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Despiden de un restaurante privado a un cocinero opositor por presiones de la Seguridad del Estado

Días antes del despido, mientras trabajaba, el activista salió al salón a preguntarle a los clientes su opinión acerca de la comida, cuando vio sentado en una mesa a un oficial de la contrainteligencia que también lo reconoció.

Freddy Joel Martín Fraga © Cuba libre/ Facebook
Freddy Joel Martín Fraga Foto © Cuba libre/ Facebook

Este artículo es de hace 4 años

Un exprisionero político y militante del opositor Foro Antitotalitario Unido (FANTU) fue expulsado de su trabajo como cocinero en un restaurante privado de Santa Clara, debido a las presiones ejercidas por agentes de la Seguridad del Estado al dueño del local.

Freddy Joel Martín Fraga laboraba como cocinero en el paladar nombrado Bachata y Carbón, sito en la esquina de las calles Máximo Gómez y José Martí, a unos 120 metros del parque Leoncio Vidal y a unos 50 metros del boulevard de Santa Clara, una ubicación privilegiada que facilita la afluencia de turistas extranjeros, por lo que sus empleados reciben un buen salario.

Según la denuncia que llegó a la redacción de CiberCuba, suscrita por el reconocido activista Guillermo ‘Coco’ Fariñas Hernández, el 24 de noviembre Martín Fraga recibió una llamada telefónica de los propietarios del negocio, quienes le informaron que no podía continuar como cocinero, y que alguien le llevaría a su casa todas las ganancias obtenidas por él hasta ese entonces.

Al día siguiente, un familiar de sus antiguos jefes fue a su casa y le entregó lo que había ganado en esa semana más un plus por el repentino despido. Este hombre le confirmó lo que él imaginaba, que varios oficiales de la Dirección de Contrainteligencia del Ministerio del Interior se habían presentado ante los dueños del Bachata y Carbón para exigirles su expulsión, de lo contrario, tendrían problemas.

Martín Fraga reveló que el día 23, mientras estaba trabajando, salió un momento al salón donde están los clientes, para preguntarles su opinión acerca de la calidad de la comida que él había elaborado. En ese instante, vio que en una de las mesas estaba sentado el oficial de la contrainteligencia nombrado Joel Prado, quien también lo reconoció.

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