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Burocracia y prohibiciones en Cuba se ensañan con joven trovador de Holguín

“Lloré de rabia y de impotencia”- cuenta la representante y esposa del joven músico Tony Fuentes a quien la burocracia más alucinante ha impedido en Cuba recibir su acreditación como artista profesional.

Tony Fuentes, durante una presentación en vivo © CiberCuba
Tony Fuentes, durante una presentación en vivo Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 4 años

La representante y esposa de un joven artista cubano de la ciudad de Holguín, ha echado mano de las redes sociales para denunciar el surrealista caso de trabas burocráticas con el que el Instituto Cubano de la Música en general, y el Centro Provincial de la Música y los Espectáculos de Holguín en específico, han impedido al trovador Tony Fuentes obtener su licencia de artista profesional.

Desde marzo de este año 2019 el Ministro de Cultura prohibió legalizar en Cuba a artistas que no fueran egresados de las Escuelas de Arte. Desde entonces, ningún joven creador “entusiasta” puede lograr la acreditación mediante la cual podría cobrar legalmente por sus presentaciones.

“Esta es la cosa: Tony Fuentes hizo su evaluación satisfactoriamente -incluso con felicitaciones- ante una Comisión del Centro Provincial de la Música y los Espectáculos de Holguín el día -atentos-: ¡26 de septiembre de 2018! Antes que eso, como se precisa, entregó hasta el último documento solicitado en este centro para comenzar su evaluación como artista profesional”, así comienza su narración la representante, que confiesa que solo le ha quedado desahogar de esa manera la frustración acumulada.

Tony Fuentes (izq.) y Linné Diéguez Solana (der).

“Lo que sigue, (lo que debió seguir) es que esa comisión emita un dictamen y envíe en el mes de octubre siguiente el expediente al Instituto Cubano de la Música”, prosigue la denuncia.

“Pero la cosa fue así: en octubre no se envió porque el señor Ernesto Infante olvidó en su casa todos los días su dictamen y por tanto no estuvo a tiempo para el viaje La Habana de octubre. En noviembre, no hubo presupuesto ni interés para ir a la capital a llevar el expediente de Tony. ¿En diciembre?, bueno, ¡¿cómo se les ocurre?! en diciembre nadie va a ir a La Habana... En enero, pues, aún se estaban acomodando y tampoco hubo viaje. En febrero sí, en febrero fueron, pero dice Mabel, quien es la responsable de hacer dicho viajecito y llevar los expedienticos, que “la verdad es que yo no sé por qué yo no me llevé el expediente de Tony..." En marzo tampoco se viajó y en abril el muy famoso entre los artistas Miguel Morales, entonces subdirector de Desarrollo Artístico y ahora saco donde caen todas las culpas, llevó el expediente ¡y se lo recibieron en La Habana! Qué bueno. Ya todo finalmente estaba bien y donde tenía que estar”.

Pero si todo hubiera llegado a buen puerto esta denuncia no existiría.

“Porque lo que no les he contado hasta ahora es que durante todos esos meses aún con nuestra bebita a punto de nacer y luego con su reciente llegada, nos ofrecimos varias veces a dar nosotros el viaje para no dilatarlo más. Pero Mabel dijo que no, que tenían que ser ellos, porque "allá nos lo revisan y si no está completo para comenzar el proceso no lo reciben" Y el expediente de Tony lo recibieron”.

¿Qué le hicieron entonces al artista de 35 años, Ingeniero en Telecomunicaciones graduado en 2008 pero trovador por vocación?

“Aquí va el triste epílogo compañeritos, camaradas, personitas que han tenido la curiosidad de leer hasta este punto: un año después de aquel feliz 26 de septiembre me he puesto en contacto con los receptores del expediente. Tengo que decir que no fue fácil, porque con la Coyuntura las personas en la capital no están trabajando regularmente y luego de muchos muchos, muchos días llamando a todas horas logré hablar con una muchacha que me dijo con acento y cambiando letras: "aquí no está el expediente de Tony”.

“Y yo le dije que sí” -prosigue Diéguez Solano su relato- “que un amigo había estado ahí antes y que lo había visto. Y entonces ella llamó a otra y la otra dijo que sí, que sí estaba, pero para devolverlo, porque desde marzo (de este 2019) el ministro había dado la indicación de no procesar a nadie más que no fuera graduado de Escuelas de Arte, y yo de ingenua insisto: "Pero él se evaluó en septiembre, antes de la indicación" Y ella con lo obvio: "Pero aquí llegó el 5 de mayo".

El expediente del joven artista, que atrajo atención en el mundo artístico local luego de ganar el premio “La Escalera” de la radio local de Holguín, no se envió a tiempo a la capital del país. En consecuencia, la prohibición caía sobre él. Aunque su expediente hubiera estado durmiendo el sueño de la burocracia desde 7 meses antes de emitirse la prohibición.

“Lloré de rabia y de impotencia”- cuenta la representante y esposa del joven músico- “y al día siguiente más calmada -y más estúpida- me presenté en la oficina de la nueva directora del Centro Provincial de la Música y los Espectáculos de Holguín acompañando a Tony; quien luego de escuchar el cuento nos dijo que no nos preocupáramos, que ahora era ella la que saldría para La Habana y que ella iba a resolver todo porque eso era el legado de Miguelito quien estaba sancionado; y que en ese caso estaban muchos artistas y que Tony siguiera trabajando sin ningún problema y que regresara para renovarle el contrato cuando fuera la fecha correspondiente... “

Tampoco esta vez el mecanismo permitiría un final feliz.

“Me fui contenta, esperanzada y sin haber aprendido nada de este país en 35 años que tengo de vida porque hoy es la fecha correspondiente, y para no hacer más largo este cuento, la directora le acaba de decir a Tony que reclame donde considere pertinente, que su expediente está desestimado porque le falta referencia sonora”, dice entre incrédula e irritada la comunicadora.

“Creo que no tengo que decir que la referencia sonora la botó alguien en el camino, que es una burda excusa, que tener que oír con calma y educación y el respeto que no se merece a esa señora decir "reclama para limpiar tu nombre, para que no quede por ti", ha sido una de las cosas que más yo le envidio y le aplaudo a Tony (los que lo conocen saben a qué me refiero) porque él no tiene limpiar su nombre, no ha hecho nada mal, bueno sí, confiar en la decencia de muchas personas, ser tan ingenuo como yo al creer que por ética y por vergüenza al menos alguien iba a tener los dos dedos de frente de impedir que semejante barbaridad sucediera”.

Como resumen de una catarsis que ha provocado decenas de comentarios en su perfil de Facebook, Linne Diéguez concluye:

“No creo que vaya a resolver algo con este post, más allá de la denuncia. Quiero seguir creyendo que hay personas que aún se indignan con las injusticias no importa contra quien se cometan y que al menos lograré que lo compartan. Sí hay cubanos buenos y decentes, sólo que ninguno trabaja en el Centro Provincial de la Música y los Espectáculos de Holguín".

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Ernesto Morales

Periodista de CiberCuba


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