La naturaleza ha dejado en Japón en los últimos días un escenario de destrucción y muertos, que culminó el jueves con un sismo de magnitud 6,7.
La sacudida en la isla de Hokkaido dejó al menos siete muertos, causó deslizamientos de tierra y derribó cables de energía eléctrica que dejaron sin electricidad a unos 5,3 millones de residentes.
Además, más de 30 personas se encontraban desaparecidas y al menos 300 resultaron heridas, tal y como detalló la emisora pública NHK.
"Se sintieron cuatro sacudidas fuertes", relató una mujer no identificada al citado medio. "Antes de que nos diéramos cuenta nuestra casa quedó atrapada y no podíamos abrir la puerta", añadió.
Un potente tifón dejó muertos, evacuaciones y cortes eléctricos
Este episodio se produjo tras el paso de tifones, inundaciones y olas de calor récord. De hecho tan solo un día antes, el pasado 5 de septiembre, un tifón dejó al menos 10 muertos en el oeste del país nipón.
Jebi, o "golondrina" en coreano, fue la tormenta más poderosa que afectó a la nación en 25 años. Una empresa aeroportuaria evacuó en botes a 3.000 pasajeros que estaban varados en el aeropuerto de Kansai y los trasladó hasta la terminar de Kobe.
En la televisión se pudieron ver imágenes en las que aparecían fuertes olas golpeando la costa, vehículos incendiados y volcados.
En este sentido Reuters confirmó que, cuando el tifón tocó tierra, apareció un hombre de 71 años muerto bajo un almacén derrumbado. nN fue el único suceso trágico ya que otro ciudadano de 70 años perdió la vida tras caerse del techo de una casa.
Por su parte, la compañía JXTG Nippon Oil & Energy Corp cerró al menos una de sus unidades de refinación en su refinería Sakai de 135.000 barriles por día en Osaka.
También los hogares se vieron afectados y cerca de 1,2 millones de domicilios se quedaron sin suministro eléctrico.
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