguió una modesta pensión, con la que acabó apagando la citada choza en un pueblo cercano.
Fue entonces que el terrible accidente, que casi acaba con su vida, destruyó su hogar y sus pertenencias. A los pocos días, Marta Ramírez lo acogió en casa hasta día de hoy, convirtiéndose, como afirma ella, en “mi invitado a largo plazo”.
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