Vive sola con su madre enferma, pero no pierde la fe en que cambie su "situación constructiva"

El paso del huracán Irma por Cuba ha vuelto a poner bajo los focos los principales problemas que padece la sociedad cubana, en particular, el estado de su vivienda, con su deficiente fondo habitacional y sus también insuficientes nuevas edificaciones y reparaciones de las ya existentes.

Pero junto con las cifras de derrumbes, las calles conquistadas durante días por basuras y escombros, los días consecutivos sin luz y su restablecimiento paulatino, existen otras historias de vida a las que el paso del huracán no consiguió afectar sustancialmente, porque ya lo estaban mucho antes de que el poderoso organismo climatológico afectara la Isla.

Tal es el caso de esta joven cubana, Ana Ramírez, cuyo testimonio ha sido dado a conocer en este reportaje de El Toque.

Pese a las gestiones de un amigo para que fuera evacuada, debido a sus problemas visuales y los de salud de su madre, pasaron solas el huracán en su casa.

Hace unos meses fallecieron su padre y su hermana y ella tuvo que dejar de trabajar para ocuparse de su madre, quien padece además demencia.

“Tengo fe de que cambie mi situación constructiva”, “tenía mi sueño de seguir estudiando, trabajar” añade sin embargo Ana, quien confiesa vivir actualmente de la chequera de su madre.