A partir de los duros años 90 se hizo cotidiano en Cuba, que en los edificios multifamiliares situados en los cascos urbanos de la ciudad, las familias, o criaran un puerco dentro de la casa, o construyeran pequeñas cochiqueras junto a la vivienda, o en frente a la vivienda, poniendo en peligro la salud propia y la de los vecinos, pero con un objetivo más que necesario: garantizar la alimentación.
Criar cerdos, a excepción de los cuidados necesarios al animal cuando es pequeño no requiere mucho. Basta un poco de sobra de comida, pienso, restos de pescado, arroz o cualquier cosa y mucha agua y ya la cena del animalito está garantizada.
Un cerdo de 120 libras garantiza el aceite, la carne y el dinero para otras cosas. Criar cerdos en Cuba es, a no dudarlo, un modo de subsistencia.
Pero cuando se hace en los asentamientos urbanos el peligro sanitario es alto porque aumentan el riesgo de contraer enfermedades.
Los vecinos se defienden. Si criar puercos es insalubre, hay muchos focos de insalubridad que "no pertenecen a nadie" y que también "conviven" con los lugareños.
¿Y quién - entonces - responde por estos últimos?
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: