Tal como se puede ver en estas sorprendentes imágenes, algunas casas ya han sido víctimas del paso arrollador de la lava del volcán Kilauea, en el sur de Hawai, cuya erupción comenzó el pasado viernes 4 de mayo y, de momento, no da indicios de detenerse.
Más de 1700 personas han sido evacuadas de las zona de peligro, mientras que hasta 30 viviendas ya han sido calcinadas.
Las emanaciones tóxicas y el dióxido de azufre invaden el aire en la zona y cerca 700 viviendas están en peligro inminente de ser arrasadas por la lava. De hecho, las autoridades han ordenado la evacuación forzosa de la localidad de Pahoa, después de que la lava comenzara a amenazar a las viviendas de esa zona.
También han sido evacuados los vecinos residentes en Leilani Estates y Lanipuna Gardenson, ante el riesgo de las llegada de lava.
Pese a la erupción del volcán, las zonas de la Isla que no han sido afectadas mantienen su actividad habitual. Las autoridades locales han insistido en aclarar que lo sucedido en estos días no afecta a los vuelos ni tampoco el curso normal de la actitividad turística.
George Szigeti (presidente y director ejecutivo de la Autoridad Turística de Hawaii) ha precisado que “el área donde la lava está saliendo a la superficie está muy lejos de las áreas turísticas”.
La espectacular erupción volcánica se ha producido después de cientos de terremotos registrados en los últimos días en esa zona.
Sismos con magnitudes que oscilaron entre los 2 y los 5 grados en la escala Richter.
De momento, aunque aún no se han formado flujos de lava significativos, la Agencia de la Defensa Civil del Condado de Hawaii ha destacado que se esperan brotes adicionales, que pueden alcanzar temperaturas de unos 1.150 grados Celsius.
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