Los cubanos somos muy apegados a nuestras tradiciones. Incluso viviendo fuera de la Isla muchas personas conservan sus modos de alimentación y una dieta similar a la que tenían en Cuba. ¿Sabes cuáles son los 7 productos que no le pueden faltar a un cubano?
Arroz blanco
Los cubanos consumimos habitualmente leguminosas y arroz. Algunas personas llegan a decir que, si no comen arroz, sienten que “no comieron caliente”. Este cereal es el alimento básico de una gran parte de la población mundial.
Se cree que es el segundo cereal que más se produce en el mundo, después del maíz. Es rico en hidratos de carbono, en calcio, hierro y vitamina D. Los cubanos lo comemos de muchas maneras, pero el modo más habitual es hacerlo blanco, como guarnición con los frijoles y carne o huevos.
Carne de puerco como sea
Si los europeos y los asiáticos consumen muchas verduras, los cubanos somos adictos a la carne. Entre los distintos animales de cría para consumo preferimos el pollo, res y cerdo. Aunque de estos tres el cerdo lleva sobrada preferencia entre la población.
Las razones de más peso están quizás en el sabor de su carne y en la versatilidad de este producto para elaborar disímiles recetas propias de la tradición gastronómica de Cuba, el Caribe e Iberoamérica.
Pero también hay que tener en cuenta que las limitaciones y las crisis en Cuba han potenciado el consumo de esta carne. Ya casi nadie recuerda en la Isla el sabor de un buen Steak de Ternera y muchos llevan décadas si probar una sopa de gallo.
Cebolla, ajo y comino
Comer fuera de Cuba puede ser maravilloso los primeros días, pero pasado cierto tiempo empezamos a extrañar nuestros sabores. ¿Cómo se consigue recuperar lo cubano en una cocina? Con buenos condimentos. No te puede faltar cebolla, ajo y comino.
Además de estos tres amigos inseparables, los cubanos usamos mucho la salsa de tomate, el ají (de todo tipo), el orégano y el laurel. Potenciamos estos sabores en detrimento de otros como la albahaca, el tomillo, el jengibre, la cúrcuma, que son propios de otras culturas.
Aceite para freír
Otro elemento que siempre encontrarás en una cocina cubana es aceite o manteca para freír. Si no hay un buen toque crujiente, la mesa no está correctamente servida. Por eso, croquetas, chicharritas, tostones y papas fritas son productos top en nuestra comida.
Todas las viandas cubanas tienen su versión frita a pesar de saberse que no es el modo más saludable de consumirlas. Tenemos, por ejemplo, las frituras de maíz, las de malanga, los boniatos fritos, las chicharritas de yuca, la yuca frita (con sal y con azúcar) y en primerísimo lugar, los plátanos maduros fritos.
Cerveza fría y café caliente
Pero tanta comida lleva bebida. Según nuestros gustos predomina el consumo de leche o yogurt en los desayunos. En las meriendas se bebe limonada, jugos y batidos de frutas tropicales, el pru oriental y el guarapo.
También se consumen otras bebidas muy poco saludables como los “refrescos de paquetico” (refrescos instantáneos), que tienen muchos productos químicos y refrescos con gas, ricos en azúcares, como la Tropicola, Tucola, Najita, que son de preferencia entre los niños.
A pesar de esta diversidad de bebidas, por razones económicas en la Isla casi siempre toca bajar la comida con agua, aunque el cubano preferiría hacerlo con una cerveza fría y cerrar la sobremesa con un buen café.
Dulces muy dulces antes del café
A los cubanos les encantan las mermeladas, el merengue, los dulces con guayaba y almíbar, mucho almíbar. Lo mismo ponemos en la masa del cake, en las torrejas, en el dulce de frutabomba, en el de coco, que pan con almíbar cuando hay hambre.
El consumo de azúcares y carbohidratos es tan grande que se están haciendo estudios científicos en el país durante los años recientes por el aumento sucesivo de la obesidad y diabetes mellitus de la población cubana.
Para detener el avance de estas enfermedades degenerativas es imprescindible aceptar la importancia de tener una dieta sana y equilibrada, algo que suena muy utópico en la realidad socioeconómica de la Isla.
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