En sus 56 años de vida, Historiano Maqueira nunca ha tenido luz eléctrica en su casa.
Vive en Consolación del Sur (Pinar del Río) y en las noches se alumbra con “chismosas” o faroles de keroseno.
Hace 12 años se mudó cerca de la autopista Habana-Pinar del Río para cultivar tabaco, pero desde entonces carece también de agua potable.
En días alternos arrastra un tanque, con la yunta de bueyes, durante 2 kilómetros (una hora de camino), para abastecerse de agua en la llamada “conaca”, que deriva su nombre de la Comisión Nacional de Acueductos y Alcantarillados (CONACA).
Historiano vive en una casa de madera junto a dos ancianas enfermas, que debe mantener cosechando tabaco.
Aunque la tasa de electrificación en Cuba es alta (99% aproximadamente), según informaciones recientes, la Unión Eléctrica ―que pertenece al Ministerio de Energía y Minas― tiene identificadas 21 mil viviendas que todavía no tienen servicio eléctrico.
Cuentan medios de prensa cubanos que la Isla se ha trazado como meta electrificar en el menor tiempo posible aquellas zonas muy apartadas, que todavía no tienen luz eléctrica.
Ello supondría que al menos la mitad de ellas podrían ser conectadas en este 2016 al sistema electroenergético cubano.
Ojalá sea cierto, y ojalá Historiano Maqueira ―cuyo nombre parece salido de una novela de García Márquez― pronto pueda "ver la luz".
(Vídeo: Cubanet)
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