El diputado Marino Murillo, conocido como el zar económico en Cuba, anunció en diciembre pasado, en el Parlamento, durante la décima sesión de la VIII legislatura, que no se autorizará la creación de nuevas cooperativas no agropecuarias hasta que el Gobierno considere que funcionan bien las 429 constituidas. También dijo que éstas solo tendrán un alcance provincial y que la diferencia entre el sueldo del socio que más gana y el que menos sólo podrá ser tres veces mayor. Además avanzó que los cuentapropistas sólo podrán tener licencia para una sola actividad y que éstas se reducirían de 121 a 111.
Palenque Visión, en un reportaje para Martí Noticias, ha salido a las calles de Bayamo a ver cómo han sentado estas medidas a los cuentapropistas. "Hay a quien le afecta y a quien no. Es pérdida y pérdida. Perdemos nosotros por cuenta propia, al querer abarcar más negocios, pero pierde también el Estado porque al tú tener más patentes tienes que pagar más porciento al Estado", dice uno de los entrevistados, que se dedica a la venta de productos agroalimentarios.
"Eso yo lo veo mal porque al final de todo, yo estoy trabajando legalmente. Mientras más gano, más impuestos le pago al Estado. Ahí pierde el Estado y pierdo yo. Hay cosas del mismo Estado que se están enriqueciendo y no le ponen el ojo. Entonces uno, que trabaja legalmente por la línea, nos ponen la traba. Lo hallo muy mal", comenta otro cuentapropista.
"Vivimos todos en sociedad. No debemos ser abarcadores de muchos negocios. Eso de por sí trae consecuencias: le haría mucho daño a la economía del Estado, que no podría recoger ese dinero circulante y le quitaría derechos a otros que quizás quisieran el mismo propósito y no lo lograrían", explica una joven.
"Yo no sé qué objetivo persigue el Estado con eso, pero estoy de acuerdo con el ministro o la ministra que ha hecho eso porque es una abuso lo que tienen con el pueblo los de por cuenta propia", dice otra entrevistada.
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