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Memoria del Exilio: "No tengo"

"No tengo el gusto de andar por mi país, dueño de cuanto hay en él"


Este artículo es de hace 5 años

Cuando me veo y toco,

yo, Juan sin Nada, no más ayer,

y hoy Juan SIN Todo,

y hoy SIN todo,

vuelvo los ojos, miro,

me veo y toco

y me pregunto: ¿de qué otra forma hubiera podido ser?

No tengo,

vamos a ver,

no tengo el gusto de andar por mi país,

dueño de cuanto hay en él,

mirando bien de cerca lo que antes

no tuve, ahora no tengo, ni nunca podré tener.

Zafra, ja, ja, hace mucho rato que no puedo decir. *

* “Los diez millones van! ¡Y de que se fueron fueron!

Monte quizás pueda decir, pero es terreno baldío y lleno de marabú.

Ciudad no puedo decir, propiamente, la verdad, porque está hecha leña, bache, basura y derrumbe.

Ejército sípuedo decir, eso, sí.

Mucho ejército y por demasiado tiempo.

Mucha marcha, mucho orden, mucho grito, mucha consigna, mucho arbitrio y mucho verde. *

* Hasta confundimos la frase: “¡El año que viene va a haber de todo!” con “¡El año que viene va verde todo!”

Y nunca hubo nada.

Nada tenemos, nada tendremos.

Ni tú, ni yo, ni ninguno de nosotros, los de abajo.

Desgraciadamente, y al parecer, para siempre.

Sólo mal-tendremos el hambre histórica y un aciago desconsuelo

de rayo, metralla, abuso, sudor y dolor.

No tengo, vamos a ver,

no tengo el gusto de ir

yo, campesino, obrero, o gente simple,

no tengo el gusto de ir

(es un ejemplo, entre miles)

a un banco y hablar con el administrador.

En ingleeeeeeeeeés.

O decirle, correctamente, señor

y no compañero - ¿compañero de quién? -

como se dice, decentemente, en castellano.

Y aún peor, por no tener,

no tengo ninguna cuenta de banco,

mucho menos, en ingleeeeeeeeeés, ni en ningún banco español

Pero sí que, en la carpeta de un hotel,

me griten que no hay pieza,

una mínima pieza y no una pieza colosal,

una pequeña pieza donde yo, ni siquiera, tengo el derecho a descansar. *

* ¡Mi trabajo es usted! Ja, ja.

No tengo,

la libertad de estar donde quiero,

pues, vamos a ver,

pues, porque hay una policía, bien rural,

que me agarra y me encierra en su unidad,

y me arranca y me arroja de vuelta a mi tierra*

* Quiero decir: provincia.

o me tira al medio del camino, por una orden real.


No tengo,

que como no tengo la tierra,

tampoco tengo el mar,

ni catamarán, ni lancha, falúa, bote, canoa o balsa.

Mucho menos jet ski

No country, ni shooping alguna.

No high life, *

* Y ni siquiera una vida de mierda.

no tengo tennis, ni mansiones, ni yates, *

* Para vacacionar, a costa de mi esfuerzo, en las tranquilas costas de Turquía.

sino de cola en cola,

un hueco negro, oscuro, hondo, cerrado

y antiguo,

en la boca del estómago,

que me hace estragos,

por lo que no trago,

desde años SIN cuenta.

En fin…, el mal.

No tengo,

vamos a ver

y por decreto

trescientas cuarenta y nueve veces dictado,

la ocasión de leer, escribir, actuar, cantar, pintar, bailar, esculpir, sonar,

o, siquiera, pensar en lo que me dé la gana.

No tengo libertad de expresión,

Ni aún, para decir

que no tengo la libertad para expresarme y crear.

No tengo el poder de decidir.

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Juan Carlos Cremata Malberti

Director de cine y guionista cubano. Se graduó en 1986 de Teatrología y Dramaturgia, en el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana, posteriormente cursó estudios en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños graduándose en 1990.


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