Un bebé de apenas once meses ha sido hallado con vida este martes tras permanecer 35 horas bajo los escombros de un edificio que se cayó en una ciudad de Rusia, según reporta la cadena RT.
Aunque los médicos califican el estado de salud del pequeño de "muy grave" porque sufrió un traumatismo craneoencefálico cerrado y congelación severa, según apunta este medio, esperan que su evolución sea positiva.
La noticia ha sido un pequeño milagro en la ciudad rusa de Magnitogorsk, donde un edificio se derrumbó este lunes a las 6 de la mañana (hora local) por una explosión de gas. Hasta el momento hay al menos 8 personas fallecidas, 36 están desaparecidas y unos 120 vecinos tienen sus viviendas afectadas.
"Estábamos durmiendo en la misma habitación. En el momento del derrumbe mi hijo mayor y yo caímos fuera, logramos salir, pero el menor se quedó dentro", contó entre lágrimas Olga Fókina, la madre del niño que permanece hospitalizado en compañía de su familia.
Los llantos del niño fueron sentidos por los rescatistas mientras trabajaban en la zona del derrumbe. El pequeño lloraba tan alto como hablaban o hacían ruido el equipo y callaban si ellos callaban. Gracias a la ayuda de un perro pudieron confirmar que debajo de los restos del edificio había vida.
"El bebé estaba apretado contra el colchón, la manta —que lo protegía del frío de la losa de la casa— se arrugó", indicó el rescatista Piotr Gritsenko, a los medios locales. "La cabeza estaba apretada por la puerta de un armario y la posición del cuerpo fue cercana a la ideal para mantenerse [con vida] tanto tiempo en el frío", recoge RT.
El momento en que salen con el bebé en brazos ha sido recogido desde distintos ángulos.
El alcalde de Magnitogorsk ha declarado día de luto este 2 de enero por el derrumbe.
Foto: Captura de pantalla.
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